DC United logró una victoria en un partido en el que costó entrar. La primera parte fue de claro dominio de los New England Revolution, que además de adelantarse muy pronto, realizaron una gran labor defensiva, no dejando disparar a puerta a los locales en los primeros 45 minutos. La segunda mitas, los ‘capitalinos’ parecieron más confiados en lograr la remontada, que conseguirían gracias a dos goles de Rolfe.
Defensa revolucionaria
Durante los primeros minutos del partido, ambos conjuntos se disputaron el balón en el centro del campo, lo que provocabae. que hubiera acercamientos en las dos porterías, aunque sin demasiado peligro. En el minuto 10, una gran jugada de equipo por banda derecha llegó a los pies de Nguyen, que con un gran desmarque recibió solo en el lateral del área. Logró poner un centro en el área pequeña, donde Davies se anticipó a su marcador para colocar el balón en la red, y el 0-1 en el marcador.
El gol pareció despertar varias dudas hasta el momento, los locales trataban de progresar con el balón, pero la presión de los ‘Revs’ les impedía llegar al área. Sin embargo los visitantes conseguían llegar con peligro a la portería de Hamid gracias a transiciones rápidas que cogían descolocada a la defensa rival.
Mediados los primeros 45 minutos, los capitalinos seguían sin conseguir superar el planteamiento defensivo propuesto por New England. Bunbury tuvo una ocasión para conseguir el segundo gol en un contraataque, pero la opción elegida fue la peor que pudo escoger.
Nguyen volvió a aparecer como el jugador más peligroso de los New England Revolution
El jugador más peligroso de los visitantes estaba siendo Nguyen que después de varios partidos ‘desaparecido’, volvía a ser una pieza importante para su equipo. Incluso tuvo una oportunidad de conseguir marcar, pero su disparo rebotó en un defensa cuando se introducía en la portería.
Los últimos minutos del encuentro DC United subieron la intensidad para tratar de llegar al descanso con un resultado más positivo, pero las ocasiones siguieron sin llegar, lo que hizo que llegaran al descanso con cero tiros a puerta. Los de Boston sin embargo tuvieron una ocasión más en un remate de cabeza de Agudelo que se marchó fuera. Por lo que se llegaría al final de los primeros 45 minutos con el 0-1.
DC apunta alto
La segunda parte dio comienzo, y con ella las oportunidades para ambos equipos, que dieron un aviso al contrario con una llegada peligrosa cada uno. Pero instantáneamente el partido se tranquilizó, y ambos conjuntos volvieron a disputarse la iniciativa en el juego.
Los locales tuvieron una ocasión clara de conseguir el empate, pero los delanteros no lograron rematar el centro de su compañero. Los visitantes siguieron con el planteamiento de la primera parte, pero esta vez no lograban acercarse con peligro a la meta de Hamid.
Mediada la segunda parte, el ritmo del partido había caído y el juego dejó paso a balones en largo, buscando espacios en la defensa rival. Pero cuando menos se esperaba, los locales lograron empatar el partido con un disparo de Rolfes a centro de Espíndola.
Este gol cambió la inercia del encuentro, y los locales aprovecharon la dinámica positiva del gol para seguir teniendo llegadas peligrosas. Los visitantes comenzaron a realizar sustituciones en la zona de ataque para intentar volver a ponerse por delante en el marcador, incluso tuvieron una oportunidad de marcar, pero el pase fue demasiado fuerte para que el delantero pudiera definir.
Hasta que a 10 minutos del final, New England cometió un penalti absurdo en una jugada que no entrañaba peligro para la portería. Rolfe fue el encargado de definir la pena máxima, engañando por completo al portero de New England, dando la vuelta al marcador, y anotando el gol de la remontada.
Tras el gol los visitantes trataron de conseguir el empate, teniendo varias llegadas sobre la portería de DC United, pero la claridad demostrada en la primera mitad no volvió aparecer. Esto hizo que el partido llegara a su final con el marcador de 2-1 a favor de los locales, gracias a una gran remontada, pese a no realizar un buen partido.