España y Galicia mantienen —aunque con apuros— la mística que les une en cuanto a partidos de la selección de fútbol sala se refiere. Los dos encuentros que se fijaron para los días 5 y 6 de enero tuvieron en común el rival, Ucrania, y el resultado final, victoria ibérica, aunque el desarrollo de las mismas no fue cortado con el mismo patrón. A los ucranianos se les esperaba rocosos y aguerridos y así fue, sobre todo, en el segundo enfrentamiento.

En el primero de ellos, la selección volvía siete años después a Burela desde su última visita, cuando en febrero de 2008 derrotó a Uruguay por 6-0 y, un año antes, en el mismo escenario, hizo lo propio ante el combinado rumano (4-1). La población lucense respira fútbol sala y prueba de ello es que sus dos equipos militan en la máxima categoría del fútbol sala nacional tanto masculina como en femenina.

En cuanto al partido, a los chicos de José Venancio López se incorporó por primera vez Andresito, del Aspil-Vidal Ribera Navarra, único debutante en esta convocatoria por la baja de Adri (ElPozo Murcia). Ucrania, a pesar de esmerarse en su disposición defensiva, desterrando la imagen resultadista de la Eurocopa de Bélgica de 2014, no pudo contener los cuatro goles que les endosaron los españoles, obra de Sergio Lozano, Adolfo y Jesús Aicardo, por partida doble, cuando los ucranianos utilizaron el portero-jugador en los últimos minutos.

De esta forma, España sumaba 14 victorias en 14 partidos en tierras gallegas, algo que a punto estuvo de romperse el día siguiente en Ferrol, cuando se buscaba el pleno al 15. El choque fue totalmente diferente y, en la primera parte, Ucrania expuso su efectividad antes de llegar al descanso, cuando dominaba por 1-3 en el pabellón de A Malata después de aprovechar las pocas oportunidades de las que dispuso. Fernandao recortó distancia después de los tantos tempraneros de Valienko y Sorokin, que Biloserkivets volvería a aumentar minutos antes del intermedio.

Tras la vuelta de vestuarios, la selección acometió firmemente la meta de Ivaniak para intentar consumar la remontada lo antes posible. De hecho, Fernandao volvió a marcar cuatro minutos después de la reanudación. A partir de ahí, España generó ocasiones pero le era imposible empatar el encuentro hasta que Sergio Lozano se vistió con la zamarra de portero-jugador en los últimos minutos. No fue hasta el último cuando, a tiro de Fernandao, Ovsiannikov introdujo el balón en su propia portería y, finalmente, Raúl Campos anotaba en los últimos instantes para salvara el triunfo hispano.

El combinado nacional despedía así su estancia en Galicia, completando el pleno de 15 victorias ante una selección ucraniana que fue una buena piedra de toque para calibrar la "regeneración" que España está experimentando y al que el propio seleccionador se refirió, ya que declaró que los dos próximos años son "fundamentales para el equipo".