Horas antes del encuentro en Da Luz un conjunto Kazajo celebraba como si de una Champions se tratase su empate a nada contra el Atlético de Madrid. El equipo era de Astana, pero a juzgar por el resultado, el Benfica de Portugal casi podría haber cogido un vuelo e irse a Kazajistán a celebrar en convivencia con sus amigos. El regalo era irrechazable y la oportunidad inmejorable. Los portugueses sabían de sus opciones para acabar líderes en caso de ganar.

La primera mitad: el dominio de Benfica

Lo sabían, se veía en sus rostros antes de que el árbitro pitara el comienzo. Después, en el disparo a puerta de Jiménez tan solo 3 minutos después. El Galatasaray jugaba con el factor psicológico, conscientes de su justa victoria en Turquía. No sabemos si intentaron especular con esa ventaja porque el Benfica se negó a darles opción alguna a elegir. Una de las revelaciones de esta campaña en el conjunto encarnado, Guedes, disparó consecutivamente a la portería de Muslera. Seguían llegando los golpes en Da Luz y los turcos no respondían, parecían un león dormido, esperando un gol de los portugueses que los despertasen de su sueño profundo, como sucedió en Estambul. Solo les faltó pedirlo de rodillas.

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No marcó el Benfica y parecía increíble. Tampoco es que fueran las ocasiones más claras pero al menos llegaban a puerta y su rival parecía no reaccionar. Disparó Gaitán, el que faltaba, y despertó el Galatasaray. Los turcos lo necesitaban. Y así llegaron los disparos desde fuera de su mejor futbolista, Sneijder, y la presión sobre los defensas. Las oportunidades de los de Estambul iban en consonancia con el número de futbolistas portugueses que iban entrando en su propio campo. Por suerte para los encarnados, este dominio turco no duró tanto tiempo, tal vez porque despertaran a 10 minutos del descanso.

Los últimos compasen del juego los marcaron las faltas e imprecisiones, producto de la tensión entre ambos conjuntos. Guedes, Yilmaz, que pudo ser expulsado, y Gaitán vieron tarjeta amarilla en los últimos cuatro minutos de la primera mitad. El dominio portugués y la posterior presión turca se habían transformado en una suerte de guerra de trincheras entre dos equipos con más miedo a perder que valentía por ganar. El Benfica era consciente de lo que tenía en botas, el Galatasaray también. El árbitro pitó y el partido descansó.

La segunda mitad: los goles

Que el Galatasaray fuese quien reanudara el encuentro significó que los turcos fuesen quienes comenzaran ejerciendo el papel del equipo que presiona y se muestra intenso sobre su rival. Duró un fuera de juego, dos faltas y siete minutos. Jonás adelantó al Benfica en el momento más complicado para los suyos, haciendo justicia a lo que pudo ser pero no fue durante una gran parte de la primera mitad. El tanto fue una sucesión de remates en el área tras un libre directo botado por Gaitán.

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Si el Benfica rentabilizó su buen trabajo durante 40 de 55 minutos con un gol, el Galatasaray hizo valer su dominio estéril de 15 minutos con un inmediato empate obra de la bestia en el partido de ida, Lukas Podolski. La eterna promesa alemana aprovechó un buen lanzamiento de Wesley Sneijder. Los 30 minutos finales parecían un encuentro diferente, nuevo, en el que ambos conjuntos comenzaban con una mochila de sensaciones encontradas.

Lo comenzó dominando el Benfica, tras dos disparos de Jiménez y Talisca. El partido hizo justicia con el equipo que dominaba y, de nuevo, el conjunto que más se lo merecía fue quien se adelantó en el marcador. El defensor Luisao no desaprovechó una excelente pelota cruzada de Jiménez para adelantar a los suyos. Pasaban los minutos y el Galatasary vio que la suerte no volvía a estar, de nuevo, con ellos.

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Había entrado Bullut por Yilmaz y la diferencia de centímetros estuvo cerca de jugarle una mala pasada a la defensa portuguesa. El encuentro se trabó y en los últimos minutos daba la sensación de que si el Galatasaray empataba sería más por el desconcierto producido por la tensión del final que por las propias ocasiones de los turcos. Tenía que pasarle algo malo al Benfica, parecía escrito en el guion. Y afortunadamente no empató Podolski, “tan solo” expulsaron a Gaitán.

Por suerte fue cuando el árbitro añadió 4 minutos de prolongación y el Benfica no notó su baja, aunque tampoco es que hubiese jugado el mejor partido de su vida. El encuentro finalizó y el Benfica no solo se llevó los tres puntos, sino que se aseguraron de forma casi matemática un puesto en la siguiente ronda. El Atlético falló y el Benfica no, muy mal tendrían que hacerlo para no ser primeros. Aun han de visitar Kazajistán.

Benfica (2) Galatasaray (1)

Julio César 6 Muslera 7
Silvio 7 Denayer 6
Luisao 8 Chedjou 6
Jardel 6 Balta 6
Eliseu 6 Adin 5
Almeida 7 Kisa 6
Talisca 7 Inan 6
Guedes 7 Sarioglu 5
Gaitán 7 Sneijder 7
Jonás 7 Podolski 7
Jiménez 6 Yilmaz 5
Sustituciones
Pizzi 7 Oztekin 6
Carcela 5 Colak 5
Cristante 5 Bulut 6