El City se presentó en St Mary`s por obligación más que por otra cosa y dejó al Southampton llevar el partido a su terreno. Pellegrini se había quejado por tener su partido el domingo con su enfrentamiento en Champions muy cercano en el tiempo, el miércoles. Como consecuencia el chileno alineó un once plagado de suplentes para visitar al Southampton y los menos habituales no estuvieron a la altura.
Dominio Saint
El encuentro comenzó con un ritmo muy lento que agradaba a los de Manchester, sin desgaste físico de cara a la Champions, aunque con un resultado final que quizás pueda minar la moral de los de Pellegrini. Los Saints pronto decidieron llevar el peso del juego y las ocasiones no tardaron en llegar, principalmente gracias al juego aéreo con internadas por banda de los laterales Saint, los cuales desbordaban con facilidad a Zabaleta y Kolarov.
Rondando el minuto 20 pudimos observar un espejismo en el juego con un robo de Iheanacho que sirvió un gran balón a Sterling para batir a Forster, pero el inglés no fue capaz de aprovecharlo gracias a la gran actuación del meta Saint. Con la parada de Forster, el Southampton se vino arriba y así llegaría el primer gol de la tarde, Martina ponía un balón a la espalda de la defensa del City, Tadic ganaba la bola en la línea de fondo y dejaba el balón delante de Hart para que Shane Long le batiera por debajo de sus piernas.
Sin tiempo para reponerse, llegaba el segundo tanto, esta vez obra de Mané. Wanyama iniciaba una contra mandando el balón a un generoso Tadic que encontraba a Sadio con un pase en profundidad, este conseguía definir con calidad ante el guardameta inglés y ponía el 2-0 en el luminoso.
El partido continuó en terreno Citizen durante lo que restaba del primer tiempo, pero con el descanso ya en la cabeza de los Saints llegaba uno de sus pocos errores en defensa. Samir Nasri recibía el esférico en la banda y ponía un centro raso que ninguno de los defensores del Southampton acertaba a despejar, hasta que un rechace le cayó en la cabeza al joven Iheanacho para recortar distancias y meter ese gol psicológico antes del descanso.
Segundo tiempo calcado
La segunda parte sería un calco de la primera, aunque los Citizens volvieron al campo espoleados por el gol de Iheanacho, el efecto no tardó en difuminarse, especialmente con el tercer gol de los Saints que dejaba el encuentro prácticamente sentenciado. Una vez más los Saints dominaban el juego aéreo y Van Dijk conseguía rematar con potencia en un córner, aunque su cabezazo se topó con el larguero allí estaba un omnipresente Mané durante toda la tarde para, esta vez sí, llevar el cuero al fondo de la red, haciendo así el 3-1.
Según pasaban los minutos, el City desconectaba más del partido y en su mente parecía aparecer tan solo el Santiago Bernabéu, Pellegrini no era menos y se mostraba reacio a introducir a aquellos jugadores que aparentemente serán titulares el miércoles. El desconcierto reinaba en el centro del campo Citizen y Virgil Van Dijk lo aprovechaba para robar el balón que acabaría en la portería de Hart una vez más. Tadic recibió el esférico y rápidamente buscó un compañero al que servirle la bola para anotar un nuevo gol, y como no podía ser de otra forma el que apareció fue Sadio Mané, que de nuevo superaba en velocidad a los centrales del City y anotaba su tercer gol, consiguiendo así un hat trik. Con el 4-1 en el marcador los Saints se relajaban y le daban la oportunidad al Manchester City de irse al ataque, lo cual fue aprovechado por Iheanacho para conseguir su segundo gol, el joven delantero del City recibía un balón en la frontal y con los centrales del Southampton esperando dentro de su área decidió mandar el esférico a la escuadra de la portería, haciendo inútil la estirada de Fraser Forster. Tras el 4-2 el partido perdió todo su ritmo y ambos equipos se relajaron todavía más.