El domingo a las 18:00 en el Estádio da Luz se decidirá gran parte de la temporada del Futebol Clube do Porto, y quizás el futuro de su técnico. Los dragones viajan a Lisboa tras la dura eliminación ante el Bayern Munich con toda la intención de regresar a Oporto con tres puntos más, los más importantes de toda la temporada.

Obligado a vencer en Lisboa

Tras ser eliminado de la Taça de Portugal por el Sporting de Portugal en su propio estadio, de la Taça da Liga al no ser capaz de superar al Marítimo en Madeira y por último, eliminado hace unos días en la UEFA Champions League por el FC Bayern Munich, la única opción de terminar la temporada levantando un trofeo es ganando al Benfica en su estadio, lo cual dejaría a ambos con 74 puntos en la clasificación de la Liga NOS.

Una derrota significaría seis puntos de diferencia entre ambos equipos a falta de doce puntos por disputarse, algo prácticamente imposible de remontar, mientras que con un empate se mantendría el margen de tres puntos, a lo que habría que sumar que el golaverage particular entre ambos sería para los lisboetas. Por lo tanto el Oporto tiene un objetivo claro: ganar.

De todas formas no es suficiente una victoria cualquiera para que el conjunto de Julen Lopetegui se sitúe en el liderato de la Liga Portuguesa, sino que el resultado debe ser superior al 0-2 logrado por el Benfica en el Estadio do Dragão con doblete de Lima para sobrepasar de esta forma a os encarnados en el golaverage. Es decir, toda la necesidad de ganar y la presión está sobre el Oporto ya que es quien realmente necesita ganar.

Reforzado tras la eliminatoria con el Bayern

Cuando se produjo el sorteo de los cuartos de final de la Champions League muy pocos esperaban que el resultado global terminase de esa forma y que la eliminatoria se desarrollara tal y como sucedió. En la ida Julen Lopetegui planteó de una forma perfecta el encuentro y los jugadores lo llevaron a la práctica para convertir el partido en la mayor alegría portista desde el gol de Kelvin a finales de la temporada 2013.

El técnico vasco conocía perfectamente las debilidades del Bayern, entre ellas la lenta salida de balón. Lopetegui sabía que si a la lenta salida desde atrás se le sumaba que la mayoría de los jugadores encargados de realizar esta función son de cintura pesada y que sus tres hombres de arriba son completamente lo contrario, con una presión sofocante podría provocar tarde o temprano un fallo en la entrega y así salir con gran rapidez hacia la portería de Neuer.

Poco tardó en salirle bien el plan a Lopetegui ya que a los dos minutos sucede esto mismo lo cual lleva a Neuer a hacer penalti sobre Jackson Martínez. El segundo gol de Quaresma tendría el mismo origen que el primero, presión alta buscando fallo en un pase o control y robo de balón. Con el 2-0 en el marcador llegó el primero y único gol del encuentro que no desanimó a los locales que siguieron luchando hasta que ya en la segunda parte llegó el tercero, gol de Jackson Martínez de nuevo tras un fallo defensivo.

Una semana más tarde Oporto y Bayern se volvieron a ver las caras, pero esta vez en el Allianz Arena. La primera parte no pudo haber sido peor para el club portugués y mejor por otra parte para los bávaros. En 45 minutos Fabiano encajó cinco goles, tanto por fallos en la defensa, fallos del propio guardameta brasileña y por el enorme acoso del Bayern sobre la portería rival. Cinco tantos que dejaban prácticamente cerrada la eliminatoria con 45 minutos por jugarse.

En la segunda parte el Oporto mejoró notablemente, con cuatro centrocampistas el equipo tuvo más posesión y seguridad. Algo que dio lugar finalmente a un gol de Jackson Martínez y una segunda oportunidad que no fue capaz de ejecutar acertadamente el colombiano. También cabe destacar que de los 12 encuentros disputados en la máxima competición europea el 6-1 en Alemania fue la única derrota portista.

A pesar del enorme desgaste físico y mental que pudieron suponer ambos encuentros, el conjunto luso salió con la cabeza bien alta y con los ojos puestos en el partido con el eterno rival. El apoyo incondicional de la afición, recibiendo incluso al equipo en su llegada al aeropuerto a las 4 de la mañana tras caer eliminado, transmite todo el cariño y confianza que hay depositados en ellos de cara al resto de la temporada, una afición que también estará presente en el estadio de la capital portuguesa apoyando en directo a su equipo.

Incapaz de salir victorioso en los duelos importantes

Si hay una razón por la cual el Oporto se encuentra eliminado en tres de las cuatro competiciones que llegó a disputar es porque en los partidos importantes no logra ganar. A pesar de llevar solamente cinco derrotas en todas las competiciones, cuatro de estas cinco derrotas fueron en partidos clave.

Sucedió por primera vez en octubre, en su propia casa, cuando se enfrentaba al Sporting. Dragones y leones se veían las caras a partido único para pasar a la siguiente fase de la Taça de Portugal. Comparando ambas plantillas, el momento de forma de ambos y teniendo en cuenta el factor campo, parecía claro favorito el conjunto del norte de Portugal. En la práctica el equipo local fue superado por el equipo entrenador por Marco Silva y el Oporto se despidió del torneo tras un doloroso 1-3 en casa.

