New York Red Bulls parece haber vuelto a ser ese equipo dominante de la pasada temporada. El partido parecía que desde el inicio estaría disputado, pero un gol tempranero de Wright-Phillips, lo puso de cara. Mediada esta primera mitad, los ‘taurinos’ consiguieron dar el partido casi por finalizado, después de que el delantero inglés consiguiera dos goles en apenas un par de minutos. La segunda mitad fue de claro dominio visitante, pero la ausencia de sus mejores jugadores de ataque, no les permitió sacar un resultado positivo. La nota negativa, más allá del resultado fue la aparente lesión de Giovinco.

No deja de marcar

Gran inicio de partido para los locales que en apenas cuatro minutos ya se habían logrado adelantar en el marcador. Una falta lateral cercana al área, fue sacada al primer palo por Kljestan, donde apareció Bradley Wright-Phillips para conectar un cabezazo que hizo las delicias de los allí presentes. Pese adelantarse en el marcador, los New York Red Bulls continuaron llevando la iniciativa en el juego, teniendo el balón en campo contrario durante la mayoría del tiempo.

BWP anota el primer gol (Imagen: usatoday.com)

Aunque tampoco podían confiarse ya que la velocidad de los puntas visitantes les llevó a tener más de un susto, en alguna contra que estos consiguieron generar. Pero cuando mejor se estaban encontrando los Toronto FC, logrando zafarse de la presión de su rival, sufrieron un varapalo mayor que una derrota. Su jugador más importante a día de hoy, Sebastian Giovinco, tuvo que retirarse del terreno de juego a causa de unas molestias.

La lesión de Giovinco dejó helado a todo el equipo

A partir de ese momento llegó un festival goleador de los locales, que en apenas dos minutos consiguieron dos goles que dejaron noqueado a su rival. El primero de ellos llegó en una jugada individual de Kljestan que filtró un balón a la espalda de la defensa para Wright-Phillips, que tras encarar portería, superó al portero con un disparo al palo más cercano.

Un minuto después la segunda jugada de un saque de esquina, permitió a Grella realizar una dejada al primer palo, donde apareció de nuevo el delantero inglés que sólo tuvo que anticiparse a la defensa para introducir el balón en el fondo de la red.

Este resultado obligó al conjunto canadiense a tener que adelantar sus líneas si quería por lo menos, llegar sobre la portería de su rival. Esto permitió que en los últimos minutos, los ‘taurinos’ volvieran a ponerles en apuros, pero sin llegar a llevar peligro.

Celebración del tercer gol de BWP (Imagen: usatoday.com)

Aunque a escasos dos minutos, una durísima entrada de Verón con los dos pies por delante, fue castigada por el colegiado con una tarjeta roja, que dejaba a los locales con un jugador menos para los 45 minutos restantes.

Desaparecido en ataque

La segunda parte comenzó de cara para los visitantes, ya que tras un fallo en el despeje, Lade cometió un penalti sobre un rival. Pero no todo fue tan esperanzador, ya que Johnson transformó la pena máxima, pero el colegiado ordenó repetirla ya que dos jugadores de Toronto entraron antes de tiempo. En la segunda ocasión, Robles adivinó el lado de disparo y logró mandar el balón lejos de su portería.

Esta acción no hizo que los visitantes bajaran los brazos, y aprovecharon que su rival retrocedió unos metros, para ser ellos los que llevaran todo el peso del juego.  Esto generó una gran cantidad de ocasiones para los visitantes, que no estaban consiguiendo finalizarlas con éxito. La más clara fue un remate de Moor en el segundo palo, donde se encontraba solo, que no puedo definir.

Giovinco se retiró por un golpe (Imagen: usatoday.com)

El equipo local, pese a contar con un jugador menos sobre el terreno de juego y haberle entregado el balón a su rival, estaba encontrándose bastante cómodo en esta faceta defensiva. Aunque mediada esta segunda mitad, dieron entrada a Gideon Bahh, para darle mayor refuerzo a la última línea de presión.

En los últimos compases del encuentro, ambos equipos parecían dar por bueno el resultado, aunque los canadienses buscaron hasta el final el tanto que maquillara el marcador. Pero la ausencia de sus mejores jugadores de ataque pareció restar efectividad a estos.

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Sobre el autor
Manuel Vaquero Rodríguez
Apasionado del deporte rey. Disfruto con todo lo que tenga que ver con el fútbol, ver, escuchar, jugar, escribir. Entrenador de fútbol base, disfruto enseñando, pero más aprendiendo. Un buen entrenador es aquel que se hace así mismo, de campos de tierra a grandes estadios. Amante del fútbol internacional y poder descubrir jugadores desconocidos.