Desde primera hora de la tarde, los cánticos de ambas aficiones se hacían notar en los aledaños del recinto donde se iba a disputar la final. La de Marfil, ataviada de camisetas negras, y la de Inter, de camisetas verdes. Deportividad y buen ambiente en un partido que no decepcionó y que vio a dos equipos luchar como titanes de poder a poder, pero la conexión portuguesa entre Ricardinho y Cardinal empañó la extraordinaria actuación de Didac en la meta colomense. El dorsal '10', pese a no jugar ni un solo segundo en la primera mitad, fue decisivo.

Una intensidad descomunal desde el principio

Empezó el partido con un ritmo de juego altísimo, en gran parte impuesto por la presión tan arriba impuesta por Marfil, torpedeando la fluida salida de balón por parte de Inter. En un descuido, a Pola le sirvieron un balón largo que no bajó y lo chutó con forma le venía, detiendo Didac la trayectoria del balón. De nuevo Pola probó fortuna con un disparo desde lejos tras saque de esquina, pero se le marchó desviado. El primer acercamiento de Marfil lo protagonizó Dani Salgado con un tiro que rebotó en un rival y salió mansamente a las manos de Luis Amado.

La primera cartulina amarilla del choque la vio Daniel por una entrada a destiempo sobre Salgado en el lateral derecho, a un metro del área. La jugada la finalizó Sepe con una volea que se le marchó por encima del larguero. La mejor ocasión de la primera mitad llegó cuando apenas se había llegado al quinto minuto de juego, cuando Didac, con una doble parada extraordinaria, detuvo dos remates dentro del área,y posteriormente salvó Sepe bajo la línea de gol un disparo cruzado de Rivillos.

Marfil intentó estirarse y sacudirse la presión de verse en su primera final tras 16 años. Salgado encaró a Ortiz por la parte izquierda y chutó fuera. De nuevo Dani Salgado pudo poner en ventaja a su equipo con un tiro alto que Luis Amado sólo alcanzó a rozar con la yema de los dedos, suficiente para desviar a córner su trayectoria. Eric Martel dispuso de una buena oportunidad de marcar con una falta directa desde ocho metros que buscaba colarse entre las piernas del arquero interista, pero sin puntería finalmente.

El despligue físico de los jugadores de Xavi Passarrius era espectacular, espoleados por una afición que no se cansó de animar desde su llegada a la ciudad murciana a media tarde. La intensidad por parte de ambos conjuntos era patente, dejando notar que era nada más y nada menos un trofeo lo que había en juego. Álex recibió el esférico y se giró sin oposición, pero lo cruzó en exceso. Martel se lanzó al suelo para evitar una carrera en solitario de Borja por la parte derecha de la pista. La táctica de Marfil con Cardinal se manifestaba en los dos hombres que tenía en todo momento encima el portugués cuando recibía de espaldas, dificultándole el giro.

Didac empezaba a erigirse como el hombre del partido, y detuvo con el pie abajo un zarpazo de Rivillos desde lejos. El propio Rivillos conectó con Rafael en la jugada posterior, pero este no tuvo puntería. En la parte contraria, Salgado vio adelantado a Amado y probó la vaselina, que se marchó ligeramente alta.

El técnico catalán detuvo momentáneamente el partido para intentar frenar la sangría de ocasiones de Inter. Aún así, Didac siguió siendo el protagonista, primero con una parada con el pecho tras intento de Borja de picarle el tiro, y después con un chut de Ortiz muy escorado. Cardinal, a la media vuelta, consiguió dirigir el balón a portería, pero se topó una vez más con el inspiradísimo portero de Arenys de Mar.

Eric Martel arrancó un contragolpe en carrera con Ortiz, que se tiró al suelo para estorbarle lo suficiente como para permitir a Amado despejar a córner. Rafael no la enganchó bien tras recibir un saque de esquina en el segundo palo. Sepe recibió un pase largo con la mano de Didac, pinchó el cuero y disparó, pero le salió muy por encima del travesaño. Como no podía ser de otra forma, Didac firmó las dos últimas intervenciones de mérito antes del descanso, primero tras un tiro lejano de Rivillos y, después, con una falta directa de Rafael, fallando a bocajarro Borja el rechace posterior. Y de esta guisa y con el empate sin goles se llegaba al entretiempo.

