Con un ambiente frío, tanto en temperatura como en las gradas, Inter Movistar no necesitó mucho para situarse como líder en solitario al vencer a un Peñíscola Bodegas Dunviro que llegaba al Caja Madrid con la intención de meterse de lleno en la lucha por los puestos que dan acceso a la Copa de España 2014, la cual se disputará -como sucediera en 2012- en Logroño.

El partido comenzó con un dominio abrumador por parte de Inter Movistar. Mientras que los de Íñiguez esperaban en media pista, los locales circulaban a su antojo el balón y, poco a poco, iban generando las primeras ocasiones del encuentro. Así, tras dos disparos lejanos de Rivillos,  llegó el aviso de Pola y el gol de Carlos Ortiz, que culminó una bonita triangulación entre Rivillos, el propio cierre y Ricardinho.

Con el 1-0 en el marcador, la dinámica del juego no cambió y los de Velasco seguían marcando el ritmo, si bien es cierto que Peñíscola se fue estirando poco a poco. Tanto es así que, mientras los alcalaínos probaban con disparos lejanos a Gus y a Iván -que entró en sustitución del primero, lesionado-, los visitantes rozaron el empate por medio de Contreras, Juan Carlos y Maza.

Pero, rápidamente, Inter Movistar evitó cualquier situación de momentáneo riesgo haciendo el 2-0. El encargado de hacer el tanto fue Mario Rivillos que, tras encarar a Carlos Anós y deshacerse de él con facilidad, fusiló a Iván, que nada pudo hacer para evitar el segundo tanto local.

Fue entonces cuando el partido entró en un soporífero letargo, en donde las imprecisiones primaban por encima del buen hacer de unos y otros. Inter controlaba a su antojo y Peñíscola seguía agazapado a la espera de algún robo que permitiera alguna contra, hecho que no sucedía. Solamente un genial pase de Ricardinho que acabó con un taconazo de Pola, levantó los aplausos de la grada.

A pesar de esto, el resultado pudo variar antes del intermedio ya que, mientras Inter Movistar seguía generando ocasiones más o menos claras, Peñíscola tuvo dos muy buenas para meterse de lleno en el choque a escasos segundos del descanso, pero Jesús Herrero lo evitó con sendas paradas a Juan Carlos y a Gonzalo.

Nada cambió tras el paso por vestuarios y los de Velasco continuaron manejando el duelo. Nano Modrego y Ortiz tuvieron la sentencia definitiva en los primeros compases del segundo período pero no supieron definir en los metros finales, por lo que, al menos, el resultado seguía abierto.

También pudieron hacer el 3-0 Bateria, Ricardinho y Rubén Orzáez, pero todos se encontraron con Iván, que se convertía con el paso de los minutos en el mejor encuentro sobre la pista del Caja Madrid. Y, tras no cerrar el partido, llegó el tanto de Peñíscola. Corría el minuto 28 cuando un saque de falta, después de una cesión a Jesús Herrero, terminó en la primera oportunidad en la que los visitantes lanzaban a puerta en esta segunda parte. Y Contreras no perdonó, hizo el 2-1 y le puso un poco de picante al encuentro.

Pero poco le duró la alegría al cuadro de Ricardo Íñiguez y Pola, culminando una jugada ensayada sacada desde la banda por Carlos Ortiz, hacía el 3-1 con el que Inter Movistar volvía a poner tierra de por medio.

Este hecho obligó al entrenador visitante a colocar a Uge como portero-jugador a falta de más de ocho minutos para el final. Pero si estaba complicado para Peñíscola, todo se puso aún más negro cuando instantes más tarde Rivillos robaba un balón en tres cuartos de cancha, sirviéndoselo después a Rafael en bandeja para que hiciera el cuarto de la noche.

No tuvo tiempo para intentar la remontada el equipo visitante, que vio como su primer ataque terminaba en gol de Inter Movistar, obra de Jesús Herrero desde su portería. Además, por si fuera poco, tras el saque de centro, Bateria robaba la pelota, regateaba a Iván y hacía el 6-1.

Tras este desaguisado, Peñíscola bajó los brazos y volvió a atacar en igualdad numérica, a la espera de que el paso de los minutos evitara una mayor goleada. Inter Movistar tampoco quiso hacer sangre, conforme con su décima victoria en once partidos de Liga. Solamente una bonita jugada entre Borja y Modrego, que hizo el definitivo 7-1, alteró el final del choque.