A esta derrota se podría sumar dos empates en Liga NOS un par de semanas antes, una contra el Boavista en el derbi de la ciudad y el segundo en Lisboa de nuevo ante el Sporting CP. Es decir, a estas cinco derrotas hay que sumarle los varios empates que fueron lo que realmente han provocado la desventaja con el Benfica.

La segunda derrota, y quizás la más decisiva de la temporada, sucedió de nuevo en el Estadio do Dragão, aunque esta vez el Oporto tenía enfrente a su gran rival histórico. Ambos llegaban igualados y en busca en de victoria, aunque desde un principio se vio a un Oporto dominador y un Benfica replegado atrás. Finalmente, el conjunto de Jorge Jesus supo aprovechar su pocas oportunidades y Lima anotó un doblete para darle tres puntos fundamentales hasta ahora a os encarnados.

Otro tropiezo importante esta temporada del FC Oporto fue en semifinales de la Taça da Liga, a partido único ante el Marítimo en Madeira. El ganador se vería las caras con el Benfica, quien estaba ya clasificado y el Oporto tenía a oportunidad para llegar a su primera final del año y así tener muchas más posibilidades de no acabar el año en blanco. A pesar de lo importante que era el duelo, los de Lopetegui no fueron capaces de romper con el entramado defensivo del Marítimo y a pesar de adelantarse primero cayeron a un paso de la final.

La derrota más reciente es la que tuvo lugar en el Allianz Arena ante el todopoderoso Bayern Munich de Pep Guardiola y seguramente la menos dolorosa de todos por la buena imagen que dejó el equipo. A estas derrotas se podría sumar una segunda ante el CS Marítimo en liga, un empate ante el Estoril-Praia y otro ante el Nacional de Madeira, cuando el Oporto tenía la oportunidad de colocarse a un punto del Benfica si lograba sumar tres puntos. Varios encuentros donde se ha podido ver que bajo la presión de estar obligados a ganar no son capaces de superar con claridad al rival.

Jackson y Quaresma, vitales

Siendo el empate un resultado completamente válido para el Benfica y que dejaría bastante satisfechos a Jorge Jesus y los suyos parece obvio que, como en la primera vuelta, el técnico luso saldrá con un planteamiento táctico defensivo, aguantando al rival y dejando sin espacios a su rival, buscando salir al contraataque con sus hombres de arriba y procurando hacer daño a balón parado como consiguió hacer en el Estadio do Dragão.

Para romper con este entramado defensivo que planteará el Benfica y conociendo la enorme dificultad que tiene el Oporto de Lopetegui para crear ocasiones de gol ante equipos defensivamente organizados, será necesario que aparezcan ciertos jugadores con la capacidad individual de crear jugadas de peligro de la nada.

Estos jugadores son, entre otros, Jackson Martínez y Ricardo Quaresma. El colombiano volvió de una larga lesión ante el Bayern Munich y completó un partido memorable. También disputó la vuelta en Alemania y fue quien logró el tanto de la honra. Jackson es capaz de tirar desmarques en el momento oportuno, de robar el balón a la defensa, ganar los duelos por arriba a los centrales benfiquistas, jugar de espaldas a la portería y hacer jugar a sus compañeros o de convertir en gol cualquier balón que le llegue a los pies dentro del área rival.

Ricardo Quaresma es otro jugador que tiene mucho que decir ante el Benfica. El extremo portugués dejará todo sobre el césped para conseguir los tres puntos. Dispone de ese talento y calidad que le hace especial, que le permite superar a sus rivales por banda con facilidad. Capaz de llegar a la línea de fondo y poner un centro preciso a sus compañeros como de meterse hacia la frontal del área y sacar un disparo potente. Si a esta habilidad innata del que dispone se le suma el gran momento de forma en el que se encuentra, coincidiendo justo con la lesión de Tello, será sin duda decisivo en el encuentro.

Junto a estos dos futbolistas se le pueden sumar otro como Danilo, Óliver Torres o Casemiro. Cada uno con su función, cumpliendo siempre en su posición. El lateral con sus subidas peligrosas y su disparo potente hace junto a Quaresma que la banda derecha de Lopetegui sea una auténtica pesadilla para los rivales. Por otra parte, Óliver Torres es el encargado de crear, es quien desatasca el partido y será muy importante si se tiene en cuenta en planteamiento con el que va a salir Jorge Jesus. Por último Casemiro, el jugador del Real Madrid es el que le da equilibrio al equipo, quien tapona espacios en el centro del campo y tendrá mucho trabajo para fentar los contragolpes de los delanteros lisboetas.

El Oporto llega al Estádio da Luz con el objetivo muy claro, con la moral alta a pesar de la eliminación ante el Bayern, con las ideas de juego definidas y con la motivación al máximo por lo que puede significar una posible victoria.