La historia se repite, desgraciadamente. Es tiempo de recortes, donde la balanza de pagos cuenta más que la ilusión o lo deportivo. Carnicer Torrejón pasa uno de sus peores momentos en el plano económico, y eso le repercute muy negativamente en el plano deportivo. El equipo, tras finalizar la liga en tercera posición en Segunda División por detrás de Montesinos Jumilla y Castell Peñiscola, se ve obligado a descender de nuevo, tras la mala situación económica que atraviesa el club, con muchas dificultades para encontrar patrocinador.

Cabe recordar que hace un año, José Carnicer se veía obligado a tomar una decisión dolorosa en el mismo sentido, tras disputar el Playoff por el Título de la LNFS e inscribirse en Segunda por la falta de patrocinadores. Carnicer reconocía que el club torrejonero no podía cumplir con todas las exigencias que conlleva un presupuesto mínimamente digno para competir en Primera División, e inscribió al club en Segunda División. 365 días después, se repite la misma historia dramática para el histórico club madrileño. De hecho, gente como Zamo se ha desvinculado del club al término de la temporada, consciente de la difícil situación del club, y ahora se vuelven a abrir incógnitas sobre muchos de sus futbolistas.

"La honradez, honestidad y responsabilidad con los pagos a nuestros jugadores, los árbitros, técnicos y proveedores nos hacen tomar esta decisión", reza así el comunicado web en el que el club ha explicado la situación en la que se encuentra. "Seguiremos trabajando más si cabe para devolver al equipo al lugar que se merece, y encontrar los apoyos económicos necesarios", continúa la nota de prensa de la entidad torrejonera. Carnicer no garantiza el mínimo presupuesto para la temporada, y ha decidido volver a dar un paso atrás que le mantenga con vida y no acabe con él, como ya pasó con Puertollano FS, Benicarló y otros casos recientes en el fútbol sala.