Jermain Defoe seguramente es el hombre del partido. Los de Sam Allardyce se veían en descenso, cuando en el minuto 93 Cameron cometía una inocentada en el área que le costó el empate a un Stoke que no levanta cabeza en este tramo final de la temporada. Es un equipo irreconocible con respecto al que vimos en el mes de diciembre, un equipo que parecía que podía pelear en Europa para la temporada siguiente. Nada de eso pasó, y de nuevo otro empate para que la mala racha se mantenga. Por otro lado el Sunderland se salva por el momento, pero el equipo sigue en peligro y tendrá que pelear hasta el final.

Los Potters se encontraban cerca de conseguir su victoria tras 5 partidos sin verla, con el gol de Marko Arnautović (ya son 12 goles los que lleva el austriaco en liga). Tras varias oportunidades, los Black Cats sacaron en apuros un empate. El gol del delantero inglés fue celebrado con alegría por parte de los 3000 aficionados del Sunderland que fueron a apoyar a su equipo para que esté en la próxima temporada en la Premier. El Stoke, por tanto pierde dos puntos para seguir haciendo récord temporada tras temporada, pero esta vez tendrá que esperar al año siguiente. Esto significa que una victoria contra el Crystal Palace y otra contra el West Ham en la última jornada le darían los 54 puntos que consiguieron la campaña anterior.

Mark Hughes buscó respuestas claras y concisas de sus jugadores, pues no quería repetir la patética derrota del cuatro a cero ante el Manchester City y los Spurs. El entrenador galés optó por hacer cinco cambios. La lesión de Shay Given hizo posible que Haugaard hiciese su tercer partido en esta temporada, además de introducir al ex internacional inglés Crouch, Shaqiri, Pieters y Adam como nuevos cambios para este partido.

Desde el principio del partido los que llevaron el peligro fueron los visitantes, ya que están desesperados por conseguir puntos para la salvación y eso se notó en el terreno. Además el empate ante el Liverpool les dio fuerzas para afrontar este. Poco a poco el dominio fue cambiando y el Stoke al contragolpe es mejor equipo que el Sunderland. Las mejores ocasiones de los primeros 45 minutos fueron por parte de los locales, con Arnautović como protagonista, moviéndose libre por el campo aunque siempre mejor por la banda izquierda para crear peligro. El primer gol pudo llegar en el primer tiempo cuando Shaqiri envió un buen pase dentro del área, y ahí estaba el austriaco para rematar el balón, aunque por mala fortuna no anotó. A veces parecía que el Sunderland podría ocasionar algún peligro, con Van Aanholt y Defoe. Haugaard tuvo pocas preocupaciones en el primer tiempo. Peter Crouch tampoco tuvo demasiadas oportunidades, aunque se destaca el buen balón de Bardsley que envió hacia la cabeza del delantero, pero esta se despidió por el lado equivocado.

Ya en la segunda parte, los aficionados del Stoke querían un gol y qué mejor jugador de uno que esta temporada está siendo clave en muchos de los partidos de los Potters. Era Crouch quién puso el centro y el remate de Arnautović para hacer el primer gol de la tarde. El Stoke marcó el gol en un momento donde los Potters estaban muy cómodos y el Sunderland jugando realmente mal. El gol sentó como un jarro de agua fría para los visitantes que tuvieron que volver a hacer planes, pues de lo contrario en la misma tarde serían los segundos descendidos de la Premier League. Adam tuvo una oportunidad para el equipo local con un tiro libre, y minutos después era la combinación de Crouch con el recién salido, Walters quienes pudieron hacer el segundo gol. Defoe tenía su lucha particular y fue él quién cogió al equipo y se lo puso en la espalda. Él hacía las salidas y en una de ellas estuvo cerca de empatar el encuentro. Después de la acción clara, una volea pudo suponer el empate. El Sunderland revivía mientras que los de Allardyce se dormían. Hughes tuvo respuesta al sacar a Muniesa y a Diouf en el ataque para dar respiro a los Potters. El Sunderlad iba para el empate y se descuidaba de su defensa, ocasión que podría haber aprovechado Waters para matar el partido.

Entonces llegó el fallo decisivo en un partido que el Stoke iba a ganar de forma clara. Cameron, quien tuvo un partido impecable en defensa, cometió un error garrafal al derribar en el área a Defoe y el árbitro no dudó en pitar el penalti. Jermain lo transformó y daba el empate para su equipo que puede respirar otra semana más.

De este modo el Stoke es noveno con 48 puntos, a la espera de lo que hagan los demás equipos; y el Sunderland en puestos de descenso con 32 puntos.

Stoke City Football Club
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Alejandro Cascón
Periodismo. UCM