Junto a Alberto Aquilani, exjugador de la Fiorentina, Milan o Liverpool entre otros, el Sporting de Portugal ha conseguido la cesión de un joven pivote brasileño procedente del Bahía. Su nombre es Bruno Paulista y pese a que su contratación ha quedado en la sombra por lo mediático del fichaje del italiano, es una gran apuesta de futuro que realiza el club portugués.

Bruno Paulista es un pivote con movilidad que ha crecido en la cantera de Bahía, y pese a sus 19 años, ya jugó algunos partidos en la Serie A el año pasado, y se ha consagrado como titular esta temporada en la Serie B tras el descenso de su club. Sin embargo, la cifra de partidos hasta hoy no ha sido muy alta debido a una lesión que le mantuvo varias semanas fuera y la posterior participación de la Selección Brasileña en los Juegos Panamericanos donde consiguió la medalla de bronce tras derrotar a Panamá.

En esta competición ha alternado suplencia con titularidad, pero siempre era utilizado por el seleccionador durante el encuentro, ya que si partía desde el banquillo normalmente sustituía a Eurico o Barreto en el doble pivote que componía esta joven selección.

En primer lugar habría que destacar su gran altura (1,90 m) lo que le hace ir con superioridad al salto con la mayoría de los jugadores y ganar los balones por alto. Aún así, un defecto a pulir es el cabezazo que debe mejorar para aprovechar su altura.

Sin embargo, pese a esta condición física, en Bahía no se le veía rematar saques de esquina o faltas, ya que era el encargado de ejecutar el balón parado. Tiene una gran zurda, con mucha precisión en estas situaciones, y confiando en esto se arriesga intentando realizar pases en largos que no siempre son adecuados ni por la ejecución ni por la decisión. Su precipitación le hace fallar en este sentido y a buen seguro le será corregido en Portugal.

Además de su balón parado, es realmente bueno en la capacidad que tiene para orientarse los controles, ya sea para superar al rival o para poder retener la pelota con su alto cuerpo. En el fútbol de élite, un buen control orientado permite ganar esos segundos al jugador para realizar la siguiente jugada, y aquí Bruno Paulista además de hacerlo con garantías, es muy inteligente.

Pese a que tiene bastante movilidad y abarca mucho terreno de juego, es más defensivo que ofensivo, y está mas pendiente de labores de recuperación y posterior salida de pelota. No obstante, en ocasiones por instrucciones del técnico se le ve presionando en zonas de ataque, pero no es lo mas usual.

Por último, en Bahía incluso ha llegado a jugar de lateral izquierdo como medida de urgencia ante las bajas en esa posición, pero francamente no rinde en esa parcela, se le ve bastante desorientado y sobre todo con mucha limitación de terreno para lo que habitualmente él está acostumbrado, por lo que hay que descartar totalmente que juegue ahí en Portugal.

En principio la operación parece acordarse por una cesión y un posterior pago, no obligatorio, de 3,3 millones de euros, lo que sitúa al Sporting de Portugal en una posición muy ventajosa en la negociación. No son pocos los futbolistas jóvenes brasileños que prueban suerte en Portugal, con suerte muy diferente. Algunos triunfan y es el trampolín perfecto (por la aclimatación y nivel competitivo) para saltar a la fama mundial, mientras que otros retornan a su país de origen o siguen buscando suerte en el viejo continente por diversos equipos de poco nivel, en busca de relanzar su carrera.

En este caso concreto, Bruno Paulista tiene una gran proyección, más de lo que en Europa se cree, debido a la poca repercusión de su fichaje, y si bien es posible que por diversos motivos no triunfe, no hay que dudar de que su viaje en Europa no será pasajero.