New York Cosmos logró la victoria en la final de la NASL 2015, gracias a tres goles de Cellerino que se coló en lo que parecía una fiesta organizada para Raúl y Senna. Los neoyorkinos fueron superiores durante gran parte del encuentro y fueron los goles del delantero los que decantaron el resultado de su lado. El delantero de Ottawa Heinemann, tardó en entrar en entrar en juego, pero cuando lo consiguió, marcó la diferencia para su equipo. Con este título de la NASL, Marcos Senna y Raúl González Blanco ponen fin a una carrera llena de éxitos de la mejor manera.
Dominio neoyorkino
Los canadienses fueron los primeros en hacerse con el balón, realizando una presión muy adelantada que apenas dejaba a los locales salir con el balón jugado. Esto ayudaba a que los Ottawa Fury tuvieran constantes acercamientos sobre la portería de los neoyorkinos, pero estos fueron muy bien detenidos por el portero. Cinco minutos tardaron los locales en llegar a las inmediaciones de los canadienses con un tiro libre directo que Senna mandó muy alto.
Antes de que se cumpliera el minuto diez, una jugada de pundonor por parte de los New York Cosmos, les llevó a conseguir adelantarse en el marcador. Szetela disputó un balón que consiguió llevarse por insistencia y dar un pase a Cellerino, que entre tres defensas logró adelantarse a ellos y batir al portero canadiense con un disparo raso.
Este gol sirvió a los Cosmos para conseguir salir de la presión inicial a la que los canadienses le habían obligado. Pero estos no conseguían tener un control del juego sencillo, ya que los canadienses formaban con un 1-4-5-1 en el momento de defender, acumulando muchos jugadores en el carril central, y obligándoles a jugar en largo.
El partido comenzó a abrirse mediada la primera parte, lo que ayudaba a que este fuera más vistoso. Un disparo de Ryan a la salida de un córner, fue la ocasión más peligrosa de los visitantes hasta el momento.
Con el paso de los minutos el partido pareció seguir el guión que se preveía. Los New York Cosmos llevaban la iniciativa en el juego, mientras que los canadienses se mantenían bien posicionados en defensa y atentos a salir en contraataque cuando tuvieran la ocasión.
Los Ottawa Fury se encontraban muy ausentes en ataque, sobre todo a causa de que su delantero Heinemann estaba lejos del balón. Como el dominio era de los neoyorkinos, el conjunto canadiense estaba posicionado muy atrás, lo que provocaba que hubiera una distancia enorme entre el espigado delantero y los centrocampistas.
En los minutos finales los Ottawa Fury tuvieron varios acercamientos sobre el área de los locales con desplazamientos en largo. Pero el portero local estuvo muy atento para desbaratar todas estas opciones. Esto llevó a que el partido finalizará con un 1-0 para los locales en los primeros 45 minutos.
Cellerino decide la final
New York Cosmos comenzó muy metidos en el partió y apenas se había transcurrido un minuto, Cellerino tuvo una clara ocasión de aumentar la distancia en el marcador. Después de una gran jugada por la banda derecha neoyorkina entre Raúl y Restrepo, este último centró un balón al área pequeña que dejó a Cellerino en clara ocasión de anotar. Pero su disparo se marchó alto.
Los Ottawa Fury, viéndose por detrás en el marcador, adelantaron unos metros sus líneas para tratar de tener mayor presencia en el juego, que les llevara a lograr el empate. Esto llevó a que el partido se jugara durante muchos minutos en el centro del campo, sin que apenas hubiera llegadas.
Ottawa con el pase de los minutos estaba siendo superior a su rival, cambiando ese juego de contraataque de la primera mitad, por uno más elaborado. Pero la falta de profundidad estaba llevando a que las acciones finalizaran en la defensa de los locales.
Mediada la segunda mitad, los Ottawa Fury se quedaron con un jugador menos sobre el campo, ya que el lateral izquierdo Trafford, pisó a Guenzetti sin sentido alguno, obligando al colegiado a mostrarle el camino a los vestuarios.
Pero esta expulsión, al contrario de diezmar la moral canadiense la aumentó, llevándoles a conseguir empatar el partido. Eustaquio dio un pase a la espalda de la defensa neoyorkina para el desmarque de ruputra de Heinemann, que dejó al delantero solo frente a Maurer. El espigado delantero logró superar al portero local con una gran definición.
Pero poco le duró la alegría a los Ottawa Fury, y escasos minutos después de su gol, los locales volvieron a adelantarse en el marcador. Una buena jugada individual de Restrepo que llegó a línea de fondo para poner un centro al centro del área pequeña. En esa zona volvió a aparecer el delantero Cellerino, que esta vez sí, de manera rocambolesca, disparó a gol.
Tras este gol, los neoyorkinos aumentaron su intensidad, lo que les llevó a tener tres ocasiones seguidas que a punto estuvieron de casi definir el encuentro. La última de estas ocasiones fue un cabezazo de Cellerino a la escuadra, que Peiser tuvo que detener con una gran estirada.
En los minutos finales, con los Ottawa Fury volcados en el ataque, los Cosmos lograron anotar el tercer gol que les ponía muy cerca de la Soccer Bowl. Raúl mandó un balón a la espalda de la defensa que dejó a Cellerino con mucho campo para recorrer y sólo el portero entre él y la portería. El delantero logró anotar el gol con un disparo cruzado que hizo imposible la salida del portero.
Pero esto no acabó aquí y en el tiempo de descuento, los Ottawa Fury recortaron distancias en el marcador con un gol de Heinemann en un centro desde la banda, que metió el miedo en el equipo neoyorkino los últimos minutos.