New York Red Bulls parece que ha logrado revertir el mal inicio de temporada, después de conseguir golear a los FC Dallas. La primera mitad fue de un claro dominio del equipo local, que apenas dejó a su rival acercarse a su propia portería. Fue en la segunda mitad cuando los ‘taurinos’ dieron un golpe encima de la mesa y con un juego muy vistoso y efectivo (que en ocasiones les hacía parecerse al equipo de la pasada temporada), lograron redondear la goleada.
Sólo hubo un equipo
Buen inicio de partido de los locales, que aprovecharon la parte más débil de la defensa rival (como era Atiba Harris), para tratar de llevar el peligro por la banda del lateral izquierdo texano. En este período, el equipo visitante apenas pudo salir con el control del balón de su propio campo, a causa de la alta presión que estaban sufriendo por parte de su rival. Bradley Wright-Phillips tuvo dos buenas ocasiones para adelantar a su equipo, pero sus disparos no fueron demasiado efectivos.
Con el paso de los minutos, los FC Dallas comenzaron a tener mayor importancia en el encuentro, aunque su juego no era demasiado peligroso. La gran mayoría de sus acciones acababan detenidas por la defensa local.
El equipo neoyorkino seguía dominando claramente el encuentro, y a cada minuto que pasaba, las ocasiones iban siendo más peligrosas. Esto no hizo que los visitantes perdieran la cara al partido y ante el dominio de su rival, trataron de aprovechar la velocidad de sus jugadores de ataque, para contraatacar y de esa manera llevar peligro la meta de Robles.
Cerca de los minutos finales de la primera mitad, el conjunto local logró adelantarse en el marcador con un gran gol de jugada ensayada en un lanzamiento de falta. Desde la frontal del área, Kljestan puso el balón en el segundo palo para que Zizzo realizara una dejada al corazón del área pequeña, donde apareció Sam para empujar el balón.
En los momentos previos al descanso, el conjunto texano trató de conseguir el gol que les ayudara a encarar la segunda mitad de una manera más sencilla, pero no lo lograron. Esto llevó a que el colegiado señalara el camino de los vestuarios.
Un centro del campo descomunal
Inicio de segunda mitad más disputada que la anterior, con el equipo visitante buscando de manera más incisiva la portería de su rival. Esto creó espacios a la espalda de los defensas texanos, lo que aprovecharon los ‘taurinos’ para aumentar su ventaja en el marcador. Bradley Wright-Phillips vio adelantado al portero rival, que tuvo que salir a despejar un balón a la espalda de su defensa y disparo a puerta, pero este golpeó en el larguero. El mediapunta Kljestan estuvo más rápido que los defensores y anticipándose a ellos, anotó el segundo tanto.
Este gol sacó durante los siguientes minutos al conjunto visitante, quedándose a merced del juego elaborado y las llegadas de su rival. Esta situación llevó al entrenador de los FC Dallas a realizar las primeras sustituciones, dando entrada a dos centrocampistas que le dieran mayor empaque en el centro del campo, el cual lo estaban perdiendo de manera continua.
Felipe Martins fue el gran protagonista del encuentro, participando en la mayoría de los goles
Mediada la segunda parte, el equipo de los Red Bulls puso la puntilla a su rival, con un gran gol que demostraba su superioridad en el partido. Felipe Martins colocó un centro al primer palo donde apareció Mike Grella, anticipándose a todos los defensas y mandadndo el balón con un increíble cabezazo al fondo de la red.
El equipo visitante se encontraba completamente a merced de su rival, apenas lograban salir de su propio campo con el balón. Sus jugadores ofensivos estaban absolutamente fuera del partido, ya que no habían conseguido ni tan siquiera, disparar sobre la portería de Robles. Esto hizo que el equipo neoyorkino anotara el cuarto gol a falta de escasos minutos para el final. Felipe Martins se hizo con un balón en la frontal del área y con un gran disparo a la escuadra, puso la puntilla a unos visitantes inoperantes.
Los instantes finales del partido sólo sirvieron para que les dos equipos dejaran que los minutos pasaran, y dar por finalizado un partido que hacen a los neoyorkinos a salir del bache y a los FC Dallas a pasar por una pequeña crisis, tras recibir siete goles en los últimos dos partidos (aunque siguen siendo líderes de su conferencia).