ElPozo Murcia salió victorioso en su visita a la capital hispalense tras un encuentro en el que la efectividad decantó el choque. La inicial vitola de favorito se cumplió y nada pudieron hacer los nazarenos ante la pegada y solidez defensiva de los murcianos. Los de José Vidal plantearon un choque atrevido y aguerrido, pero el trabajo no surtió efecto ante la infinita superioridad de los rojillos.

Calidad y efectividad, victoria segura

La primera mitad se pudo definir perfectamente con el citado ladillo. Los murcianos comenzaron el encuentro encontrándose en frente un conjunto muy rocoso, superior a la categoría en la que milita y poniendo en serios apuros al todopoderoso ElPozo. Los locales, de la mano de Nene y José Ángel, empezaron dominando el esférico pero la superioridad murciana fue poco a poco lastrando los planes de los pupilos de José Vidal.

Los visitantes comenzaron tomando el dominio del encuentro con un gol de Adri. A pesar de ello, los locales no se vinieron abajo y lo siguieron intentando sin cesar con un Nene muy activo durante los primeros 20 minutos, a pesar de no contar con la suerte deseada.

Acto seguido, Grello puso en el octavo minuto el segundo en el marcador, tras un disparo lejano a la derecha del arco defendido por Juan Varela.

Los verdiblancos prosiguieron con su lucha y José Vidal dio entrada a hombres frescos como Alberto, Josselbaink o Borja para aportar desborde y electricidad al conjunto. La gran actuación de Fede evitó el gol local, rápidamente envestido por el tercer tanto visitante, obra de Adri, firmando el segundo en la cuenta personal.

La momentánea victoria visitante permitió la vuelta Elías Beltran a Sevilla, exverdiblanco y jugador insignia en la gran temporada nazarena llevada a cabo el pasado curso. Su buen hacer le llevó al conjunto entrenado por Duda, premiado en el día de hoy.

Juan Varela se volvió a eregir como un guardameta espectacular, maravillando a todos con un par de intervenciones. Con todo ello, andaluces y murcianos se marcharon al túnel de vestuarios, con la considerable ventaja rojilla, pero con todo por decidir.

"Murió matando"

La charla de José Vidal resultó óptima en los compases iniciales. Nada más empezar, Bebé puso el cuarto en el marcador. Una vez más, la efectividad atacante murciana dio sus frutos, anotando el primer disparo a portería de la segunda mitad. Por otro lado, la solidez defensiva volvió a noquear todas las posibilidades verdiblancas, siendo latente la superioridad visitante. Dos minutos después, en el cuarto, Miguelín anotó el quinto, confirmando que vuelve a estar en la élite nacional, en su vuelta tras la ausencia por lesión.

Ante la superioridad visitante, los verdiblancos emplearon el portero-jugador, en busca de un gol que alegrara la noche a los aficionados. El citado recurso pareció surtir efecto a corto plazo y Paco anotó el gol del honor para el cuadro local, tras un pase del internacional inglés Wallace. El tanto bético desató la locura en las gradas de San Pablo, reanimando la animación y demostrando una vez más la valía de esta afición, denotando una animación y ambiente inédito en Sevilla.

A diez minutos del final, Grello cometió un penalti, por manos. El capitán Migo lanzó y anotó el segundo, recobrando la ilusión en los aficionados hispalenses allí presentes, con los gritos de “Sí se puede”.

Tras el segundo gol, los verdiblancos siguieron intentándolo, pero esta vez con menos suerte. El marcador corría y el transcurso de los minutos hacía aún más fuerte a ElPozo. De esa fortaleza vino el sexto tanto. El visitante Álex, tras una espectacular picadita batió a Varela e impuso el set en el marcador. El mencionado gol derrumbó definitivamente a los verdiblancos, que se rindieron ante un conjunto agraciado por la efectividad. Tal fue así, que Miguelín anotó el séptimo a cinco minutos del final.

A un minuto del final, el guardameta suplente Chemi realizó una gran jugada personal para asistir a Juampi y que interpusiera el octavo en el marcador. Acto seguido, de nuevo Juampi con un disparo lejano batió a Carlos, guardameta que sustituyó a Varela.

Tras la finalización del sueño copero, ambos conjuntos supieron valorar el buen hacer de los aficionados y aplaudieron la animación llevada a cabo de principio a fin. La derrota hace a los de José Vidal centrarse en la competición doméstica y restauran la ilusión a los de Duda, ante la oportunidad de ganar su primera Copa del Rey.