El Chelsea se desplazaba a tierras galesas para retomar la Premier League tras el parón de selecciones, por su parte, el Swansea recibía a los de Conte con la intención de ponerles en aprietos con un futbol intenso. Los banquillos nos ofrecían un duelo italiano entre Guidolin y Conte, el primero proponía una presión alta para incomodar a su rival mientras que el inicio del Chelsea fue menos intenso, basado en las individualidades de Willian.

El primer cuarto de hora estuvo marcado por la posesión del Swansea, una posesión inefectiva, ya que los de Guidolin no eran capaces de aproximarse a la meta de Courtois, los metros finales se les hacían eternos y terminaban atascados y facilitando las contras de sus rivales,a menudo comandadas por Willian partiendo desde la banda izquierda. El Chelsea salió a esperar, sin problemas en defensa pero sin transmitir un dominio sobre su rival, sus primeras ocasiones llegaron de las botas de Willian y sus arrancadas en banda, que acababan con un disparo del brasileño o con un centro que sus compañeros no lograban rematar correctamente.

Gol y hundimiento local

Hubo que esperar hasta casi el minuto 20 de partido para observar un cambio en la dinámica del juego y esto fue gracias al primer gol del encuentro. Un error en defensa le daba la oportunidad al Chelsea para ponerse por delante en el marcador. Oscar recogía un mal despeje dentro del área y le dejaba un balón a Diego Costa para que pusiera el 0-1 en el marcador con una gran definición.

Costa celebrando uno de sus goles con sus compañeros | Foto: Premier League
Costa celebrando uno de sus goles con sus compañeros | Foto: Premier League

Fue en este momento cuando los de Conte se vieron superiores y se fueron a por el partido, en frente el Swansea parecía deshacerse, bajando su nivel en la presión, lo cual facilitó las cosas al Chelsea que encadenó varias ocasiones que pudieron suponer el 0-2. Sin embargo, ni Hazard en un robo de balón cerca del área rival ni Azpilicueta entrando por banda fueron capaces de superar a Fabianski, que salvó a su equipo en ambas oportunidades y dejó el marcador en 0-1 al descanso.

Segunda parte de ida y vuelta

El segundo tiempo comenzó con un Costa más centrado en comentar el partido con sus rivales en defensa que en ampliar la ventaja para su equipo, lo cual pudo haberle valido la segunda amarilla tanto a él como a alguno de los defensores Swans. Por otro lado, los del país de Gales no buscaban el empate con demasiada ambición y prácticamente se encontraron con un regalo de Courtois en forma de penalti. Barrow centraba un balón a Sigurdsson en una contra y el islandés era derribado por el guardameta belga dentro del área. El propio jugador islandés sería el encargado de transformar la pena máxima y así subir el 1-1 al marcador, el cual no tardaría en moverse. En el minuto 62, solo tres tras el empate del Swansea, llegaba la remontada de los locales, el Chelsea había salido generoso en la segunda mitad y Cahill regalaba un balón a Fer para que adelantara a los Swans en su estadio.

Al verse detrás en el marcador el Chelsea pareció espabilar y Oscar no tardó en advertir a Fabianski sobre sus intenciones con un disparo lejano que hizo al polaco esforzarse al máximo para evitar el empate. Conte no vio clara la situación de su equipo y decidió mover el banquillo, introduciendo en el campo a Fábregas y Moses. Sin embargo, todo el peligro lo seguía llevando Oscar, que primero realizó un disparo cruzado que se fue por poco a la derecha de Fabianski, poco después remató un centro de Hazard, también sin fortuna.

Cuando solo restaban 10 minutos para la conclusión del choque llegaría el definitivo 2-2; Ivanovic se movía bien dentro del área pero su disparo quedaba delante de la meta del Swansea y cuando nadie lo esperaba emergía la figura de Diego Costa para rematar con una potente chilena, la cual entraba en la portería local con algo de fortuna tras un rechace en un defensor.

En los minutos finales el partido se rompió y hubo una sucesión de contras por parte de ambos equipos que no llegaron a acabar en gol. La ocasión más clara fue para Costa, que pudo redondear su actuación, sin embargo Fabianski le aguó la fiesta despejando su remate a córner. La recta final solo sirvió para ver diversas contras cortadas rápidamente por los defensores rivales para ahorrarse mayores problemas, lo cual dejó a Hazard y Terry con una tarjeta amarilla en dos intentos de ataque del Swansea