El runrún inicial en el pabellón de La Salobreja, antes incluso de que rodara la bola, hacía presagiar sensaciones contrapuestas. Por un lado, la afición jiennense se ilusionaba ante el primer rival de nivel que visitaba su domicilio, engalanado especialmente para la ocasión; pero, en la otra orilla, existía un contrapunto antagónico, el derrotista, que apenas dejaba ilusión a la hazaña, muy poco de moda en este comienzo liguero.

Inter Movistar condiciona mentalmente al rival, no le permite que se desenvuelva con soltura y provoca el error. La actitud soñada por todo entrenador: anular al rival. Jaén Paraíso Interior se contagió de esa presión psicológica (y física) que experimenta cualquiera que se enfrente a los alcalaínos y cometió fallos acelerados en combinaciones fáciles que no aparentaban peligro aparente. Los titubeos en la defensa andaluza eran constantes en los primeros minutos y se personalizaban en la figura de José López, inoperante empáticamente con sus compañeros, esto es, todo lo alejado que se puede estar al concepto de ayuda.

Ricardinho descongestionaba y creaba espacios fácilmente, con fintas certeras que desorientaban al adversario, demasiado ocupado hacia dónde iba a ir a parar la pelota después de la hipnosis portuguesa. Rafael, que continuó con su ráfaga y ya suma siete jornadas consecutivas marcando, abrió el marcador tras una serie de rebotes pero que, fíjate tú, fueron a parar a sus botas. Es lo que tiene estar en estado de gracia, que ni los mil agujeros en tus zapatillas te hacen cambiar de calzado. Cuatro minutos después, Juan Puertas empataría el encuentro con una preciosa vaselina que no impactaba la red, sino que la besaba.

Atentos aquí, pues el primer mazazo psicológico hizo acto de presencia. Aún estaba la grada celebrando el gol local cuando Rafael (sí, otra vez) se congratuló nuevamente con su segundo tanto, si bien en esta ocasión Jaén FS sí que reaccionó con celeridad a igualar, en el mismo minuto, el marcador. No habiendo aprendido la lección anterior, Inter Movistar volvió a ir por delante (provocado por una falta absurda de José López). Esta vez, la afición seguía abrazándose cuando sucedió y desesperó en el momento que Borja quiso agradecer con otro gol la musa futbolística que le regaló Rafael (también conocido como asistencia de gol con el exterior desde media cancha).

Jaén FS parecía a cada minuto una muñeca de porcelana rota y recompuesta únicamente con pocas gotas de pegamento y celo, pero inestable en su propia estructura. El filo de la mesa se acercaba y la caída era prematura, sin ningún atisbo  de que el miedo merodeara por la escuadra verde, que proseguía con una presión alta ya pasado el cuarto de hora de la primera parte. La ventaja de dos goles interistas no se movería hasta después del descanso.

Con el poder mágico de las palabras, los andaluces adoptaron una actitud más voluntariosa en el segundo tiempo, conscientes, tal vez, de que los puntos no estaban tan lejos. Fue un espejismo que duró hasta que el gol de Pola creó rostros cabizbajos en el parqué. La desventaja de tres goles parecía quimérica  e Inter ganaba terreno físico, presencial y emocional al tiempo que las figuras jiennenses –en especial Lolo Jarque y Miguelín- no daban señales de existencia.

La facilidad con la que Borja y Jesús Herrero (este propiciado por la tentativa de portero-jugador) aumentaron la cuenta evidenció un conjunto más engranado y preparado para luchar por títulos. Desde entonces, Jaén FS se limitó a sobrevivir en el fango y a intentar que su efigie no se dividiera en más partes. No hubo más recompensa que el gol de Puertas y un par de ocasiones que aliviaron, de una u otra forma, el mal trago.

De esta forma, Inter Movistar es líder de la clasificación con 19 puntos (y un partido menos que ElPozo y Barça, sus perseguidores). Jaén FS, asqueado por los últimos resultados, suma cinco puntos para situarse en la duodécima posición.

Daniel Rodríguez y Jesús Velasco analizan el encuentro

El técnico jiennense, Daniel Rodríguez, no se mostró del todo descompuesto, ya que se trataba de una derrota anunciada y asumió los defectos que viene acusando su equipo en este inicio, como es la falta de gol. “Nos falta gol, pero es lo que hay después de la lesión de Dani Martín. La ejecución en algunas jugadas [la que propició el gol de Jesús Herrero con portero-jugador] no es correcta”, aseguró en rueda de prensa.

“Tenemos que hacer nuestros partidos y apoyarnos en la ilusión de la gente. Ahora nos vienen partidos difíciles con Santiago y Marfil, pero tenemos que esperar al segundo bloque, donde estarán los clubes de nuestro nivel”, prosiguió. También hizo referencia a que “el 80/90% de la plantilla debuta este año en Primera División”, antes de aclarar que los equipos exigen “física y mentalmente a los jugadores, es normal que noten el cansancio”.

En el otro bando, Jesús Velasco, entrenador interista, definió el partido como “bien luchado” por parte de su plantilla y señaló como punto de referencia que se liberaron de “la presión que cada equipo suele hacer en su cancha”. “Es lo que nos esperábamos, un equipo [Jaén FS] que trabaja en defensa y tiene buena presión en media cancha, pero hemos estado sólidos en las dos parcelas del juego”, aseguró el toledano.

Añadió que se impuso la “calidad y el banquillo” de los suyos. Este año, por ahora, sin lesiones que entorpezcan el camino como las de Mati, Betao y Eka la campaña anterior, sí que ve próximos los títulos y luchar con FC Barcelona Alusport y ElPozo Murcia. En relación al argentino, afirmó que “lo más probable es que no juegue esta temporada”.