Un 5 de febrero, del año 1985 para ser más precisos, nació, en la isla de Madeira, un tal Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro un niño que después de un tiempo tendría problemas de corazón, aunque lo que nadie sabía era que se convertiría en uno de los dos mejores jugadores del mundo, y en uno de los mejores futbolistas de la historia, por su gran velocidad y su excepcional capacidad de desborde tanto por dentro, como por fuera. 

Con estas aptitudes, ha logrado destacar a lo largo de su carrera en los tres grandes clubs en los que ha militado como profesional: el Sporting de Lisboa, el Manchester United y el Real Madrid, ya que en cada uno de ellos ha tenido la ocasión de mostrarse como un excelente goleador, incluso en sus inicios en Lisboa, y en su posterior estancia en Manchester ha desarrollado esta faceta de delantero matador, pese a que la mayor parte del tiempo, ha formado en la posición de extremo derecho, jugando en esa gran delantera que llegó a formar con Wayne Rooney.

Una centralización para convertirse en un goleador de leyenda

Incluso en sus primeras temporadas en el Real Madrid, tuvo mucho protagonismo por el costado, aunque a lo largo de los últimos años, ha ido centrando mucho más su posición en el ataque, lo que le ha dado mucha más opción de buscar los rechaces dentro del área. Pese a su centralización, ha seguido siendo un jugador muy desequilibrante cada vez que recibía en un costado, o conforme entraba en contacto con el esférico por las líneas interiores, pues siempre ha gozado de una gran habilidad para remate a puerta desde fuera del área.

Lo que más le puede ofrecer a su selección, en este gran torneo, es, además de su liderazgo sobre el terreno de juego, su liderazgo futbolístico, y podría ser realmente peligroso si sigue desarrollando su faceta de asistente, y combinador entrelíneas, y si continua creando desequilibrio en velocidad, en el caso de que encuentre espacios, tanto por las bandas como por el medio. Además, otro de los factores clave de su rendimiento en esta Eurocopa, podría ser su colocación, tanto estratégica, como física, y la frecuencia con la que baje a recibir, pues el delantero portugués ha ido ganando a lo largo de estos años en visión de juego, pues está siendo un futbolista con facilidad para asociarse y para iniciar las jugadas, lo que le permite darle fluidez al juego de cualquier equipo, aunque a pesar de ello, tampoco termina de ser una de la especialidades del ariete portugués que sigue siendo un goleador nato.