Se esperaba con ansia el encuentro de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey de fútbol sala en el Pabellón La Fortuna de Leganés, con una grada llena a rebosar y con mucha ilusión tanto en los jugadores como en la afición.

Los locales confiaban en que ese factor cancha pudiera servirles de ayuda para lograr el pase a los octavos de final contra un rival de Primera División como el Palma Futsal, y a punto estuvieron de conseguirlo.

Durante el transcurso del encuentro no se notó que un equipo (Leganés FS) pertenecía a la Segunda División B y el otro equipo (Palma Futsal) a la élite del fútbol sala nacional, si no todo lo contrario, ya que la valentía y la gran motivación de los leganenses se hizo notar en la pista.

Sin embargo todo parecía estar decantado del lado mallorquín en el primer tiempo, cuando Taffy y Paradynski lograban el 0-1 y el 0-2 respectivamente, poniendo tierra de por medio en el marcador y dejando ver la efectividad palmesana.

La remontada estuvo muy cerca

El CD Leganés FS no le perdió la cara al encuentro en ningún momento, y tras la reanudación los madrileños se pusieron las pilas y comenzaron a intimidar a su rival en busca de una remontada que le diera el pase a la siguiente ronda de la Copa del Rey.

Raúl y Morales pusieron el 2-2 en el luminoso de La Fortuna y, de este modo, las fuerzas se igualaban sobre la pista a falta de diez minutos para la finalización del duelo. Todo por decidir y los nervios a flor de piel en ambos equipos, sobre todo en los locales.

Joselito volvía a adelantar a los pupilos de Juanito, pero los leganenses empataron de nuevo desde el punto de penalti con el doblete particular de Morales. Lo más fácil era que se llegara a la tanda de penaltis para decidir quién sería equipo de octavos de final, pero el fútbol sala es así, imprevisible, emocionante, y cuando Javi Limones, técnico del Leganés FS, apostó valientemente por poner a Chema como portero - jugador, Bruno Taffy, a falta de nueve segundos para el final, logró perforar las mallas locales y poner así el 3-4 que dejó helados a los jugadores locales. El quinto gol del Palma Futsal, obra de Burrito, no fue más que una anécdota en el encuentro para maquillar el electrónico.