Con menos de media entrada en la grada y un ambiente muy frío arrancó el duelo entre madrileños y castellonenses. Al contrario de lo que sucedía fuera, el partido no tardó en coger calor ya que a los cuarenta y tres segundos Lolo hizo el 1-0 con un estupendo zapatazo que se coló por la escuadra derecha de Iván, que nada pudo hacer en el intento de detener el obús lanzado por el cordobés.

Con ventaja en el marcador desde el arranque, el cuadro de Jesús Velasco se dedicó a esperar en media cancha a su rival, que era el que maneja la pelota. Aun así, las ocasiones más claras llegaban por parte de los locales que pudieron abrir más diferencias si Rafael, muy activo en el plano ofensivo, o Borja hubieran estado más acertados de cara a portería. Mientras tanto, los de Carlos Sánchez seguían buscando el momento en el que llegara su oportunidad. Gonzalo y Yeray fueron los protagonistas del ataque visitante, pero ambos se toparon con la figura de Luis Amado, que volvía a la titularidad de la meta de Inter Movistar.

Tras el ecuador de la primera mitad, y después de un paradón de Iván a Rafael, llegó el 2-0, de nuevo, obra de Lolo, que culminaba una triangulación con Borja. Fue el propio Borja el que obligó a emplearse a fondo de nuevo a Iván, auténtico protagonista del partido.

A pesar del gol de Lolo y del nuevo aviso de Borja, Peñíscola FS Bodegas Dunviro no se descompuso y acto seguido Solano hacía el 2-1. Su lanzamiento de falta directa tocaba en la barrera desviando la trayectoria por lo que Luis Amado solo pudo ver cómo el balón se introducía lentamente en su meta. Poco después del 2-1, llegaba el gol del empate, obra de Charly Maza, que en el segundo palo culminaba la asistencia de Solano. Pero el carrusel de goles continuaba en el Caja Madrid y apenas tuvo tiempo el Peñíscola de saborear el empate en el marcador. Lolo seguía de dulce y ponía la pelota a Rafael para que el brasileño solamente tuviera que empujarla a la red.

Tras cuatro goles en tres minutos, el choque no bajó en intensidad ya que Peñíscola se mostraba atrevido e Inter Movistar mostraba muchas lagunas en defensa. Una falta de Ricardinho evitó que Carlos Anós se plantara solo ante Luis Amado. Acto seguido fue Javi Alonso en que lo hizo y el que no pudo batir al portero de Inter Movistar.

Los interistas no estaban cómodos en la pista y no conseguían trenzar jugadas de aparente peligro, mientras que Peñíscola seguía trabajando para lograr el empate, el cual llegó por mediación de Javi Alonso, que aprovechó un rechace para poner el 3-3 en el marcador. No contentos con esto, Michel asistía a Solano, que ponía el 3-4, resultado que hacía justicia con lo ofrecido hasta esos momentos por ambos conjuntos.

Tras el paso por vestuarios -y con el marcador en contra-, Inter Movistar salió a por el empate. Con más actitud que juego pronto lo consiguió. Rafael, de lanzamiento de penalti por una falta dentro del área de Javi Alonso a Pola, hacía su segundo tanto del día para igualar 4-4 el choque, que volvía a estar con tablas quedando aún diecisiete minutos por delante.

A partir de esos instantes, el choque se comenzó a trabar en exceso y las ocasiones no llegaban en ninguna de las dos porterías. Peñíscola, cargado con cinco faltas con tan solo siete minutos de juego, plantó su defensa en media cancha e Inter Movistar sufría para conseguir hilar jugadas con algo de peligro para la portería defendida por Iván, que seguía salvando los pocos disparos que le llegaban.

Fue en el ecuador de la segunda mitad cuando el encuentro se rompió definitivamente. Ricardinho encaró a Michel, que le hizo falta y vio su segunda amarilla en el partido. El doble penalti lo falló Lolo pero Inter Movistar supo aprovechar la superioridad por la roja y en una rápida combinación entre Ricardinho y Borja llegó el 5-4, de nuevo con Rafael como protagonista en el plano goleador. 

A partir de ahí, el choque se decantó del lado local. Peñíscola quería pero no podía obtener acciones de peligro real y solo se mantenía en pie por las paradas de Iván, que seguía su recital ante Rafael, Pazos o Rivillos. Carlos Sánchez se vio en la obligación de jugársela con portero-jugador con Yeray en pista pero la táctica no salió bien ya que Rafael culminaba desde su área su gran actuación, haciendo su cuarto gol del día y poniendo el definitivo 6-4.