Jaén, Benicarló, Córdoba, Terrasa, Madrid, Zamora y Granada son las ciudades que han visto nacer a las diez mujeres que, con su espíritu incansable y con su ilusión por acompañar a su pareja en su pasión, son el apoyo y el sustento de un deporte que no para de crecer, llegando a límites insospechados y a sacrificar, incluso, toda una vida, como es el caso de nuestra primera protagonista. Sandra Aller, una joven madrileña de 22 años que mantiene una relación con Carlos Maza y que tuvo que dejar atrás una experiencia por tierras londinenses. Al igual que ella, Tamara Vergudo, otra nacida en la capital española hace 31 años, esposa de José Contreras y madre de dos niñas; o Sara Tera González, zamorana de 29 años y pareja del guardameta Gus.

Debido a la vida un tanto nómada del futbolista, muchas veces debes convivir con la distancia, como sucede con las siguientes tres protagonistas, todas ellas andaluzas. Mamen Lerma, natural de Jaén, a sus 20 años mantiene una relación sentimental con Míchel desde hace 7. Otra de ellas es Carolina Molina, novia de Solano y nacida hace 29 años en Córdoba. Por último, María Abril, quien vive en Granada desde hace 22 años y su pareja es el cierre Uge.

También deben adaptarse al factor de no estar junto a su novio, o esposo, las siguientes tres mujeres. Yureia Pereira, conocida como Aline y brasileña de 25 años, quien está junto al pívot Juanqui desde los 20. Tania Ibarra, la tercera madrileña del grupo, es una de las más jóvenes, con 21, seis de ellos al lado de Asensio. O Mónica Moreno, la más veterana con 36 años, esposa de Diego Blanco desde el 2001 y madre de dos niñas. Para finalizar con las presentaciones, Bego Carretero. A sus 25 años, la joven benicarlanda es quien disfruta, actualmente, de la situación más cómoda, ya que tiene a Gonzalo, su pareja, a su lado y reside en su ciudad natal.

Pregunta: ¿Son aficionadas al deporte en general?

Respuesta: Respecto a la primera cuestión de la entrevista hubo disparidad de opiniones, con una ligera mayoría hacia la afirmación, como en el caso de Sandra, quien asegura que "su abuelo, desde los tres años, le transmitió todos los valores del deporte". Otras, como Tamara y Mónica afirman que les gustan todos los deportes, mientras que Mamen, María y Sara citan algunos en concreto, como fútbol sala, baloncesto o volley.

Por contra, cuatro de las diez féminas declararon no ser aficionadas al deporte, aunque Tania, particularmente, comentó que "es más aficionada a verlo que a practicarlo". Las demás, como son Aline, Bego y Carolina respondieron de forma negativa a la pregunta, argumentando, como Bego, que han practicado deporte con poca edad, debido a recomendaciones médicas.

P: ¿Cuando veían fútbol sala, antes de iniciar la relación con su pareja, qué les parecía?

R: Muchas de ellas coinciden en que era el deporte más practicado en su pueblo natal, como el caso de Tania, Carolina, Sandra y María, quienes aseguran que "el fútbol sala es una actividad física muy entretenida, a la par que amena, con partidos entretenidos". En esta afirmación coinciden todas ellas, a la cual Bego añade "un ritmo y una intensidad que impresionan. Tiene algo especial".

Precisamente, la relación de Bego con el fútbol sala se asemeja a la de Sara. Ambas conocieron este deporte por motivos laborales. En el caso de la pareja del portero Gus, ella empezó a aficionarse con las entradas que les daban para asistir a los partidos en la clínica de recuperación muscular donde trabajaba. Allí iban a tratarse los jugadores del Benicarló y Sara, animada por compañeras y miembros del equipo, comenzó a acudir al pabellón.

Tamara y Mamen, por su parte, viven el fútbol sala como una tradición familiar, ya que ambas tienen hermanos que han sido partícipes del juego de salón y con un padre entrenador, como apunta la mujer de Contreras. Sin embargo, Aline y Mónica comenzaron a seguir este deporte al conocer a sus respectivas parejas, Juanqui y Diego.

P: ¿Y en estos momentos, vinculadas sentimentalmente a un jugador?

R: Aquí, la respuesta fue unánime, como no podía ser de otra forma, ya que todas ellas conciben el fútbol sala, en estos momentos, como "una forma de disfrutar con la pasión de su compañero sentimental", afirma Tania; ya que "él es parte del espectáculo", matiza Carolina; y "cada triunfo de él también lo es para ella", sentencia María.