La entrada de Ricardinho, clave

Tras la reanudación, una agradable sorpresa esperaba a los espectadores que abarrotaron el pabellón Diego Calvo Valera de Águilas: Ricardinho, recientemente elegido mejor jugador del mundo, hacía acto de presencia sobre la pista. Su aparición no tardó en hacerse notar, ya que en el primer balón que tocó nació la jugada del primer tanto. A los cuarenta segundos de juego, un pase suyo alto lo cabeceó Cardinal al palo, y el rechace le cayó a Pola, que marcó tras rebotar el esférico en el otro palo y en el gemelo de Didac. El tanto espoleó a los de Jesús Velasco, que trataron de aprovechar el bajón moral de los colomenses para ampliar su recién estrenada ventaja. Cardinal disparó a la media vuelta directo a la escuadra, pero Didac acarició la pelota con la punta de los dedos y esta se estrelló en el larguero.

En el nerviosismo de verse por debajo en el marcador empezaba a instalarse en Marfil. Didac detuvo un lanzamiento a Rivillos con el pecho y se lanzó a la carrera, para acabar perdiendo la posesión en campo contrario y tener que volver a la portería a toda prisa para nuevamente detener un chut de Rivillos. El esfuerzo de la jugada le pasó factura al cancerbero, que quedó tendido unos instantes intentado tomar aliento.

El encuentro, en la primera mitad de la segunda parte, era un monólogo casi perfecto del cuadro interista. Rivillos desbordó a Martel por la parte izquierdo, pero tiró fuera. En la siguiente jugaba, Cardinal la bajó con el pecho, controló y disparó con similar grado de desvío. La conexión portuguesa entre Ricardinho y Cardinal se tornó de oro para los intereses alcalaínos, y fruto de esa combinación a punto estuvo de llegar un nuevo tanto con un saque de esquina del primero que encontró al pívot en el segundo palo, pero Didac volvió a salvar a su equipo con una mano prodigiosa.

La mejor ocasión del partido para los de Xavi Passarrius llegaría en botas de Dani Salgado, que recibió un balón largo de Sepe que le dejaba solo frente a Luis Amado, pero el 'pichichi' estrelló el cuero contra el poste derecho. Adolfo quiso ayudar a su equipo a estirarse y merodear el área rival, y tuvo dos oportunidades bien dirigidas que se toparon con la corpulenta figura del guardameta de Inter Movistar. Pese al susto, Inter siguió dominando y creando peligro, primero con un tiro muy cruzado de Pola -que había llegado muy forzado- y después con un buen quiebro de Cardinal a Didac, pero se desequilibró en el momento del tiro y la mandó fuera.

Marfil volvió a toparse con el palo en su siguiente acercamiento, que fue algo aislado en comparación con el aluvión de ocasiones de los verdes. Pola, desde diez metros, disparó por encima del travesaño. De nuevo, y tras jugada ensayada, Borja sirvió un saque de banda al segundo palo que encontró a Pola, dirigiendo el balón con la misma trayectoria que antes. El esfuerzo de la primera mitad empezaba a pesar en los colomenses, que vieron como Adolfo se retiraba cojeando y Dani Salgado pedía el cambio por cansancio. Un mano a mano de Ricardinho con Didac lo volvió a salvar -por enésima vez- el portero, que intervino de nuevo con un tiro de Rafael que despejó con la espinilla. Martel llegó a la línea de fondo y puso un pase fuerte horizontal hacia Segura, que no alcanzó la pelota aunque se lanzó a por ella.

A falta de 4:30, Marfil impuso el juego de cinco, pero no lo hicieron con eficacia. El primer balón lo robó Rivillos y tiró desde su campo, pero Sepe (de portero-jugador) se lanzó al suelo y la salvó. Los ataques de los de Passarrius en superioridad resultaban bastante lentos y sin ideas, por lo que Inter no sufría. Así llegó el segundo gol, obra de Luis Amado desde su propio área y a puerta vacía. Apenas podían los de negro culminar con disparos su juego de cinco, y prácticamente todas acababan con robo y ocasión para 'la máquina verde'. Sepe realizó una gran parada con la pierda en un uno contra uno con Daniel. Rubén chutó con timidez y detuvo Amado. Cuando restaba medio minuto para el final, Cardinal, a placer, estableció el definitivo 0-3 con el que Inter Movistar se alzaba con su primera Copa del Rey.

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