Sin sufrimiento no hay gloria, y si un partido dura noventa minutos, es que hay que jugar cada uno de ellos. Dos frases que tiene que tener muy mente en estos momentos Paulo Fonseca. Su equipo, el Sporting de Braga, ha certificado al fin su pase para los dieciseisavos de final de la Europa League y están a un sólo punto de hacerlo además como primeros de grupo.

Era un encuentro para redimirse, está claro. El conjunto braguense tuvo en Marsella la oportunidad de clasificarse en la cuarta jornada, pero ante los franceses, los de Paulo Fonseca tuvieron un duro golpe de realidad (1-0). Sin embargo, en esta ocasión los portugueses no han dado más posibilidades a las dudas y se han impuesto a un incómodo Slovan Liberec que aún no ha perdido sus opciones de clasificación.

Desde el inicio, el Braga dominaría con claridad el encuentro

Fonseca quería que el juego se decidiera en el centro del campo. Planteó de inicio un claro 4-4-2, a diferencia del arriesgado 4-2-1-3 que intentó transmitir Jindřich Trpišovský a los suyos. Es por ello que los gverreiros desde el principio tuvieron la manija del partido y tuvieron la posesión del balón durante los 90 minutos (59-41% a favor de los portugueses al término del partido).

Fotografía: AFP/Getty Images

Eso sí, hay que decir que el equipo luso, pese al dominio del balón de los primeros instantes, se vio de improvisto por detrás en el marcador. Ya a lo largo de esta fase de grupos, el Slovan había avisado que su especialidad son los balones largos, los centros y los pases en profundidad. Y nuevamente no fallaron. Largo, larguísimo balón desde campo propio a tres cuartos de cancha rival que recibe Dmitri Efremov y el sólo se fabrica uno de los goles de la jornada.

El extremo diestro, uno de los nueve checos con los que partían los visitantes, bajó el balón con una maestría sublime, recortó con toda la tranquilidad a Djavan dentro del área y definió por el palo corto ante la salida Matheus. Todo un golazo que silenció el Municipal de Braga. Con esa derrota momentánea y con la victoria que estaba sacando el Olympique de Marsella ante el Groningen, los portugueses caían a la tercera plaza del grupo. Era el minuto 36 de partido y a los lusos les restaba una dura tarea por delante.

Fotografía: AFP/Getty Images

Afortunadamente, los de Paulo Fonseca no se vinieron abajo con el gol de los checos. Cualquiera hubiera sufrido un bajón ante tal dominio, pero el conjunto braguense se puso el mono de trabajo e intentó devolver la igualdad en el marcador. Restaban poco menos de diez minutos para el descanso y adelantaron líneas para coger más presencia en ataque.

Sería en una de esas jugadas donde llegaría el tanto del empate. Carrerón incontestable de Alan, que tira dos paredes y recorre en apenas segundos desde el centro del campo hasta el interior del área. Todo velocidad y potencia a sus 36 años Ahí, concecta otra triungalación, esta vez con Ahmed Hassan y Luiz Carlos y sin pensarlo arma la pierna derecha. No se sabe aún si fue un disparo a portería o un centro raso. La cuestión es que Ricardo Ferreira, como si de un nueve se tratara, se tiró a por el balón y con la punta de su bota mete el balón dentro de la portería. El gol no fue de Alan, pero todos fueron a celebrarlo con él. Todo suyo el mérito.

Alan sería el completo protagonista del tanto del empate

A partir del tanto del central Ferreira y con la llegada del descanso, estaba bastante claro cuál sería la estrategia que iba a seguir el Slovan. Un punto en el Municipal de Braga y sabiendo que el Marsella estaba venciendo su partido, les dejaría a un sólo punto de los franceses de cara a la última. De esta manera, los checos buscaron mantener el resultado a toda costa. Incorporaron a dos jugadores de carácter defensivo como Jan Mudra o Jan Sykora y retrasaron sus líneas.

Fotografía: AFP/Getty Images

Los braguenses por momenos parecían desconcertados. Las ocasiones llegaban, los disparos se sucedían pero el gol no llegaba. Fonseca acumuló hombres arriba y entraron de refuerzos Pedro Santos y Crislan. Y sería el delantero brasileño el que decidiera el partido prácticamente cuando se estaba dando por finalizado el encuentro.

Los tres cambios, las faltas en uno y otro bando y las entradas de las asistencias médicas hicieron que el colegiado añadiera hasta cinco minutos de tiempo añadido. Bastaría un contragolpe, iniciado y llevado a cabo por Rafa Silva. Acostumbrado a desbordar por banda izquierda, el extremo portugués sorprendió por el centro llevando el balón desde cambio propio y poniendo un buen pase en profundidad a Crislan. El brasileño se interna en el área y con el interior, bate a un Tomáš Koubek que hasta el moment parecía imbatible.

Con esta victoria, el Sporting de Braga consolida su presencia matemática para los dieciseisavos de final de la Europa League. Y es aquí donde comienzan las alternativas y los números. Si los braguenses vence al Groningen o empatan en Holanda en la última jornada, acabarán como primeros hagan lo que hagan Marsella y Slovan. Eso sí, si los portugueses pierden ante el cuadro neerlandés, habrá que estar atentos al partido entre segundo y tercero. En caso de ganar el Slovan, el Braga pasará otra vez como líder y los checos como segundos. En cambio, si ganan los franceses, los portugueses acabarán siendo segundos. Así pues, esto ni mucho menos ha terminado.