El clásico de la MLS finalizó con un empate 1-1, en el que si los partidos se decidieran por el juego y las ocasiones, los locales deberían haber ganado por muchos goles. New York fue el equipo que tuvo mayor iniciativa en el juego y que mayor cantidad de llegadas tuvo sobre la portería de Penedo. El guardameta de Los Angeles fue uno de los artífices de que el resultado finalizara con empate. Los Angeles Galaxy también tuvieron varias ocasiones de conseguir marcar, gracias a los contraataques que crearon.

Penedo detiene los ataques neoyorkinos

El inicio del encuentro fue de control del juego por parte de New York, aprovechando los espacios que se creaban en la defensa rival. Realizaban una presión intensa en todas las zonas defensivas de los Galaxy, que provocaba que estos tuvieran que quitarse el balín de encima.

Pro fueron los visitantes los primeros en marcar. Una jugada individual de Bradford Jamieson IV que consiguió internarse en el área, regateo a dos defensas para colocar un dispar pegado al palo que batió a Robles de disparo cruzado. Este gol hizo que rápidamente cambiara la iniciativa del juego, siendo ahora los locales los que tenían el control sobre el balón.

Jamieson IV - Sam (Imagen: theviewfromavalon.com)

Los locales no se dejaron amedrentar por el juego de Los Angeles y unos minutos después del gol, una jugada por banda derecha de Sam fue finalizada por Wright-Phillips con un remate a bocajarro, pero un gran Penedo detuvo el disparo con una gran parada llena de reflejos. La mayoría de las acciones de peligro de los Red Bulls llegaban por esta banda de Sam.

Penedo se estaba convitiendo en el salvador de su equipo

Mediada la primera parte el partido volvía a dejar de tener un dueño sobre el juego. Los Angeles no desistían a tener el balón, pero eran los Red Bulls los que llegaban con más peligro a campo contrario, pero no conseguían volver a poner en apuros a Penedo. Con los locales muy adelantados, se estaban creando muchos espacios a la espalda de su defensa. Esto hacía que Los Galaxy buscaran contraataques con transiciones rápidas para aprovecharse de esta situación.

Pasaban los minutos y el encuentro comenzaba a pausarse, y las llegadas no eran tan constantes. El juego elaborado de New York volvía a ser el principal protagonista en el encuentro, pero eran los contraataques de los Galaxy los que ponían en mayores aprietos al portero rival. Gordon tuvo la ocasión de abrir una mayor distancia en el marcador, pero su disparo salió fuera por poco.

La primera parte concluyó con el marcador de 0-1, y con la impresión de peligro constante en la dos áreas. Los dos equipos tuvieron las oportunidades de conseguir anotar, pero fue el portero de Los Angeles Galaxy el jugador que marcó la diferencia.

New York mereció más

El inicio de la segunda parte fue de control por parte de ambos conjuntos. Aunque los neoyorkinos trataban de llegar a la portería rival con un juego elaborado, sobre todo con McCarty llevando la manija del equipo. Los Angeles Galaxy se mantenían muy serios y bien posicionados en defensa, para aprovechaban los errores del contrario para salir al contraataque. Cuando los locales atacaban, los Galaxy formaban con dos líneas muy juntas en el borde del área, Jamieson IV unos metros más adelantado, y Alan Gordon se situaba casi a la altura del centro del campo.

Pero uno de esos ataques de New York surtió efecto y consiguió empatar el encuentro en una jugada rocambolesca. Una acción de Zizzo por su banda, continuaría con un centro que Wright-Phillips remató; Penedo detuvo este disparo, pero el rebote golpeó en la cabeza de Felipe que acompañaba la jugada, marcando el 1-1. A los pocos minutos de esta situación, Los Angeles tuvo una ocasión de volver adelantarse en el marcador con un disparo lejano de Gordon que salió fuera por encima del larguero.

New York mantenía el posesión del balón y las ocasiones

Los entrenadores de ambos equipos comenzaron a realizar sustituciones, sobre todo en jugadores del centro del campo, para intentar hacerse con el control del balón, ya que en los últimos minutos ninguno de los dos conseguía tenerlo más de 5 pases. Pero el cambio de New York llevó mayor importancia para el ataque que para la contención. Wright-Phillips tuvo una gran oportunidad tras un disparo lejano, pero Penedo volvió aparecer para mantener el empate en el marcador.

Con el partido acercándose a su final, New York Red Bulls se volvía hacer con el control del juego teniendo las ocasiones más claras de conseguir un gol. Los visitantes sin embargo se veían muy cómodos con esta situación, y con gran parte equipo en campo propio, buscaban los balones en largo para que Jamieson IV apareciera a la espalda de los centrales.

El partido finalizó con un empate en el que los dos equipos tuvieron ocasiones de llevarse la victoria, pero principalmente fueron los locales los que llevaron mayor peligro. Las buenas actuaciones de Penedo fueron una de las claves para que el partido finalizara con este resultado.