El Barcelona no pudo recomponerse tras los dos goles de los kazajos en la primera mitad y aunque lo intentó hasta el final, el balón no quiso entrar en la portería de un Higuita que hizo gala de su valía bajo palos.

El Kairat, cómodo. El Barça, tocado.

El FC Barcelona saltó a la pista con las ideas claras, concentrado y mostrándose tranquilo. Dominaba el partido, haciendo combinaciones y elaborando un juego muy activo que le llevó a dominar la posesión de balón. El primero en acercarse a la portería de los kazajos fue Wilde, pero Douglas evitó el gol bajo palos. El mismo Douglas fue quien puso a prueba a Paco Sedano, que respondió con acierto.

El Kairat, jugando con portero jugador desde el minuto cuatro obligó al Barça a presionar arriba para no darle salida a un equipo que volvió a abrir el debate sobre el modelo de juego de cinco jugadores en el fútbol sala. La estrategia no sorprendió a los azulgranas, que recordaban su eliminación en la semifinal de Tbilisi 2013 y conocían bien su famosa táctica. Sin embargo, sí les sorprendió Higuita, que mandó el balón al larguero tras haberlo rozado Paco Sedano.

La respuesta fue rápida, Bateria, a banda cambiada, mandó el esférico al palo tras una jugada de laboratorio. El tercer poste de la noche llegó de las botas de Douglas en el minuto 11 y el cuarto, de las de Lin en la jugada siguiente. El equipo culé había salido muy bien pero poco a poco, el Kairat fue marcando el ritmo de juego.

Sergio Lozano no quiso perderse la final y volvió a jugar tras recuperarse de la lesión. Ambos equipos tenían oportunidades de abrir el marcador y Gabriel evitó el gol de Kairat bajo palos, mientras que Humberto reclamaba que el balón había sobrepasado la línea de gol. Tras ese aviso, Humberto anotó el tanto que adelantaba a los kazajos el minuto 17. Batería tuvo el empate, pero no pudo superar a Higuita y tampoco acertó en el rechace.

En el último minuto antes de llegar al descanso, Divanei marcó el segundo gol de la noche tras un pase de Leo. Otro fallo defensivo del conjunto azulgrana que les dejó muy tocados moralmente, sabiendo que estaban contra las cuerdas.

El Barça lucha hasta el final, sin fortuna

Con el resultado a favor de 2 goles a 0, el Kairat Almaty salía de vestuarios más relajado pero sabiendo que su rival no le pondría las cosas fáciles y buscaría la remontada. Así fue, el Barça recuperó los ánimos en la reanudación y la figura de Higuita volvió a ser importante. Carmona optó por el riesgo y apostó por jugar de cinco, con la intención de recortar distancias en el marcador cuanto antes.

La insistencia azulgrana tuvo su recompensa y en el minuto 30, Saad puso el 2-1 y dio esperanza al equipo, que sabía que quedaba mucho partido por delante. Lo que no esperaban era quedarse con un jugador menos. Lozano fue expulsado al detener un contragolpe, cuando Pintinho se acercaba solo a la portería defendida por Paco Sedano.

El Kairat aprovechó la superioridad numérica para hacer subir el tercer gol al marcador. El autor de dicho tanto no fue otro que el ex azulgrana Igor. Segundos después y ya con cinco jugadores en pista, el Barça volvió a recortar distancias mediante Lin. El segoviano avisó de que a falta de ocho minutos, todo era posible.

Marc Carmona no pudo contar con Wilde en los últimos minutos, que salió en camilla al recibir un golpe. A falta de cinco minutos para el final, el técnico volvió a apostar por el juego de cinco. Gozaron de ocasiones claras Ferrao, Batería y Rafa Usín en los últimos suspiros, pero no hubo suerte.

Con el resultado de 3-2, el Kairat volvió a proclamarse campeón de Europa, mientras que la tercera del Barça deberá esperar.

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Sobre el autor
Carla Martínez Campamà
Fútbol como estilo de vida. Fanática del futsal. Redactora del FC Barcelona y su filial en Vavel. También en la sección de fútbol sala.