No pudo ser. A la cuarta jornada consecutiva, la remontada no llegó. Inter, Santiago y Marfil se habían quedado a tan solo unos segundos de vencer al actual campeón de Liga pero sin embargo, el espíritu ganador sumado a la calidad de los futbolistas azulrganas dieron la oportunidad de remontada. En el choque ante Peñíscola iba por el mismo camino hasta que una pena máxima, rigurosa, a falta de 58 segundos para el final condenó a los azulgranas a una reflexión necesaria en este inicio.

Un inicio habitual en el Palau

El primer tiempo de los de Marc Carmona fue deficiente y lo peor de todo, para los intereses azulgrana, es que no es noticia sino que ya viene siendo algo habitual. Apenas una doble acción, con disparo de Fernandao, que despejó el portero y de Lozano, que lo envió al travesaño fue el bagaje ofensivo peligroso de un equipo que presume de calidad en los metros finales.

El Peñíscola, por su parte, se mantenía bien atrás y renunciando a tener el balón se bastaban de posesiones cortas y rápidas combinaciones para buscar la portería de Cristian, que disputaba sus primeros minutos esta temporada. Sin ocasiones claras para abrir el partido, al final del primer tiempo se llegó con el sorprendente resultado de 0-2. Diego Blanco de cabeza y Uge, de penalti, dieron la momentánea ventaja a los visitantes. Nadie daba crédito a los vivido en el primer tiempo en el Palau. 

Remontada a medio camino

El inicio del segundo tiempo fue frenétio, en apenas seis minutos el Barça ya había igualado el partido y a base de buen fútbol y con numerosas ocasiones. Saad puso el cuero en la escuadra tras un buen zurdazo y Sergio Lozano, el hombre-gol del Barcelona, aprovechó una jugada llena de fortuna para sumar la igualada. Partido nuevo a falta de 13 minutos para el final. 

El Barcelona Alusport seguía intentando el tercero ante un rival que apenas podía defenderse. Sin embargo, los disparos eran siempre lejanos, sin combinación previa alguna. En una jugada embarullada, el colegiado señaló penalti a falta de cuatro minutos y Lozano nuevamente puso el 3-2 en el marcador. Parecía que todo estaba hecho y que el Barça ganaría nuevamente tras remontar al rival. Pero, nada más lejos de la realidad, a falta de 59 segundos un nuevo penalti daría el empate al Peñiscola, que hizo saltar la banca ante un Barcelona que lleva dos empates como local consecutivos.