Wayne Rooney debutó con los 'tres leones' el 12 de febrero de 2003 en un amistoso ante Australia (perdió 3-1 en Londres).  Desde aquella ocasión, el jugador del Manchester United ha disputado 110 partido, anotando 53 goles. Poco a poco su progesión fue en ascenso hasta convertirse en lo que hoy es: el máximo goleador histórico de la selección inglesa.

En primer lugar, cuando se habla de Rooney se habla de un jugador excepcional a la par que polivalente, y aunque esté en la etapa final de su carrera aún le queda pendiente sumar su primer título europeo con Inglaterra. Sin duda, los grande aficionados al fútbol inglés se preguntan si coronará su tremenda carrera deportiva con su primer título a nivel de selección. Sin embargo, el propio Wayne reconoce que es algo muy complejo, pues el tiempo pasa y las opciones para que gane cada vez son más reducidas.

Rooney celebra un gol con el 9 de Inglaterra a la espalda | Foto: República
Rooney celebra un gol con el 9 de Inglaterra a la espalda | Foto: República

Con el Manchester United obtuvo 16 títulos entre Premier League, Community Shield, Copa de la Liga, Liga de Campeones de la UEFA y Copa Mundial de Clubes. El bad boy  empezó su carrera con Everton en la temporada 2003/2004.

Rooney es un jugador total, que sabe desmarcarse, jugar bajo presión detrás del punta y ha demostrado en numerosas ocasiones que es un delantero voraz. Sin embargo, con el paso del tiempo su tendencia le hace jugar cada vez es más retrasado. En la temporada que acaba de concluir, no le fue como esperaba porque jugó demasiado en posiciones poco habituales, a demasiada distancia del área de castigo, donde verdaderamente es letal.

Con la selección de Inglaterra jugó tres Copas del Mundo (Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014) y dos Eurocopas (Portugal 2004 Polonia y Ucrania 2012).  Las actuaciones discretas de un combinado nacional que siempre promete más de lo que da también le han pasado factura a un jugador irrepetible. Inglaterra en los últimos cinco torneos que jugó no dio talla y está será una magnífica oportunidad para demostrar con argumentos contundentes por qué se le considera como candidata europea. A decir verdad, Inglaterra siempre ha sido considerada candidata y nunca terminó por explotar. ¿Lo conseguirá esta vez de la mano de Wayne Rooney?