El partido fue muy completo por parte de los locales en los primeros minutos, pero con la expulsión del central, tuvieron que cambiar la manera de afrontarlo. Se replegaron en campo propio y trataron de salir al contraataque. Los visitantes comenzaron el partido muy perdidos, estando a merced de su rival los primeros 20 minutos. A partir de ese momento lograron tener mayor importancia en el juego, pero las ocasiones no eran peligrosas. En los minutos finales consiguieron el premio del gol, pero poco más pudieron hacer.

Una de cal y otra de arena

El inicio de este derbi de New York no defraudó a nadiea desde el inicio. Los Red Bulls se volcaron al ataque desde el pitido inicial, con la clara idea, de pese a lo que muchos creían, ellos iban a ser el mejor equipo de la ciudad. Y pronto se vio esa intención ya que en el minuto 3 una jugada personal de Sam por la banda derecha, continuó con un centro al centro del área pequeña, en donde el inglés Wright-Phillips remató a gol sin que ningún defensa le subriera.

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NYCFC no conseguía entrar en el partido, estaba teniendo demasiados errores de concentración (fallando pases fáciles, cesiones al portero), y esto beneficiaba al conjunto ‘taurino’. Pero con el paso de los minutos lo visitantes comenzaron a encontrarse más cómodos, y las llegadas parecían más continuas, sobre todo por la banda derecha de Pablo Álvarez. De hecho, tuvieron la ocasión de empatar el encuentro en una acción a balón parado, pero el remate de Wingert se produjo en fuera de juego.

New York City comenzaba a tener más oportunidades

El dominio de los ‘City’ continuaba y los locales tan sólo podían acercarse al área de Saunders si conseguían un rápido contraataque, ya que la presión de los visitantes estaba muy adelantada. El juego de estos estaba muy claro, siempre atacaban por las bandas, y casi siempre este comenzaba con un cambio de orientación de McCarty a la banda contraria de donde venía el juego. Esto le permitió en muchas ocasiones al jugador de banda recibir fácilmente el paso y poder crear una situación de peligro.

La situación se complicó para los Red Bulls cuando se vieron con un jugador menos en el campo tras ver Miazga la segunda amarilla por derribar a Shelton en un contraataque visitante. Esto obligó a Jason Kreis a realizar un cambio para reahacer la línea defensiva dando entrada a Ouimette por Grella.

Pese a que uno de los equipos contaba con un jugador menos, no condiciono la marcha de partido, y ambos conjuntos se disputaban el control de la pelota. Pero las ocasiones en estos últimos minutos dejaron de llegar y el resultado se fue al descanso con un 1-0 a favor de los locales.

Los ‘Cities’ se quedan sin ideas

El inicio de la segunda parte fue muy semejante a como acabó la primera con los visitantes dominando el balón, pero sin encontrar la profundidad necesaria para llegar a la portería de Robles. Los visitantes mantenían a sus 9 jugadores de campo posicionados en su mitad, con la intención de salir al contraataque.

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Y este método les funcionó en el minuto 52 cuando Sam recuperó un balón en campo propio y tras una conducción hasta la línea del centro del campo realizó un cambio de orientación a Kljestan. El estadounidense recibió el balón y tras un gran control dio un pase al punto de penalti por donde entraba Wright-Phillips, que lo único que tuvo que hacer fue empujar el balón a la red, y marcar el segundo para su equipo.

New York retrasó líneas y salía al contraataque

El gol no cambio mucho la sintonía del partido, New York City continuaba llevando el peso del partido, pero sus jugadas no llegaban a superar la última línea de presión (la de la defensa), lo que imposibilitaba la finalización. Los locales se mantenían muy cómodos y seguros defendiendo, y aún en esta situación continuaban teniendo alguna ocasión de peligro a la contra. Wright-Phillips tuvo la oportunidad de conseguir el tercero en una contra en la que se quedaron él y Kiljestan solos contra Saunders, el inglés decidió dispara, y el portero realizó una gran parada.

A 15 minutos del final del partido, los visitantes lograron la forma de sobrepasar la poblada defensa rival, y fue con un balón a banda donde Allen entraba solo. El mismo jugador colocó un balón al área pequeña en donde Mullins entraba desde el segundo palo para empujar el balón a la potería y recortar distancias.

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Desde el gol, los visitantes aprovecharon el jugador de más que tenían sobre el campo para seguir presionando sobre la portería de Robles. Pero las ocasiones no finalizaban con un disparo a puerta, lo que con el paso de los minutos llenaba de nervios a los ‘Celestes’. Los locales también dispusieron de alguna ocasión, pero a diferencia de su rival, el contar con un jugador menos, hizo que físicamente no tuvieran fuerzas para aguantar.

Con estas circunstancias el partido llegaría a su final, y New York Red Bulls consiguió una importantísima victoria en el nuevo ‘Derbi’ de New York frente a New York City FC.