Alentado por su público, funcionando como un bloque y con mucha sed de victoria. Con estas premisas consiguió Inter Movistar vencer por primera vez en su historia al FC Barcelona en la Copa de SM el Rey (a la séptima fue la vencida) y arrancar de cuajo la trayectoria inmaculada de los blaugranas en esta competición. Y es que, el dato más destacado de la noche es que el Barça perdió el primer partido en este torneo después de una racha de 27 choques invicto.

Lo que también es cierto es que el único partido que un equipo se puede permitir perder en la Copa del Rey es la ida de las semifinales. Por tanto, a pesar del 4-2, el Barça no ha dicho su última palabra y desde la finalización del encuentro en el Fundación Montemadrid se encomendó a “La magia del Palau” para intentar levantar una circunstancia casi inédita. Sí, casi inédita porque los de Marc Carmona ya se vieron obligados el año pasado a levantar dos goles en contra ante los interistas en el Palau en esta misma competición.

Pero no lo tendrá nada fácil. A pesar de jugar en casa, ser una diferencia remontable y de tener una gran plantilla, el mayor obstáculo es el deportivo, el de tener enfrente a un Inter Movistar que se ha hecho fuerte frente al Barça y que se ha quitado de encima todos los fantasmas del pasado. Y, además, después del partido de Liga del mes pasado (en el que también finalizó con 4-2) una cosa quedó clara en el duelo de este miércoles en Alcalá de Henares: más que el Barça aprender de sus errores, fue Inter el que aprendió de sus aciertos. El duelo copero, en cierto modo, fue un plagio al liguero, incluso en el resultado.

El choque comenzó con una tensa calma que evidenciaba lo que había en juego y que, como ya habían avisado en la previa, era un partido a ochenta minutos. Los primeros ataques fueron por parte del equipo local. Cardinal y Rafael se encontraron con un Paco Sedano, que comenzó muy seguro el partido.

Poco a poco, ambos equipos se fueron perdiendo el respeto. Sobre todo, a partir del golazo de Saad, que con un gran disparo lejano hacía el 0-1. Fue el comienzo de uno de los dos momentos cumbres del Barça en el antiguo Caja Madrid. Wilde, que estrelló el balón en la escuadra, y Gabriel, que la echó fuera en el uno contra uno ante Jesús Herrero, pudieron abrir brecha en el marcador, algo que podía haber sido un lastre para los alcalaínos.

Entre tanto, Inter Movistar seguía buscando la portería barcelonista. Mientras que Daniel y Álex debutaban en el cuadro complutense (aún les falta adaptación pero mostraron credenciales para que la afición se ilusione con ellos), eran Rivillos y Cardinal los que ponían una y otra vez a prueba a Paco Sedano.

Inter rozaba el gol y este llegó a tres minutos para el descanso. Lolo, de falta directa -lejana y centrada-, lanzaba fuerte y raso hacía la puerta del mostoleño, que pudo hacer mucho más para evitar que la pelota pasara por debajo de sus piernas. A pesar del error, Paco Sedano siguió haciendo lo que mejor sabe y acto seguido sacó dos manos excelentes en sendos disparos de Mario Rivillos, que estuvo tan activo como es habitual en él.

Con un 1-1 y, tras el paso por vestuarios, arrancó una segunda mitad en cuyo comienzo el Barça se pegó un tiro en el pie. Tras ver cómo se le escapó el partido de Liga hace menos de un mes con dos goles de Pola llegando al segundo palo y empujando un pase desde la banda izquierda, los blaugranas vieron como se repetía la misma historia. En esta ocasión, Pola no era el goleador si no el asistente. El gallego la ponía al segundo palo y el otro gallego, David Pazos, hacía el momentáneo 2-1.

Pero aún hubo más. El Barça sacó de centro y perdió la pelota rápidamente, concluyendo la jugada en falta. Apenas siete segundos después del tanto de Pazos, Cardinal hacía el 3-1 con un lanzamiento de falta similar al de Lolo. La única diferencia, que estaba más cercana que la del gol del cordobés.

Con 3-1 abajo, rápidamente el FC Barcelona se activó. Y mucho, además. Tras encajar los dos goles seguidos, los de Marc Carmona se lanzaron al ataque. Después de un aviso de Wilde, llegó el golazo de Sergio Lozano, que ejecutó en el uno contra uno a Jesús Herrero.

Foto: Sandra Santiago | Inter Movistar

Era el 3-2, pero el Barça no levantó el pie. Ferrao, Lozano, Rafa Usín (al larguero), Gabriel y Saad rozaron la igualada, pero se encontraron con la figura del portero interista, que se hacía más gigante con el paso de los minutos.

Entre tanto, Inter Movistar buscaba el algún que otro ataque el gol, el cual llegó tras una asistencia de lujo de Ricardinho (que no está al 100% aún pero que con eso le vale para dejar su marca en cada acción). Cardinal, con un disparo cruzado, se encargó de hacer el definitivo 4-2 y de dar dos goles de margen de cara a la vuelta a Inter Movistar. Una vez más, y van tantas, la dupla portuguesa fue la protagonista para cerrar un vibrante encuentro de una eliminatoria que sigue abierta pero que, por ahora, va ganando el cuadro complutense.

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