New York City FC consiguió su primera victoria en el Hudson River Derby, después de ganar a su máximo rival en un gran partido. Desde el inicio, los Red Bulls buscaron repetir el mismo planteamiento del pasado encuentro que ambos disputaron, pero un gran gol de Harrison truncó sus esperanzas. Desde ese momento hasta el final del partido, los ‘taurinos’ no consiguieron realizar el juego que están acostumbrados a realizar, gracias sobre todo a un buen planteamiento defensivo de los locales.

Más cabestros que bravos

Como pasara hace un mes,  los New York Red Bulls salieron desde el inicio a presionar la salida de balón de su rival desde la defensa, buscando provocar una pérdida que les diera la oportunidad de crear una ocasión manifiesta de gol. Pero fueron los locales los que consiguieron poner en problemas al portero rival, gracias a dos buenos contraataques.

Pero antes del minuto diez, una acción de estrategia en un saque de esquina, Harrison recibió el balón en la frontal y tras deshacerse de dos rivales con un sobrero, disparó sobre la portería, adelantando a su equipo en el marcador.

Harrison adelantó a su equipo en el marcador (Imagen: usatoday.com)

Con el paso de los minutos, la presión de los ‘taurinos’ estaba disminuyendo, lo que daba la oportunidad a los locales de tener mayor facilidad de salir con el balón jugado, a la vez que conseguían pisar el área de su rival de manera constante.

Los Red Bulls apenas realizaron un par de disparos en la primera parte

New York Red Bulls trataba de imponer su seña de identidad, buscando la posesión del balón, pero el control del juego por parte de los locales apenas les daba la posibilidad de ni tan siquiera acercarse con peligro a la portería de Saunders. El primer disparo de estos sobre la portería, legó en un remate de cabeza de Zizzo en un saque de esquina, fácil de detener para el portero rival.

En los últimos minutos de la primera mitad, los Red Bulls lograron tener mayor repercusión en el ataque, sumando también un par de disparos claros sobre la portería. Pero el marcador no se movió y los locales consiguieron llegar por delante en el marcador, en una muy buena primera parte.

Haciendo historia

La segunda mitad tuvo un inicio bastante equiparado, con ambos conjuntos buscando el control sobre el balón y apenas teniendo presencia en ninguna de las dos áreas. Aunque poco a poco esa situación fue cambiando, y el hambre de los ‘taurinos’ por igualar el marcador, les hizo asediar la portería de su rival en los minutos posteriores. El New York City FC, trataba de mantener un ritmo lento del partido, para que de esta manera su rival se mantuviera fuera del mismo. Significativo fue que con 15 minutos de esta mitad, todavía no habían conseguido disparar sobre la portería.

Con el paso de los minutos, el control del balón fue cayendo de lado de los Red Bulls, pero esto significó también que su rival buscara aprovechar las acciones al contraataque. Y fue gracias a una de estas, que el conjunto local consiguió sorprender a su rival y poner el segundo tanto en el luminoso. Harrison recibió un pase en profundidad en la banda izquierda, y tras deshacerse en velocidad de su marcador, puso el balón en el corazón del área para que David Villa sólo tuviera que empujar a gol.

Villa dio el partido por cerrado (Imagen: usatoday,.com)

A diez minutos para la finalización del partido, los New York Red Bulls se quedaron con un jugador menos, después de una feísima entrada de Duvall a Pirlo, que obligó al colegiado a enseñare la tarjeta roja.

Este hecho dejó el partido casi visto para sentencia, ya que el ritmo disminuyó de manera considerable, y sólo se vieron un par de llegadas aisladas para ambos equipos, siendo la más llamativa un disparo de Mena en un dos para uno, pero la vaselina se marchó alta.

Tras unos minutos en los que apenas se vio nada, el conjunto local consiguió su primera victoria en el Hudson River Derby, después de cinco enfrentamientos en dos años.