Rivales de la misma liga, que se dice, estaban citados para la decimocuarta jornada liguera en La Salobreja. Y pareció que esto tuvo un efecto mágico en Jaén Paraíso Interior, quien durante los primeros minutos redujo los nervios de los que normalmente adolece en los primeros minutos y, lo que resulta más sorprendente, mejoró los atributos propios. También sorprendía, entonces, que Azkar Lugo se situara agazapado en su meta con el único objetivo de ver pasar una y otra ocasión de los locales sobre la meta de Mendiola. De hecho, hasta Alfonso Prieto cambió los reflejos bajo los palos por recortes a pívots contrarios. Fíjense hasta donde llegaba el estado de gracia de los andaluces que lograban defender sin desorden. Empezaban bien los jiennenses. O eso creían.

Lo improbable aparecía. La estrategia era una aliada de Jaén Paraíso Interior, algo que no suele ocurrir y que aprovecharon para subir su autoestima conforme pasaban los minutos. Creaban peligro una vez sí y otra también, por lo que un servidor trató de comprobar si el parqué estaba más inclinado hacia un lado, el lucense, concretamente. Yoni, que ya no parece un fichaje, entraba en la segunda rotación y compensaba ese grado de experiencia que falta en todos los noveles.

 

Con todo y con eso, Azkar seguía en pista para dar algún que otro larguero para pedir respeto a modo de: “¡Eh, que estamos aquí, no nos dejéis mucho espacio!”. El cuadro de Diego Ríos se estaba viendo superado, en parte, gracias al empuje de Jorge Bellvert, cuyo ímpetu contagió a sus compañeros con continuas arrancadas (las suyas, las que desgarran defensas) hasta que se rompió en una de ellas. Ahí también se rompió el Jaén FS, cuya pérdida se asemejaba más a la de un padre que a la de un hijo. A partir de ahí, los locales se colapsaron y los visitantes se crecieron.

 

Pero antes, el encuentro era tan atípico que no se movió el marcador en 18 minutos ni aunque se dieran las circunstancias idóneas para que José López, en el segundo palo y libre de marca, lo inaugurara. Ninguno de los dos bandos consiguió comerse un rosco. O eso parecía, porque Chano supo aprovechar su corpulencia y atormentar a sus rivales, mucho más pendientes en buscar el contacto que de robar la bola. Tanto empeño puso que cambió el rosco por gol y adelantó a los suyos un minuto antes de que Cuco los rematara con el segundo. Jaén Paraíso Interior, más profundamente, quedó quebrado, cansado y mentalmente frustrado. En apenas dos minutos hubo una desconexión brutal. Y así llegó al descanso, descompuesto. Azkar, en cambio, estaba más chisporroteante que con un pleno al 15.

 

Con la reanudación se expusieron estrategias bien definidas. Azkar optó por una defensa zonal para reducir las posibilidades de penetraciones. A Jaén le tocaba armarse de paciencia y de algo más si quería acortar distancias. Como en todo el encuentro, los jiennenses elaboraban medianamente bien la jugada, pero fallaban en el momento que no se puede errar: el último pase. Siempre había una pierna colocada, un rechace, un rebote que hacía que los gallegos no sufrieran en exceso. Incordiar desde fuera del área no era suficiente y Prieto algún día se cansaría de frenar todas las acometidas.

 

Se notó la experiencia. Azkar Lugo es un equipo que supo amortizar los momentos de los que dispuso pese a que su juventud indique desorden y desenfreno. Sobre todo, supo manejar la desesperación y el descontrol que reinó sobre el parqué durante toda la segunda mitad, incluso cuando Jaén Paraíso Interior encontró una brecha que encumbró a Mendiola. A la contra, no obstante, Jandri un punto más al luminoso de Azkar.

 

Ya a la desesperada, Yoni se enfundó la zamarra de portero-jugador y buscó superioridad. Una pasiva superioridad fue, porque Jaén no logró -y menos con la baja de Bellvert- desequilibrio y se alojó en el regate de Lolo Jarque como única medida para formar novedad. No había manera de marcar. No lo hicieron.

 

De esta forma, Azkar Lugo se coloca con 12 puntos en la undécima posición y adelanta a Jaén Paraíso Interior, que se queda con 11 puntos en el escalón número 13. Los gallegos recibirán a Inter Movistar el próximo fin de semana, mientras que los jiennenses viajarán hasta Manacor.

 

Dani Rodríguez y Diego Ríos analizaron el encuentro

 

Con ciertos síntomas de resignación, Dani Rodríguez ofreció su lectura del partido: “El resultado no es justo, es verdad que hasta el 2-0 hemos sidos superiores, pero la diferencia es que nosotros no la hemos metido y ellos sí. Cuando han metido la primera, ha cambiado totalmente el partido, ellos se lo han creído y nosotros hemos bajado un punto la presión. Al final hemos tenido alguna ocasión pero cuando la pelota no quiere entrar, no entra”.

 

Sin embargo, el jiennense no cree que se les esté escapando el objetivo: “No nos estamos descolgando, vamos de menos a más y hoy no hemos sido inferiores. Hemos tenido más ocasiones, pero menos efectividad. Mendiola ha parado cuatro o cinco muy buenas y hemos acusado esos goles que se llevan de rebote y, a partir de ahí, se nos ha inclinado la pista y nada más. Han sido más efectivos”.

 

En cuanto a la lesión de Jorge Bellvert, aún no es posible conocer el alcance de la lesión porque son necesarias las pruebas para saber “los centímetros de la rotura”. En relación a ello, señaló que sabían que iba a ser “un equipo muy difícil y que estaba haciendo buenos partidos”. Además, tuvo palabras para Chano, por el que el club andaluz se interesó este verano: “Tenía marcado el partido en el calendario y lo ha demostrado”.

 

El futuro está muy claro para el técnico: “Todos los partidos son importantes y sí que es verdad que los últimos minutos se nos escapan puntos. Van a ser todos iguales y los partidos en Manacor y Zaragoza serán partidos a cara de perro”.

 

Diego Ríos sí que se mostró muy alegre con la primera victoria fuera de casa y repasó varios aspectos: “Por fin la hemos conseguido. “El primer año éramos capaces de ganar más partidos [a domicilio] que ahora. Este año empezamos irregulares en Liga a pesar de que hicimos buenos partidos. Nos viene bien para quitarnos ansiedad”.

 

El estilo de los suyos fue definido y así lo transmitió: “Nos gusta tener la pelota a pesar de que nos enfrentemos a clubes superiores en jugadores y presupuesto. Esta es la filosofía que tenemos, la de la escuela. Hay momentos en los que hay que tenerla y otras no. El 0-1 nos vino bien porque fuimos superiores a partir de ahí. En la segunda parte tocaba sufrir y robar alguna pelota. Hoy salió, no sale siempre. Con la defensa de portero-jugador estuvieron más torpes y lo aprovechamos”.

 

Para finalizar, Ríos analizó los partidos venideros: “Al final es la clasificación la que manda. Si teníamos 9 puntos era porque nos los merecíamos. Respecto a Jaén, es su primer año en la competición y eso pesa. Nuestra plantilla sigue siendo joven, porque empezaron más jóvenes todavía. Si jugamos mirando hacia adelante, cuanto más ambiciosos seamos, más van a venir los resultados. Estos jugadores juegan mejor cuando tienen el fuego delante, así pasó con Gran Canaria y hoy con Jaén. Estoy muy satisfecho con el equipo y con el cuerpo técnico porque llevamos semanas muy duras. Ahora queda el partido de Inter para disfrutar”.