Hace mucho tiempo que las pretemporadas han dejado de ser un espacio en el que encontrar el punto físico adecuado de cara a la nueva temporada. Los amistosos ya no lo son tanto y las lesiones se empiezan a multiplicar dejando en cuadro a equipos que se centran más en giras que reporten dinero que en la salud de sus jugadores. Verano tras verano se pueden ver numerosos ejemplos de estas situaciones. El último, el partido entre el Chelsea y el Liverpool de la International Champions Cup. Lejos de disputar noventa minutos entretenidos para los espectadores, los jugadores de Klopp y Conte se centraron en ir aumentando la agresividad de las entradas hasta el punto de terminar con un jugador expulsado, Cesc Fábregas, y otro en el hospital, Marko Grujic. Este último tuvo que recibir asistencia hospitalaria tras un golpe duro con Traoré, el centrocampista del Chelsea, que le causó una conmoción cerebral.

Klopp: "Estaba lejos de un partido amistoso"

Sobrecoge la manera en la que Jürgen Klopp, entrenador del Liverpool, asume que su jugador “no recuerda absolutamente nada” de lo ocurrido sobre el terreno de juego: “El principal problema para mi es que Marko Grujic está en el hospital. No puede recordar nada y eso no es nada bueno en un jugador joven. Las lesiones ocurren durante la pretemporada, Pueden pasar, pero es mala suerte para nosotros”. Por otro lado, el alemán no quiere quedarse con el punto de vista más negativo de la dureza de estas acciones y alude al estado físico para intentar justificar las entradas violentas: “Los jugadores no están al cien por cien por lo que a veces pueden llegar un poco tarde en los duelos. Es lo que hay. El árbitro pensó desde el inicio en mostrar tarjetas amarillas. Aunque no creo que el juego fuera demasiado duro estaba lejos de un partido amistoso”.

Antes de terminar la rueda de prensa posterior al encuentro, Klopp quiso aclarar que Cesc Fábregas ingresó en el vestuario red tras el partido para expresar sus disculpas ante los jugadores: “Vino al vestuario y dijo que lo sentía, que llegó demasiado tarde al duelo. A veces, si llegas demasiado tarde ves una tarjeta roja. Eso fue lo que ocurrió”. El resultado final, que quedó empañado por esta sorprendente conducta de uno y otro equipo, fue de 1-0 a favor de los de Conte. Cahill, a los diez minutos del primer tiempo, adelantó a unos blues que se limitaron a defender el resto del partido.