Eddie Howe mostró recientemente un pedazo de papel con una pequeña tabla impresa en ella. "Intenté dar a  mi esposa un horario y este es mi horario semanal", dijo, señalando una hilera de columnas, muy parecidas a las que se entregan en el primer día de clase.

"Así que, aquí estoy con ustedes y aquí, infringendo el horario programado. Está ahí para ella verlo. Este soy yo tratando de poner un poco de estructura a mi tiempo con la familia, pero la realidad es que nunca termina de esta manera", afirmó de manera divertida el joven entrenador.

La franqueza de Howe fluyó durante cerca de 40 minutos hablando entre otras cosas sobre John Wooden, el legendario entrenador de baloncesto universitario estadounidense, cuyos principios de liderazgo han influido en su propio trabajo en el AFC Bournemouth. Estos principios se aplican también más allá del deporte y, aunque también Wooden fue siempre firme en que la familia era lo primero, sí admitió poco antes de morir en 2010 a la edad de 99 que su mayor pesar fue no estar dedicándole más tiempo a los intereses de su esposa Nellie. 

Howe, entrenador del Bournemouth. Foto: 90 min.
Howe, entrenador del Bournemouth. Foto: 90 min.

Se trata de una adicción a un trabajo que al menos reparte alegría entre la gente, y es que Howe siente según palabras propias: "Estar guiando a toda una ciudad", y, probablemente, también se ha mejorado enormemente la vida de numerosos jugadores, personal e incluso la vida del periodista. Al menos dos periodistas de los que acompañan habitualmente al equipo esta temporada han seguido la recomendación de Howe y han empezado a leer "Inch and the mile": El libro contiene los mismos mensajes de vida del duro trabajo, espíritu de equipo, la amistad, la lealtad, el entusiasmo, iniciativa, autocontrol, paciencia, fe y perseverancia. Howe lo lee a su hijo mayor cada pocas semanas: "Creo que es muy bueno para los niños pequeños", añadió.

Acerca de la gran labor que está realizando con los cherries en su primera temporada en la Premier League aseguró lo siguiente: "Aún no estamos salvados, y hasta que no sea matemático no podemos estar tranquilos, aunque lo hemos hecho muy bien. El simple hecho de poder repetir en una de las ligas más duras del mundo ya es un auténtico éxito". Sin embargo quiso recordar su orden de prioridades en esta vida ahora que parece que su progresión no tiene techo: "Lo más importante es la familia, no quiero seguir progresando en el trabajo y mirar atrás teniendo que arrepentirme de no haber pasado más tiempo con ellos que son los que me apoyan en esta loca aventura que es el fútbol profesional. Tengo solo 38 años pero la vida pasa muy rápido".