Los fantasmas del pasado volvieron a acechar Vista Alegre. Los mariñanos se dejaron buena parte de sus opciones de estar en la Copa con una bochornosa derrota en Jaén (4-0). Ahora, a solo cuatro partidos vista de poder certificar su presencia en los playoff, el equipo de Juanlu Alonso a punto estuvo de repetir decepción en el, a priori, partido más cómodo de los que restaban para la conclusión de la liga regular.

La visita de Jaén Paraíso Interior a la Bombonera tuvo un guion de ensueño para el aficionado imparcial, pese a que las florituras se reservaron para mejores fechas. Del entusiasmo inicial a la euforia final, pasando por la impotencia y la rabia, todo ello adornado por una tensión impropia de un encuentro en el que solo uno de los dos contendientes precisaba el triunfo para seguir peleando su objetivo (el Jaén certificó la salvación matemática y ya no podrá llegar a los puestos de playoff). Tuvo que ser Matamoros, cuando ya más de uno daba por hecho el empate, el que marcase la diferencia, con un gol marca de la casa.

Acoso sin derribo

Lo inusual del quinteto planteado por Juanlu Alonso, con Edu en portería, acompañado de Isi, Mimi, Iago Míguez y Juanma, no fue un impedimento para que la coherencia imperase en el inicio del partido. El equipo que más necesitaba la victoria, el Burela, dominaba de forma clara. La posesión y las ocasiones eran de los naranjas y la escuadra visitante no parecía poner reparos para que así fuese.

Solo supuso un espejismo ya que, cuando aún no habíamos llegado al ecuador de la primera mitad, los de Dani Rodríguez comenzaron a gozar de peligrosas contras. El partido parecía tener claro color naranja, pero, en ocasiones, cada vez más frecuentes, ese naranja parecía desteñir en amarillo.

Un Burela frustrado

Para el inicio de la segunda mitad, el equilibrio de fuerzas parecía ya un hecho. Los arqueros Prieto y Edu eran lo más brillante de un partido en el que las defensas se imponían holgadamente a los ataques. Iago Míguez, por dos veces pudo adelantar a los suyos, pero también Juan Puertas y Sergio García quisieron hacer lo propio.

El partido estaba donde lo quería Daniel Rodríguez, que supo jugar con la ansiedad mariñana. El Burela estaba frustrado, sin ideas, ante un equipo que parecía tener mucho más claro lo que buscaba. La posesión naranja era ahora totalmente infructífera y las opciones de gol corrían del bando sureño.

Así, con doce minutos por delante, Juan Puertas adelantó a los suyos, con un buen disparo raso. El sueño del playoff se alejaba de Vista Alegre. Y, esta vez, el de los locales parecía más un problema de aptitud que de actitud. La reacción, como mínimo, parecía complicada. Nada más lejos de la realidad.

Épica remontada

Jaén Paraíso Interior no supo entender la nueva situación del partido. O, quizás, simplemente despertó a la bestia. Pero lo cierto es que, fuese por el paso adelante de unos o por el paso atrás de los otros, el Burela encontró la fluidez y las sensaciones que los andaluces le habían robado. De ahí al final el monólogo lucense fue total.

Tras varias oportunidades fallidas, tuvo que ser Antoñito – muy activo en el día de hoy – el que pusiese el empate, al aprovechar con inteligencia un rechace dentro del área.

No era suficiente; para continuar entre los ocho mejores de la general, los tres puntos eran indispensables. Así que Juanlu Alonso optó por el juego de cinco, con Mimi como eje. Pese a ello, el segundo tanto de la tarde se resistía. Tuvo que aparecer el de casi siempre, cuando ya casi nadie lo esperaba. Matamoros se sacó un zurdazo inapelable a la escuadra a solo cuarenta y un segundos de la conclusión. Dos a uno para los locales. La Bombonera era una fiesta.

Los andaluces buscaron el empate con Yoni como portero jugador. Ya era imposible. No quedaban fuerzas. El gol de Matamoros supuso un mazazo definitivo. Su fusil eliminó de un plumazo a los fantasmas que planeaban sobre la costa lucense. El Burela sigue siendo octavo y solo restan tres jornadas para el desenlace.