Este jueves volvía a saltar la noticia de que el Atlético de Madrid estaría interesado en la contratación del futbolista del Benfica, Nico Gaitán. El argentino siempre ha sido un jugador del gusto de Simeone, y el entrenador colchonero nunca ha ocultado su predilección hacia la estrella encarnada. Gaitán llegó al Benfica para ocupar la plaza de Ángel Di María, que hizo las maletas rumbo al Bernabéu. Ambos argentinos tienen la misma edad, 27 años; a uno le bastaron tres temporadas en la Luz para despuntar, mientras que el otro lleva seis y todavía no ha salido de Portugal. Sería un atrevimiento afirmar que Gaitán es un futbolista estancado, porque no lo es. Aun siendo peor que Di María, el jugador es el líder de su equipo y una de las estrellas de la competición.

En todos los mercados de fichajes su nombre aparece entre los futuribles para reforzar a un gran conjunto europeo. Gaitán, que bien podría protagonizar ''La historia interminable'', parece predispuesto a cambiar aires (no es un habitual en las convocatorias de la selección argentina) aunque da la sensación de que siempre surge cualquier suerte de mínimo obstáculo que le impide moverse de su club. Meses después aparece en las portadas de los periódicos portugueses que el futbolista está cerca de renovar su contrato.

Y así sucesivamente, a este ritmo quizás el argentino termine su carrera europea en el Benfica. Pese a toda esta incertidumbre en lo que al futuro de Gaitán se refiere, el jugador sigue siendo la estrella y referencia del equipo, un tipo insustituible, el ídolo de toda una afición. Que el argentino ama al Benfica es indudable, sus besos al escudo de la camiseta en los grandes partidos son parte habitual de sus celebraciones, que no se haya marchado aún por fidelidad a unos colores es más que discutible.

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Si ya de por si Simeone conocía a Gaitán, tras el enfrentamiento de la Champions League en el Calderón, el entrenador del Atlético de Madrid terminó de comprender (y no especialmente para bien) quién era el crack argentino. El extremo marcó el gol del empate, dio la asistencia de la remontada y fue el mejor hombre del partido. Respecto a su relación con el club; es el segundo capitán del equipo por detrás de Luisão y acumula más de 230 partidos con el Benfica.

Llegó a Portugal procedente de Boca Juniors, donde se consagró como uno de los pilares fundamentales en la consecución del Torneo Apertura de 2008. Firmó por cinco temporadas, lleva seis y acumula ocho títulos como encarnado en su palmarés. Unas estadísticas envidiables, pero con la selección argentina aún no ha conseguido nada.