El encuentro comenzó con un ritmo muy alto de intensidad como es de esperar en una ronda a vida o muerte como es esta de la UEFA Champions League. Con dominio de balón del Manchester City, que estaba teniendo más fluidez para crear ocasiones en las fases de ataque posicional, que en el encuentro ante el Sunderland. Mientras tanto, el conjunto rumano se mantenía replegado en su campo, y trataba de acercarse a la portería rival con balones largos, y salidas al contraataque por los costados.
Dominio citizen con una circulación veloz
El 0-1 llegó por medio de David Silva que batió al guardameta Nita con un disparo raso y potente desde el interior del área, tras un gran pase de un Raheem Sterling, que hizo gala de una pausa, y una visión de juego acongojantes, asistiendo al mediapunta canario con un pase atrás, en vez de optar por el disparo a puerta, al encontrarse en el interior del área. Tras el gol, el City siguió llevando la iniciativa en el juego, pero a pesar de que tenía la posesión del esférico en su poder, estaba sufriendo mucho en defensa cuando perdía la pelota a manos del rival cuando realizaba sus fases de presión que el conjunto local realizaba habitualmente.
Después de los primeros minutos de juego, el equipo de Guardiola siguió manejando el encuentro, y continuó buscando el ataque rival, tocando con mucha paciencia y una buena velocidad en la circulación, y traingulando en los últimos metros, buscando los espacios por los costados, ante una defensa inoperante y sin contudencia, que no era capaz de frenar la maquinaria de un conjunto citizen, mucho más directo y decidido que en el encuentro frente al Sunderland.
El City falló dos penales en la primera mitadPasaban los minutos, y a pesar de que el ritmo de juego, bajó en general, el Manchester City siguió buscando la meta rival con la misma insistencia que en los primeros minutos, consciente de la facilidad que estaba teniendo para crear ocasiones. Aunque a pesar de todo, no todo eran luces para el equipo mancunnian, también tenía sus sombras en el apartado defensivo, pues estaba dejando muchos espacios por ambos costados, ante la internada de los laterales.
En los últimos minutos de juego, la cadencia de intensidad decayó, y el cuadro visitante trató de ejercer un mayor control del juego, moviendo la pelota por todo el terreno de juego asegurando mucho el pase, ante un Steaua de Bucarest que estaba manteniendo una gran distancia entrelíneas, y que estaba persiguiendo a su rival sin éxito.
Aún así, el equipo celeste seguía creando un gran peligro combinando en los alrededores del área, pues jugadores como Sterling, De Bruyne y Agüero estaban encontrando un gran espacio entrelíneas, aunque no estaban acertando en la definición. El 0-2 llegó por medio de Agüero que batió al portero local con un disparo de interior, ajustado al palo, tras recibir de Sterling en la frontal del área. Tras el gol, el equipo azulgrana trató de reaccionar, atacando por las bandas con jugadores como Popa que ha sido el más activo de su equipo, sin ningún éxito.
Impotencia local, y sentencia del equipo de Guardiola
El segundo tiempo comenzó con un Steaua más activo en ataque que buscaba meterse de nuevo en el encuentro, volcándose en ataque con muchos más efectivos. Mientras tanto, el equipo visitante trataba de recuperar la redonda para controlar el duelo como en la primera parte. El 0-3 llegó por medio de Nolito que regateó al guardameta local ante la pasividad de la defensa local, tras recibir un balón de Kevin de Bruyne desde la frontal.
Tras el tanto, el conjunto dirigido por Pep Guardiola, controló el partido con toda la autoridad, y siguió buscando la portería rival, encontrando a sus atacantes que estaban creando mucho peligro con el balón en los pies, al espacio. El ritmo de intensidad estaba siendo muy bajo, y el combinado inglés estaba controlando la situación a su antojo, tocando por todo el terreno de juego, con una circulación muy lenta, mientras que el equipo azulgrana tenía tramos de posesión, aunque tanto en sus circulaciones del esférico, como en los movimientos de los jugadores, parecía estar bajo los efectos de una anestesia.
Después de los primeros minutos del segundo tiempo, el conjunto azul celeste siguió controlando el duelo, a través de la posesión del balón, con una circulación de balón bastante lenta. Frente a un contrincante que intentaba llegar a la portería rival inútilmente, pues el jugador que conseguía acercarse a la portería del contrincante, se encontraba falto de apoyos, para combinar y apoyarse, lo cual le restaba mucha profundidad en los últimos metros. Pasaban los minutos, y los visitantes seguían dominando con mucha claridad, tocando en terreno de juego del oponente, sin la menor presión, y con espacios suficientes, como para llegar a la meta del Steaua con gran peligro, incluso con el despliegue de juegadores de segunda línea, como De Bruyne o Silva.
El 0-4 llegó por medio del Kun Agüero, que batió al guardameta Nita con un disparo cruzado y ajustado al palo, después de asociarse con Nolito en varias ocasiones. Este gol culminó una fase de jugadas combinativas de paredes y triangulaciones alrededor del área, frente a una defensa muy apática que únicamente defendía con la vista. Ante esa situación, el equipo de Guardiola siguió combinando en zonas avanzadas en terreno de juego rival, abriendo el juego hacia las bandas, y centrando balones al punto de penalti, dándole más velocidad a la circulación de balón que en tramos anteriores de este segundo tiempo. Por su parte, el Steaua se mantenía más replegado en su terreno de juego a la espera del pitido final. El 0-5 del equipo azul celeste que hoy ha jugado de negro y amarillo, llegó por medio de Agüero de nuevo que recibió en la frontal del área, realizó un gran giro, y definió con un disparo de interior que pega en el palo y termina entrando. Hat-trick y el balón se va en el avión con el Kun a Manchester.