Liverpool y Chelsea se medían en Anfield en el duelo aplazado de la jornada 30. Los Reds, con 59 puntos y con una distancia de tres y un punto de West Ham y Southampton despedían la temporada en casa recibiendo a un Chelsea con 49 puntos ocupando el noveno lugar de la clasificación. Los Blues, ya sin ninguna opción de lograr puestos que den acceso a la Europa League, mientras que los locales tenían la última bala para adelantar al Southampton y West Ham en la clasificación y depender de ellos mismos para hacerse con el sexto puesto en la última jornada.
Primera parte de infarto
El partido comenzó como se esperaba, con un Liverpool poniendo toda la carne en el asador porque realmente los Reds eran los que se jugaban algo en este partido. Con esta intensidad local la primera ocasión no tardó en llegar, fue para Coutinho que tras una jugada combinatoria en el área entre Sturridge y Alberto Moreno el balón acabó en los pies del brasileño que disparó para que Obi Mikel acabase despejando. El Liverpool se siguió con su ofensiva sin darle muchas opciones al Chelsea, los Blues tuvieron su primera ocasión con un disparo inofensivo de Traoré en el minuto 8 que Mignolet atrapó sin problemas.
Tras estos primeros 20 minutos de asedio local, las fuerzas se igualaron e incluso bajaron las pulsaciones del partido. Esta calma la rompió Hazard en el minuto 31 cuando tras una pared en el borde con Babá condujo el balón por toda la frontal del área local arrastrando incluso hasta a cuatro jugadores para disparar finalmente desde la frontal del área poniendo el balón en la base del poste derecho, imposible para Mignolet.
Los 15 minutos finales de esta primera mitad cambiaron de mando, siendo el Chelsea el equipo superior, teniendo incluso una ocasión bastante peligrosa por parte de Traoré que aprovechó un hueco en la espalda de la defensa combinado con una mala salida de Mignolet para poner el balón muy cerca de la escuadra izquierda.
Segunda mitad de ida y vuelta con un Chelsea superior
El guion en la segunda parte fue diferente. Comenzó mas igualada y pausada. No llegó la primera oportunidad hasta haber transcurridos 10 minutos y no fue otro que Hazard, cazó una pelota en el centro del campo y con gran rapidez llegó al borde del área para disparar y poner en apuros a Mignolet que tuvo que rechazar la parada. Pese a la leve superior Blue, el Liverpool también tuvo las suyas como un Disparo de Sturridge en el minuto 60 a bocajarro que Begovic mandó con la propia cara a córner.
Después de estos minutos de tanteo inicial en la segunda mitad, los últimos 20 minutos del partido fueron de auténtico ida y vuelta sin tregua. Una de las más clara para los locales llegó en el minuto 71 con una gran jugada combinatoria e incisiva finalizada con un centro lateral de Alberto Moreno que remató cayéndose y casi en la línea de fondo Lallana, remate que mandó a córner Obi Mikel cuando la pelota ya se disponía a entrar.
Ya en los minutos finales el Liverpool tuvo otra bastante clara con un gran centro lateral de Allen que remató el joven Ojo apenas sin ángulo y que se fue muy cerca de la portería. Acto seguido el Chelsea tuvo la suya con una gran contra de Pedro aprovechando que el Liverpool ya se encontraba totalmente volcado sobre la portería de Begovic. El español recortó a Alberto Moreno en la frontal del área y acabó la jugada con un disparo bajo que detuvo Mignolet con una gran intervención.
Cuando parecía que los tres puntos se volverían a Londres apareció Benteke para aprovechar un despeje defectuoso de Begovic tras un centro de Ojo. La pelota quedó muerta en el aire justo delante de la portería y ahí estuvo el belga para mandarla al fondo de la red y poner las tablas definitivas en el marcador.
