El Paços de Ferreira consiguió dar un golpe de autoridad de la mano de Bruno Moreira al conseguir ganar en el feudo del Belenenses, su actual máximo rival en la clasificación liguera, en un flojo partido de ambos equipos.

Igualdad de golpes

La gradas del estadio del Belenenses estaban prácticamente vacías. Con poca afluencia de público, debido a la hora y día del encuentro entre otros factores, y sin ningún tipo de cánticos ni jadeos saltaron los veintidós guerreros al campo. Los primeros minutos se jugaron mucho en el centro del campo, donde se vieron muchas luchas por los balones y algún intento de balón largo que no conseguía llegar a su destinatario gracias a la atención con la que saltaron los zagueros de ambos equipos.

La igualdad vista en el césped se reflejaba tanto en el marcador, como en la ocasiones de ambos equipos que seguían sin llegar. Pese a ser un partido muy plano, el Paços de Ferreira poco a poco consiguió mostrarse cómodo en el frío ambiente, tanto en el clima como en las gradas, y ganar metros para acercarse a la portería de Belenenses que cada vez reculaba más sus filas.

Moreira golpea primero

Dentro del frío los visitantes se hicieron fuertes.Cada vez conseguían llegar con más peligro mientras los locales sólo eran capaces de defender para seguir con las tablas en el marcador, que por primera vez en el encuentro dejaban de ser justas ante la valentía de los los de Ferreira. Hélder Lopez en el minuto 14 gozó de una buena oportunidad pero su centro chut no consiguió encontrar ni portería ni ningún compañero para perforar las redes.

Tras unos primeros impases del partido dominados por los visitantes, la bestia azulona despertó y empezó a dominar el encuentro,y pese a que no conseguían crear peligro constante llegaban en alguna jugada aislada como un tiro de Martins en el 26 que a punto estuvo de significar el 1-0.

Y justo cuando los locales entraban en calor un jarro de agua fría caía sobre ellos. Bruno Moreira recogió con el pecho un balón que cayó del cielo para, tras aprovechar un rebote en la mala salida de Ventura, cabecear a puerta vacía el balón al fondo de las redes. Tras el 0-1, Minhoca estuvo cerca de poner el segundo en el casillero visitante en un mano a mano que frustró Ventura con una gran estirada cerca del final de la primera mitad.

Revés al partido

El ambiente cada vez se enfriaba más y después de recibir el gol los ánimos en los aficionados locales estaban bajos en oposición a los pocos seguidores del Paços de Ferreira que fueron a ver el partido. Esto cambio con el inicio de la segunda mitad.

La posible charla del entrenador en el descanso funcionó y los jugadores de Belenenses salieron con el cuchillo entre los dientes en busca del gol del empate, como en el minuto 49, cuando Rosa tuvo una gran oportunidad tras un buen eslalom que se perdió a pocos centímetros del palo de la portería. Pese a la intensidad con la que entraron al campo, los azulones poco a poco se fueron apagando ante los de Ferreira, que cerraron muy bien los espacios.

Sin golpes definitivos

Los últimos 20 minutos de partido fueron desesperantes para la comunidad local. Los suyos tenían ligeramente más el balón, pero, pese a ello, las ocasiones de gol no llegaban. Dalcio, que entró desde la banqueta, lo probó con un potente chut que se fue muy desviado en uno de las pocas llegadas al área de los locales.

En el minuto 87, otra vez estuvo muy cerca el 0-2, pero el disparo de Manuel José, que sorprendió a todos con su chut, se marchó ligeramente desviado. La última gran ocasión sí fue para los locales, que en el minuto 88 consiguió empatar el partido gracias a Sturgeon, pero el tanto fue anulado por falta previa al gol.