Dicen que a entrenador nuevo, victoria segura. Pero allá en tierras portuguesas, el dicho cambia ligeramente: A entrenador interino, goleada segura. Así es el clima que se respira en Porto. Tras la destitución esta semana de Julen Lopetegui como técnico del equipo portista, el Porto se enfrentaba a su primer examen sin un entrenador oficial. Solo unas cuantas sesiones preparatorias con el técnico interino, Rui Bessa. Y todo ello en un ambiente confuso por saber quien será el nuevo propietario del banquillo del Estádio do Dragão.

Pues bien, el bueno de Rui Bessa puede respirar tranquilo. Sin un juego espectacular ni demasiado brillante, su Porto ha goleado con contundencia a un frágil Boavista (5-0). Una 'manita' para aliviar tensiones y para hacer olvidar por 90 minutos de lo que pasa en los despachos. Una victoria de redención, donde se han consolidado las buenas actuaciones y donde la segunda línea de jugadores reclama protagonismo.

La victoria del Porto nunca estuvo en duda durante los 90 minutos

Entre ellos, hay que hablar de Héctor Herrera. De lo poco salvable en la pasada jornada ante Rio Ave, el centrocampista mexicano volvió a estrenar el marcador por segundo partido consecutivo. El Porto había empezado bastante agresivo, encontrándose en vez de una zaga bien formada a una defensa con muchas lagunas tanto por las bandas como por el centro.

Fotografía: LUSA

Bastó con un excelente pase por arriba de André André. Herrera deleitó a los suyos con un exquisito control con el pecho orientado y con un disparo de primeras muy ajustado, fuera del alcance de un impotente Gideão Castro. Todo un golazo que el mexicano celebró con rabia. El primer gol siempre es el más difícil de marcar, y apenas se había cumplido el minuto diez de partido. Sabía lo significaba, y la peña en torno a él fue unánime.

Quizás la única pega de la goleada de esta jornada haya sido el tiempo que transcurrió entre el primer y el segundo gol. Del minuto 11 hasta el 62, el equipo lo intentó pero le pasó lo mismo que con Rio Ave. Posesión a raudales pero con ocasiones contadas con los dedos de una mano. Solo hay que destacar un mano a mano de Yacine Brahimi con Gideão Castro. El argelino es de los pocos que no ha logrado esa redención y en una ocasión que no suele fallar la acabó sacando el guardameta.

Con el gol de Corona, Boavista bajó los brazos definitivamente

En la segunda parte fue cuando el Porto sacó el martillo definitivamente. Efectividad prácticamente absoluta en las ocasiones creadas respecto a los cuatro goles anotados. Y el segundo de una calidad absoluta. Si Herrera anotó un auténtico golazo, su compatriota Jesús Corona no se queda atrás. Gambetea a dos jugadores con un cambio de ritmo excelente para definir por el palo largo.

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Y si de goles se trata, quien mejor para redondear la tarde que el hombre gol de este Porto. Se echaban de menos los tantos de Vincent Aboubakar, y el camerunés recompensó la espera con otro particular doblete. Primero encontró al que está siendo su socio perfecto esta temporada. Y sí, se trata de otro mexicano, Miguel Layún volvió a demostrar por qué es uno de los laterales con mayor recorrido de la Liga Portuguesa. Pase medido al segundo palo hacia Aboubakar y el africano no perdona libre de marca.

Antes de que Aboubakar celebrara su segundo gol, Boavista celebró por un momento el primero de su cuenta particular. Córner desde la derecha y Uchebo al rechaza bate a Casillas. El colegiado decidió anular el gol por fuera de juego del nigeriano, aunque en la repetición se aprecia que no existe posición ilegal. Sin tiempo para protestar, el Porto anotaría el cuarto con un centro medido de Danilo Pereira a la cabeza de Aboubakar, dejando clavado a Gideão Castro.

Se notó y bastante que los últimos minutos fueron propiedad de Danilo. Con Lopetegui en los banquillos, siempre existió el debate Danilo-Imbula, y el portugués demostró que el está mejor situado. Estaba también el francés en el terreno de juego en aquel momento del partido, y vería como su compañero en el pivote cerraría la goleada. Y lo haría con una clase excepcional. Taconazo de primera tras un saque de esquina que pondría en pie a los aficionados portistas.

Fotografía: LUSA

Los jugadores saben que el carrusel de entrenadores no parará hasta que se contrate a uno. Saben que desde que el nuevo técnico estampe su firma en el contrato no dejarán de estar en el punto de mira. Pero son conscientes de que tienen el potencial suficiente para remontar el vuelo. Y poco a poco se acerca la prueba de fuego definitiva. Ya va quedando menos para que el Borussia Dortmund visite el Estádio do Dragão. De ellos depende que el conjunto alemán se encuentre a un rival confundido o convincente.

Resumen partido Boavista 0-5 FC Porto