Aline, Sandra y Mamen aseguran que se han vuelto más curiosas, y tratan de aprender los conceptos que completan este maravilloso deporte. Bego declara que "ahora ve las cosas de otra forma, pendiente de una persona, de verle disfrutar", a lo que Sara aporta que "estás continuamente en tensión, pendiente de cómo juega".

El caso de la pareja de Diego Blanco es el más especial. Ambos llevan 19 años juntos, tiempo en el que Mónica no ha dejado de seguirle, allá donde su exitosa carrera lo ha llevado, "viviendo y disfrutando con el esfuerzo y el trabajo de un jugador, y a la vez compañero, que está donde merece". Por último, Tamara resume de la siguiente forma el sentir mayoritario, con una frase tajante: "Antes me gustaba, ahora me apasiona. Sufro y río a partes iguales".

P: Cuando tienen ocasión, ¿acuden al pabellón a verles y animarles?

R: Otra de las preguntas que tuvieron una réplica similar, aunque con matices, ya que no siempre es posible. Aline, Carolina, Mamen, María y Tania, por ejemplo, son unas muestras de ello. Las cinco, distancias de Benicarló por diferentes motivos, aunque la mayoría son laborales o académicos, acuden siempre que es posible. Aseguran que hacen todo lo posible, pero no siempre se puede. Cuando no así, dejan constancia que tratan de seguirlo por medios de comunicación o redes sociales.

En cambio, Bego, Tamara, Sara, Sandra y Mónica son asiduas en el Municipal de Benicarló. Residentes en la costa castellonense, a excepción de Mónica que vive fuera pero viene con las dos hijas que tiene en común con Diego Blanco, acuden a apoyar a sus parejas sin falta, ya que les encanta ir a animarles y darles todo su apoyo desde la grada. Para Bego, nacida en Benicarló: "Cuando hay partido en casa se convierte en prioridad máxima. He vivido momentos, junto a él, imborrables".

P: ¿Hay diferencia, en el entorno privado, cuando pierden y cuando ganan un partido?

R: "Por supuesto, aunque con el tiempo he aprendido a controlarlo", así de directa y sincera se muestra Mónica. Las dos otras parejas de los veteranos, Uge y Gus, también añaden que a nadie le gusta perder, y el estado de ánimo es bajo, incluso de enfado". Tamara matiza que "el cansancio tampoco es el mismo. Cuando ganan están alegres, y cuando pierden un tanto apáticos", afirmación en la que coinciden Aline, Bego y Sandra.

Tania, por su parte, declara que "siempre intento animarle, cuando han sufrido una derrota, y trato que desconecte, aunque son profesionales y cuesta un poco". Carolina y Mamen, por último, señalan que incentivan a su pareja a mejorar, a que aprenda de sus errores y, sobre todo, a que sea realista, para de cara al futuro corregir y progresar como deportista.

P: Cuando están en la grada, ¿qué sienten?

R: Superado, en cierta forma, el terreno familiar más privado, pasamos a abordar los sentimientos que experimentan en las gradas de los recintos deportivos, que Carolina los define como un "cóctel", "algo inexplicable", según Sandra. Sara, Tamara, María, Aline y Bego coinciden en que se pasan muchos nervios, sobre todo si el partido está con un marcador ajustado, pendiente en todo momento del partido y sin bajar la guardia. Tania y Mónica, al igual que María, también sienten temor a que se lesione durante el encuentro, por lo que se trata de un "cúmulo de sentimientos y emociones", palabras de Mamen.

P: ¿Piensan que son un apoyo para su pareja?

R: Todas a una respondieron: "Sí, lo soy, nos apoyamos mutuamente. Para lo bueno y para lo malo, saben que estamos para lo que necesiten. Siempre hemos estado a su lado, como cualquier miembro de su família. Que nos vean en la grada es un no rendirse, con buscar esa mirada de ánimo les damos oxígeno y fuerzas para seguir con su sueño, con su pasión".

P: ¿Les gusta que les dediquen goles? ¿Podrían describir el sentimiento cuando eso sucede?

R: "¿Y a quién no?", respondieron entre risas. "En ese momento, que se acuerdan de nosotras, nos hacen sentir importantes. Percibimos que, entre tanta euforia y emoción, piensan en su pareja. Sentimos orgullo, satisfacción, ilusión y agradecimiento por el apoyo". Tamara, pareja de Contreras, un veterano ya de este deporte, va más allá y asegura que "todavía, a día de hoy, se le llenan los ojos de lágrimas".

