El Chelsea volvió a llevarse otros tres puntos en competición liguera tras imponerse por un contundente 3-0 al Burnley. El conjunto de Sean Dyche llegaba lanzado después de haber ganado al Liverpool en casa en la segunda jornada de liga, pero desde el primer minuto se vio superado por el equipo de Antonio Conte.

Parece que el italiano ha adaptado bien a su equipo para la temporada que está comenzando, ya que los del oeste de Londres han conseguido nueve puntos en los tres primeros partidos de competición doméstica. Además, también ganaron al Bristol Rovers en la primera ronda de la Copa de la Liga. Y es que, por lo que se ha podido ver hoy en Stamford Bridge, el equipo está volviendo a ser muy competitivo. Hoy ha sido más que eso, mostrando todo el conjunto un nivel que no se veía desde hace dos temporadas, cuando Mourinho dirigió a la plantilla que ganó la quinta Premier League de la historia del club.

En primer lugar, la defensa ha estado soberbia, no dejando que artilleros como Gray y Vokes pudiesen crear ningún problema en la portería de Thibaut Courtois, que no ha tenido que atajar ni un sólo balón en todo el partido -el Burnley realizó seis remates, no llegando ninguno de ellos a puerta. Por el otro lado, el Chelsea realizó diez remates a la portería de Heaton, y todos ellos con mucho peligro. Los de arriba estuvieron sublimes, destacando por encima de todos un Eden Hazard que cuajó un partido absolutamente espectacular. El belga se salió durante todo el encuentro. Estuvo muy activo los 80 minutos que estuvo en el campo, haciendo el primer gol en una jugada personal preciosa, y estando a punto de engrosar su cuenta goleadora en un par de veces. Incluyendo una volea después de un córner que podría haberse convertido en un gol antológico.

Hazard, celebrando su gol | Foto: Chelsea FC
Hazard, celebrando su gol.

Y no fue sólo Eden. Diego Costa, Willian y Oscar dominaron a la defensa Claret como quisieron, fundiendo a Keane y Mee, los centrales del conjunto visitante. Todo el partido fue un ataque constante del Chelsea, salvo en algunas fases del partido ya en la segunda parte, donde pareció que los locales se daban un respiro. Al final de la primera parte el marcador del Bridge reflejaba un 2-0 con goles de Hazard al principio del encuentro y Willian al filo del descanso. El gol del belga, de una arrancada desde el medio campo que pilló a la defensa desprevenida, mientras el '10' Blue se plantaba en el área con una tranquilidad pasmosa, definiendo al palo cruzado. Mismo palo que eligió Willian para hacer el segundo tras un ataque grupal de toda la delantera del Chelsea. El brasileño se escoró, se hizo hueco desde el lado diestro del área y cruzó el balón, imposible para el alcance de las manos de Heaton.

Los de Conte dominaron todo el partido y no dejaron que el Burnley les hiciese cosquillas. El sistema de los locales, con Kanté de ancla y sin Fàbregas, pero con Matic, funcionó a la perfección. Pero eso sí, si no hubiese sido por la velocidad de los extremos - los dos primeros goleadores -, el partido podría haberse encallado. 

En la segunda parte las cosas fueron igual, o incluso mejor. Los Blues se fueron a por el tercero y buscaron con ahínco hasta que Moses anotó en el 89'. Los pilares ofensivos se fueron al banco y entraron el nigeriano, Pedro y Batshuayi. Los tres, enchufadísimos. Entre los dos primeros hicieron el tercer tanto, centrando el español desde el costado izquierdo y remachando Moses a puerta vacía. Parece que, de momento, las cosas funcionan en el equipo londinense. Incluida la pareja Cahill-Terry.

Cahill, despejando un balón ante Sam Vokes | Foto: Chelsea FC
Cahill, despejando un balón ante Sam Vokes.

En definitiva, el equipo que el año pasado no terminó de funcionar en todo el curso, este año empieza carburando como si no hubiese pasado nada. Conte ha aportado savia nueva y los fichajes se han adaptado bien. Aunque, por lo que parece, el mejor fichaje ha sido recuperar al mejor jugador de la Premier de hace dos temporadas. Eden is back.