Era un partido trascendental para ambos equipos. El United necesitaba imperiosamente la victoria para salvar un año deportivamente desastroso. Para el Crystal Palace, era la ocasión de ganar el primer título de su larga historia. Una historia curiosa, ya que los fundadores del equipo eran dueños del Palacio de Cristal de Londres, sede en la que se jugaban por entonces las finales de la FA Cup. Es por ello que el Palace es un equipo muy ligado sentimentalmente a esta competición.

Los red devils, a la espera de conocer qué sucederá con un Louis van Gaal que no ha cesado de proclamar su continuidad en el banquillo, no hicieron valer su condición de favoritos, ya que el equipo de Alan Pardew cedió el dominio pero supo mantenerse organizado en el campo.

El Manchester United se entregó al liderazgo de Rooney y confió en la rapidez de Rashford y el propio Martial para imponer la lógica, pero aunque se acercó en bastantes más ocasiones a la meta deHennessey que el Palace a la de De Gea, el meta español tuvo tanto trabajo como el inglés.

Rooney, uno de los más activos en la final contra el Palace (Foto: Daily Mail)

El Crystal Palace, debido a ese dominio sobre la portería de De Gea, protestó enérgicamente dos jugadas concretas de la primera mitad, una cuando no concedió la ley de la ventaja en una falta de Smalling a Wickhamque terminó, ya con el juego detenido, en gol y más tarde en un claro derribo del incansable Rooney a Zaha que debió ser penalti.

Fellaini de cabeza, Mata y Rashford fueron quienes más peligro llevaron por parte del Manchester United en la primera mitad, que se cerró sin goles y la sensación de que el indiscutible papel de favorito de los red devils empezaba a desdibujarse ante la mirada desconfiada de Van Gaal.

En la segunda mitad fue aumentando el dominio del United aunque el Palace se avanzó en el marcador gracias a una gran volea de Puncheon, a los 78 minutos, que pareció condenar a los de Manchester.

Pero a través de Rooney, Fellaini, Mata y la fortuna, en apenas cuatro minutos igualaron los de Van Gaal. Una excelente jugada del capitán, un centro que bajó con el pecho el belga y remató el asturiano para llegar a la red rebotado en las piernas de Ward.

Sin Rashford, lesionado, el United intentó sentenciar con urgencias en la recta final, en un duelo ya ingobernable en el que pudo Zaha evitar la prórroga en tiempo añadido.

Pero llegada la prórroga el partido entró en una locura absoluta en que al cansancio de los eagles no respondía como se esperaría el Manchester United, que sufrió además la expulsión de Smalling para dirigirse a un final histérico.

Lingard celebra el tanto de la victoria ante el Crystal Palace (Foto: Daily Mail)

Es ahí cuando, ya en la segunda parte de la prórroga, salvó De Gea el gol de Zaha e inmediatamente se inventó un zambombazo el joven Lingard para cerrar la final, dar el primer título en tres años al Manchester United y salvar, mínimamente, a un Van Gaal cuyo futuro nadie sabe desvelar aún.

Para el Palace, como bien mostraban las caras de los jugadores tras el partido, ha supuesto una decepción enorme perder en la prórroga, sin embargo, tal y como Pardew ha tratado de hacer vez una vez el árbitro pitó el final del encuentro, los jugadores tienen motivos para terminar el año con la cabeza alta. Se trataba de la segunda final de FA Cup que jugaban los eagles. La primera la perdieron con el mismo rival de hoy y campeón, el Manchester United.