Nuevo golpe de autoridad de un Barcelona que no se da por vencido en busca de un casi improbable liderato de la fase regular. A un Palau mágico, como el de las mejores noches, llegaba Inter Movistar, líder invicto en la competición y que está completando un curso extraordinario. La diferencia de ocho puntos con la que Inter contaba antes del encuentro les daba esa tranquilidad de jugar sin la presión de la clasificación, no como los culés, que de no sumar los tres puntos se despediría de la primera plaza.

El partido fue vibrante, el Barcelona llegaba con la única baja de Cristian una vez Lozano ya se había recuperado y jugado minutos en las últimas jornadas. Barcelona e Inter, quizá los dos mejores equipos de Europa, brindaron un espectáculo único y en el que el equipo de Marc Carmona salió vencedor con merecimiento.

Inter comienza con efectividad

El encuentro fue dominado por el Barcelona de principio a fin. Los culés, sabedores de la importancia del choque, salieron a mandar y a imponer un ritmo elevado ante la máquina verde y Saad a los siete minutos abrió la lata para el equipo local. Lejos de venirse abajo, con una efectividad espectacular, Ortiz y Batería, que dejó un sinfin de acciones de lujo, dieron la vuelta al marcador.

Con el marcador en contra el Palau hizo de sexto jugador. La comunión entre afición y jugadores es de las que pocas veces se ha visto en el club catalán y en esta ocasión los azulgranas fueron llevados hasta la victoria por un Palau Blaugrana lleno hasta la bandera ya que fueron 6.217 las personas que se acercaron a ver el espectáculo del fútbol sala. La efectividad de Inter les llevó al descanso con victoria parcial de 1-2, sin embargo, tras la reanudación el Barcelona volvió a ser esa máquina engrasada imparable, la que conquistó tres veces seguidas la Liga.

Un equipo imparable

Al Barcelona no le fue extraño el jugar con marcador en contra, más bien se siente cómodo con esa responsabilidad y llevando todo el peso del partido. En Copa, hace menos de un mes, el conjunto de Alcalá ya se encontró con ventaja y sucumbió ante el poderío azulgrana y en esta ocasión ocurrió nuevamente. Primero fue Igor quien, de jugada individual, subió el 2-2 al marcador. A falta de diez minutos para el final, Aicardo, el más listo del pabellón, se adelantó a la defensa y aprovechó el rechazo tras disparo de Lin. El Palau se venía abajo.

Nunca hay que subestimar a un equipo campeón y eso lo comprobó Inter, que llegó a empatar por mediación de Rivillos en una nueva jugada de pillo. Sin embargo, un terrible golazo de Saad, su segundo en la noche, hizo explotar al público, que vibró más aún segundos más tarde con el gol de Wilde, un gol lleno de trabajo y ganas ya que aprovechó hasta tres rechaces para batir la portería visitante.

El paso de los minutos hizo imposible la reacción de Inter, que buscó el gol que le metiera en el partido. El Barcelona volvía a vencer a Inter y se situaba como único equipo invicto y a cinco puntos del líder de la competición. El liderato aún es posible para los de Marc Carmona.