P: ¿Sufren en los partidos?

R: "Siempre se sufre, y se pasan muchos nervios", asegura María, aunque "va con el carácter de cada uno", matiza Bego. "Hasta el final estás con tensión, pasándolo mal, con nervios y alerta", afirman todas, pese a que "también hay momentos de alegría", recuerda Sara.

P: Cuando padecen alguna lesión, ¿desconectan o se implican todavía más?

R: En esta vuelven las contradicciones, ya sea por el tiempo que llevan junto a su pareja o por la edad de la misma, factores influyentes a la hora de responder, como es el caso de Aline y Bego, quienes, por suerte, no han tenido que vivir ninguna lesión importante, aunque están seguras que lo darían todo por recuperarse y volver, cuanto antes, para ayudar al equipo. Precisamente, de esa capacidad de superación habla Sandra, quien la admira y asegura que "se implica el doble o el triple", respuesta que las demás féminas asienten con la cabeza, que también se acuerdan del trabajo del exquisito trato que reciben los futbolistas por parte del fisioterapeuta del equipo.

P: La vida del futbolista, un tanto nómada, siempre de aquí para allá. ¿En qué ciudad han estado más a gusto?

R: Otra de las respuestas donde el tiempo de relación sentimental es un factor determinante. Buena cuenta de ello dan Bego, nacida en Benicarló, Aline y Sandra, ya que esta localidad castellonense es la primera, y la única, que han compartido con su pareja. El resto, a excepción de Mónica quien asegura haber estado a gusto en todas, se decanta por una en concreto, como Carolina, Mamen y María. Todas ellas, separadas por la distancia, prefieren otras ciudades, como Jaén, Murcia o Granada, respectivamente, por la cercanía que tenían con "sus chicos".

El caso de Tamara y Sara merece especial atención. Trotamundos como pocas, las parejas de Contreras y Gus aseguran que "en Benicarló están muy bien, han conocido gente estupenda y se han reencontrado con viejos amigos. Además, la playa está cerca". Sin embargo, Tamara, con el corazón en la mano, y emocionada, se queda con los dos años que pasó en Bilbao, al igual que Sara, pero en Zamora.

P: Allí, en las gradas, se hacen amigas entre ustedes. ¿Cómo es la relación?

R: Todas coinciden que "es muy buena, aunque siempre tienes más afinidad con unas que con otras", declaran Tamara, Aline y Sandra. Aseguran que "quedan en los ratos libres, incluso, para tomar algo o ir de compras". "Somos como una pequeña familia. Tratamos de hacer grupo para sufrir, y animar juntas. Congeniamos muy bien y estamos muy a gusto todas".

P: ¿Mantienen relación con alguna de las mujeres anteriores?

R: Cada una, un mundo. Aline, por ejemplo, comenta que "habla con algunas por teléfonos, y se vuelven a encontrar cuando coinciden sus parejas sobre la pista". Mamen, Bego, Mónica y Sara y Tamara, por su parte, aseguran que "mantienen la relación, por redes sociales, con muchas de ellas. Todos están bien y eso es motivo de alegría". Sin embargo, Sandra, María y Tania afirman que no, por diferentes motivos, como el caso de Sandra, quien al llevar medio año junto a Carlos Maza no ha estado en ningún otro equipo.

P: ¿Cómo se adapta una a tanto cambio, en muchos casos?

R: Cada persona tiene un carácter, una personalidad y una adaptación, al medio, diferente, por lo que la respuesta es variada. La que no han tenido excesivos problemas ha sido Bego, ya que reside en Benicarló. Todas las demás, resignadas, como Carolina quien aseguran que "no hay otra opción, es su ilusión, su trabajo, sus metas". Para Aline, las amistades y la ciudad influyen, al igual que la marcha del equipo y el rendimiento del jugador, aunque para Tamara, Sara y Mónica "es muy duro hacer las maletas cada cierto tiempo, sobre todo si hay niños de por medio, con cambios de colegio y amigos. Lo intentas llevar lo mejor posible, no queda otro remedio".

P: ¿Ha tenido que sacrificar muchas cosas por su carrera deportiva? ¿Cuáles?

R: Paralelamente a la pregunta anterior, y a la de si acuden al pabellón a animar, muchas de ellas afirman que no, bien sea porque continúan con su vida en su ciudad de residencia, como Carolina, Mamen, María, Mónica y Tania; o Bego, quien vive en su pueblo natal, donde está junto a su pareja, Gonzalo.

