Ricardo Íñiguez Calabuig, natural de Alboraya (Valencia), ha conseguido el premio al mejor entrenador masculino de la Segunda División del fútbol sala nacional. El reconocimiento a una exitosa campaña, de manos de la ANEFS, es el broche de oro a un año deportivo que concluyó, el pasado 3 de mayo, con el ascenso del Castell a Primera División.

El valenciano se ha impuesto, en las votaciones emitidas por los entrenadores y técnicos deportivos de la asociación, al resto de candidatos y ha declarado, en su perfil oficial de la red social Twitter, sentirse "emocionado. Gracias por el premio, a la ANEFS, tiene mucho valor por la competencia de mis oponentes. Estoy muy agradecido a mis jugadores, esto también es suyo", concluyó.

Ricardo, a lo largo de la temporada, ha sabido manejar el vestuario a la perfección. Ha sabido sacar lo mejor de cada uno de sus jugadores, confeccionar un estilo de juego basado en el compromiso y hacer creer, a su plantilla, que todo es posible con esfuerzo y sacrificio. Motivador excelso, el de Alboraya ve, de esa forma, cumplido otro de sus sueños, tras el del ascenso.