El encuentro comenzó con dominio de balón del conjunto blanquiazul que empezó tocando el esférico en campo propio, e intentó superar las líneas de presión del contrincante que se mantenía agrupado en su campo y que se dedicaba a contraatacar, a base de recuperar el balón tras una fase de presión. El 0-1 llegó por medio de Rui Fonte que recogió el balón tras un error de la defensa del Oporto y marcó tras rematar de cabeza a portería vacía, después de una salida de Helton a destiempo. Tras el tanto, el equipo de Peseiro siguió teniendo el balón, e intentó recuperar el control de la situación moviendo el esférico para intentar llegar tocando.

Después de los primeros minutos, el equipo que ejercía de local seguía dominando el encuentro, y estaba empezando a embotellar a su rival en su campo a base de ser más profundo combinando, y desplegarse con muchos más jugadores, llegando a situar la línea defensiva de tres jugadores, en el círculo central. El Sporting de Braga se seguía replegando, pero con el fin de frenar el ritmo de dominio del Oporto que estaba tocando con peligro, optó por adelantar todas las líneas de presión, y de presionar a su rival con los atacantes, mientras que las dos primeras líneas se mantenían muy cerca del medio. La cadencia de intensidad siguió siendo muy baja, pero aún así el mando del encuentro siguió siendo de los capitaneados por Helton.

Los minutos finales del primer tiempo siguieron siendo de control del Oporto, aunque es cierto que bajó el ritmo del dominio, y a raíz de ello el Sporting de Braga pudo tener más balón y pudo acercarse al arco rival con una mayor frecuencia, para así poder crear una cierta alerta sobre la defensa rival que estaba mostrando muy poca contundencia cuando el cuadro rojiblanco se acercaba por ambos costados con Josué y Rafa que estaban insistiendo. Los de José Peseiro tuvieron problemas para recuperar la redonda, y a causa de ello tuvieron que terminar el primer tiempo encerrados en su área, achicando espacios, y despejando todos los balones ante la presión de un rival que jugaba con un 4-4-2, y que se estaba acercando con más hombres.

El segundo tiempo siguió siendo de dominio dragón en los primeros minutos, aunque con la novedad, de que le estaba dando una mayor velocidad a la circulación de balón, y de que Brahimi se estaba ofreciendo mucho más, lo que hacía que el equipo volcara el juego sobre el costado izquierdo, y fuera más profundo, gracias a la gran calidad y rapidez que le imprimía el argelino al juego. Mientras tanto, el Sporting de Braga se seguía replegando en su campo, y en este buen tramo inicial de su contrincante estaba empezando a mostrar algo de nerviosismo ante el asedio por ambos costados que estaba empezando a sufrir, tanto con Brahimi como con Maxi Pereira, que estaba tomando el relevo. El 0-2 llegó por medio de Josué que aprovechó un error garrafal de Marcano, para llevarse el balón, y batir a Helton en el mano a mano. 

Tras ese segundo tanto, la reacción del equipo de José Peseiro no se hizo esperar, pues intentó dominar la situación desde el principio, e intentó asediar a su rival abriendo el balón hacia las bandas permanentemente, y fruto de ello, consiguió crear varias ocasiones peligrosas. En una de ellas, llegó el 1-2 por medio de André Silva que marcó tras rematar a portería vacía un disparo rechazado de Brahimi desde la izquierda. Después del tanto que le devolvía las esperanzas de remontada al Oporto, el duelo entró en un tramo de transición y de descenso de la intensidad con el que el Braga pudo controlar más la situación, teniendo más tramos de posesión que frenaban a un Oporto que no conseguía enlazar cinco pases seguidos, en este tramo de correcalles.

En los últimos minutos de juego, el Oporto lo siguió intentando, aunque había perdido todo el fútbol que le estaba poniendo a los intentos anteriores, y apenas estaba consiguiendo crear peligro en sus llegadas estériles, con centros al área contraria ante un rival que se mantenía bien replegado y que estaba consiguiendo frenar el encuentro con posesiones largas, y con alguna salida al contraataque. A pesar de ello, el cuadro rojiblanco no se rindió, y fruto de su tesón, se encontró con el empate que avocaba el encuentro a la prórroga, gracias a una chilena en el segundo palo, tras un centro de Hector Herrera desde línea de fondo.

La prórroga comenzó con dominio de balón del Oporto que intentaba crear espacios en la defensa contraria a base de circular la pelota, aunque el juego en horizontal no le estaba ayudando a la hora de abrir al rival que estaba juntando mucho las líneas jugando con 4-4-2 dejando más descolgados a los delanteros, a pesar de que también defendían. Después de unos minutos, el equipo visitante empezó a tener más el balón, y fruto de que lo alejó de su área, consiguió frenarlo mucho más.

El segundo tiempo de la prórroga comenzó con el mismo manejo del Oporto que tenía la posesión instalado en campo rival, mientras que el conjunto visitante se mantenía replegado, y en algunos momentos optaba por salir algo más de su campo y presionar a su contrincante para tener más balón. La cadencia de intensidad estaba siendo lentísima, y las circulaciones de balón de ambos estaban siendo absolutamente soporíferas, por lo que ninguno estaba consiguiendo crear desequilibrio alguno, a pesar de que el Oporto se empeñaba en atacar por las bandas. Aún con eso, consiguió crear jugadas de verdadero peligro por dentro, con combinaciones precisas, gracias a la asidua participación de Hector Herrera que se movía entrelíneas.

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Sobre el autor
Tarek Guerrero
Redactor de fútbol inglés en VAVEL España.