En cambio, Sandra, Sara y Tamara lo han tenido que dejar todo atrás para acompañar al jugador en su carrera. La compañera sentimental de Carlos Maza, de no estar con él, estaría ahora en Londres, trabajando, pero tomó la decisión de dejar su presente por empezar una vida nueva a su lado. Como las otras dos, quienes abandonaron su rutina, sus amistades y su trabajo y, a día de hoy, siguen convencidas que fue la mejor decisión, que no se arrepienten de nada.

P: ¿Se compagina bien familia y deporte de élite?

R: Disparidad de opiniones, ya que para María, Mónica, Sandra y Tamara sí, pero para el resto de entrevistadas, seis, no. Las cuatro, nombradas anteriormente, aseguran que "es como un trabajo más. Te intentas adaptar y llevarlo lo mejor que se puede. El sacrificio implica cambios, y nosotras estamos junto a ellos, como una familia que somos". Sin embargo, el sexteto declara, con contundencia, que no, ya que "se echa de menos no pasar tanto tiempo al lado de sus seres queridos, con un futuro incierto y distanciados, en muchos casos, la mayor parte de los días".

P: ¿Viven juntos?¿Cómo es el día a día?¿Cómo es la distancia?

R: En esta ocasión, empate técnico a cinco, entre afirmaciones y negaciones. Las que viven junto a su pareja (Aline, Bego, Sandra, Sara, Tamara) responden que "su día a día es como el de cualquier pareja joven, donde se reparten las tareas familiares". Por contra, Carolina, Mamen, María, Mónica y Tania residen lejos de sus compañeros sentimentales y "estar separados, sobre todo al principio, es complicado, pero no hay más remedio que aceptarlo". En el caso de Mónica, pese a que se ven cada fin de semana, ella reside en Terrasa por sus hijas, mientras que las otras cuatro continúan con su vida académica y argumentan, la distancia, debido a su juventud.

P: Pese a no ser un deporte muy mediático, muchas veces se rodean de prensa y cabe la posibilidad que se codeen con gente guapa. ¿Cómo se lleva eso? ¿Están, las mujeres de los futbolistas, hechas de otra pasta?

R: "Nosotras también somos guapas", afirma Bego entre risas. Pese a que siempre hay celos, ya que están expuestos a que todas los conozcan y que sean el centro de todas las miradas, todas ellas apelan a la confianza plena en la otra mitad de la pareja, base de cualquier relación y la clave para que funcione el vínculo emocional, y más cuando hay una cantidad importante de kilómetros.

P: ¿Qué sienten cuando se afirma, en muchos casos, que las mujeres de los futbolistas son "mujeres florero"? ¿Están de acuerdo con esa afirmación?

R: "Nos parece una afirmación obsoleta, de la cual no estamos para nada de acuerdo. Creemos que es degradante, en el año que vivimos, que se nos pueda considerar así. Somos mujeres normales, que llevamos nuestra casa y algunas de nosotras madres. Somos personas normales y sencillas, que nos ganamos la vida como cualquier otra. Ellos nos hacen sentir importantes y partícipes de todo. Nos consideramos independientes y libres", declararon todas juntas, como si de un sentido canto hacia la igualdad se tratara.

P: ¿Qué estudios poseen? ¿Trabajan, actualmente?

R: Hemos querido repasar su formación académica para, de esta forma, acabar de enterrar el tópico anterior con ellas diez mujeres como buena muestra. Aline trabaja en un centro de belleza, puesto que finalizó sus estudios de peluquería y estética. Bego, por su parte, es diplomada en Ciencias empresariales, licenciada en Administración y Dirección de Empresas y ha cursado un Máster en negocios internacionales en la prestigiosa universidad Lessius Hogeschool, de Amberes (Bélgica).

Tania finalizó sus estudios de Educación Primaria en la universidad Complutense, de Madrid; Mamen está en tercero de Trabajo Social, en Jaén; mientras que María está terminando una doble licenciatura de Derecho y ADE. Caso parecido, el de la pareja de Uge, al de Sandra, quién está cursando cuarto de Periodismo. Sara, fisioterapeuta y osteópata, trabaja en una residencia de ancianos. Por último, Carolina, Mónica y Tamara son auxiliar administrativo y, pese a que las dos primeras están trabajando en una residencia y como monitora, respectivamente, la pareja de Contreras está buscando trabajo.