En tiempos de dudas, de poca esperanza y donde parece que todo está cuesta arriba, es ahí donde ha de aparecer la luz al final del túnel. Y el Sporting de Portugal encuentra esa luz semana tras semana desde que perdiera el liderato a costa de su eterno rival en Lisboa, el Benfica. Desde la derrota del cuadro leonino ante los encarnados hace ya casi un mes, los de Jorge Jesus han conseguido reponerse ahora con dos victorias seguidas, goleando en esta jornada a un impotente Arouca.

Era el reencuentro de los jugadores con su afición tras la derrota en casa en el derbi, y si alguien se pensaba que habría pitidos, abucheos o discrepancias entre club y aficionados, se levó una gran dosis de realidad. Un José Alvalade a reventar con cerca de 45000 localidades ocupadas y una afición entregada a los suyos desde el pitido inicial hasta el final.

En una situación como esta, cualquier cosa que no fuera una victoria del Sporting podría considerarse como hecatombe, y más con los hombres que estaban en el verde. Jorge Jesus sacó a toda la artillería disponible: Islam Slimani, Bryan Ruiz... y la dupla que emocionó al Alvalade: Teo Gutiérrez y João Mário. Precisamente los dos jugadores de los que más se ha hablado en estas semanas. Al delantero colombiano le dan por hecho su acuerdo con el Internacional de Porto Alegre brasileño, mientras que al centrocampista portugués lo siguen apuntando al Atlético de Madrid.

Fotografía: LUSA
Fotografía: LUSA

Mientras se sigue especulando, ellos a lo suyo. Apenas traspasado el minuto quince de partido, João Mário remata de cabeza en un córner y Teo Gutiérrez, donde un delantero nato tiene que estar, empuja la pelota en línea de gol, haciendo imposible los esfuerzos de Rafael Bracali. Sería una tarde muy larga para el meta brasileño del Arouca. Tan solo tres minutos después y con un balón muerto en el corazón del área, João Mário ajustó al palo corto y ponía el 2-0. 180 segundos y partido visto para sentencia.

Pero no. Este Sporting de Portugal se está caracterizando por su voracidad, por sus ganas de seguir marcando goles. Inconformistas y solventes cuando tienen espacios en campo rival. Traspasada la media hora de juego, Adrien Silva progresó, trazó la diagonal en la frontal del área y le sirvió un balón de bandeja a un João Mário que ofreció una de sus mejores virtudes: el disparo cruazado. El 17 leonino ajustó con el interior de sus pierna derecha y dejó clavado a Bracali.

3-0 y todo fiestas y alegrías en el José Alvalade. Pero no para Jorge Jesus. El técnico pidió más a sus jugadores antes del descanso y sus pupilos no le fallaron. Al borde del intermedio, llegó el cuarto como si fuera un reflejo del primer tanto del partido. Bruno César puso el centro desde la esquina, William Carvalho rozó la bola con la testa y otra vez Teo Gutiérrez, libre de marca y en línea de gol, solo la tiene que empujar para poner el broche de oro de una primera parte histórica en Lisboa.

Fotografía: LUSA
Fotografía: LUSA

Histórica porque hacía once años que el José Alvalade no veía cuatro goles del Sporting en 45 minutos. La última vez fue en la temporada 2004/05, y por aquel entonces la víctima fue Rio Ave (5-0). Tras la reanudación, los lisboetas bajaron el ritmo...pero a medias. Faltaba el quinto, el tanto que ya desata la fiesta, el de la 'manita'.

Y lo que empezó siendo una tarde de fiesta se convirtió en una tarde de redención. Bryan Ruiz volvía al Alvalade después del derbi, donde cometió quizás su error más grave en toda su carrera. A puerta vacía y en línea de gol, el atacante costarricense envió el balón por encima del larguero en lo que podía haber sido el tanto del empate ante Benfica. Esta vez sí, el jugador no perdonó y se unió a la fiesta. Un disparo con la zurda, todo colocación y estética, que se coló por la escuadra. El Alvalade rugió y aplaudió a Bryan Ruiz. Llegó la reconciliación.

Faltaba un gol, el del honor. A pesar del los cinco goles y del aplastante dominio del Sporting, Arouca había tenido sus ocasiones al contragolpe y había realizados méritos de sobra para llevarse a casa al menos un tanto. Rui Patrício había evitado el tanto visitante a Ivo Rodrigues, Walter González y compañía, pero poco pudo hacer ante el espléndido testarazo de Gegé. Excelente centro desde la izquierda de Lucas Lima y el central de Cabo Verde cabeceó con potencia al fondo de la red.

Tres puntos que podrían hacer que el Sporting recuperara el liderato si Benfica no gana en el Bessa ante Boavista. La lógica hace pensar que los encarnados se harán con la victoria, pero es bien sabido que en este deportte puede pasar cualquier cosa, sobre todo cuando los lisboetas juegan fuera de casa ante un rival que lucha por la permanencia. La sorpresa podría llegar, y si hay algo que sobra en el José Alvalade, esa es la esperanza.