El Jaén Paraíso Interior había terminado de pedalear por las cumbres más verticales que ofrece la Primera División de la LNFS (Movistar Inter, ElPozo Murcia y FC Barcelona Lassa), además de un puerto de montaña incómodo (Levante), antes de afrontar lo que parecía la otra ladera de la montaña: la cuesta abajo (UMA Antequera). Los aficionados jiennenses se miraban entre ellos y respiraban oxígeno y no resignación por los kilómetros que dejaban atrás. Pensaban que, ahora, llegaba el momento de soltar piernas y dejarse llevar. La oportunidad era inmejorable, el primer derbi andaluz en la máxima categoría después de los que disputaron Caja San Fernando de Jerez y Jaén FS hace 16 años (temporada 1998/1999). Las sevillanas sonaron instantes antes de que se iniciara el encuentro, justo cuando nadie creía que los malagueños iban a acabar rompiendo las castañuelas de los locales.

Nadie contaba con una defensa zonal montada por Moli, en la que los jugadores malagueños dejaron sin ideas a los jiennenses. Había pocos espacios y los pocos pases que Jaén podría filtrar al centro solían ser cortados por los universitarios, que se hincharon a interceptar y a correr hacia Chema Mella. En poco más de 90 segundos, Javi Sánchez —un portento físico admirable— filtró una pelota suave en un contraataque que Chillo definió con la misma delicadeza: toque de espuela e incredulidad en el rostro de Mella, como si un ángel apareciera ante sus narices. Los malagueños ya sabían lo que era anotar pronto, puesto que lo hicieron la semana pasada, con un 3-0, ante Catgas Energía Santa Coloma, aunque en terreno jiennense se demoraron 12 minutos hasta conseguir tal ventaja. Javi Sánchez (otra vez) condujo la pelota tras un robo y, en un 3 contra 1, inclinó el balón hacia la derecha, donde Tete apareció para colocar el balón en la escuadra. Unos minutos después, Chema Mella estuvo a punto de amputar la pierna de Lucio en su propia área, lo que los árbitros vieron conveniente sancionar con penalti, que volvió a transformar Tete para erigirse, en ese momento, Pichichi de la competición con siete goles y 40 años.

Hasta entonces, el UMA Antequera había disparado tres veces (cuatro, si decidimos ser generosos) a la meta jiennense y había evidenciado una pegada solvente. Durante toda la primera parte, el Jaén Paraíso Interior llevó el peso del encuentro, la posesión y el dominio, indiscutiblemente, pero en las transiciones ofensivas erraba tanto a la hora de encarar al contrario como en los desplazamientos de la pelota. UMA era valiente en los balones divididos y venció en la mayoría. Aun así, los amarillos se las arreglaron para crear varias ocasiones gracias a la magia de Eloy Rojas o a los disparos al poste Emilio, Dani Martín o el propio gaditano. Lo cierto es que el choque pintaba de monólogo, aunque los jiennenses no vestían su esmoquin habitual.

Ante la desventaja de tres goles, Dani Rodríguez fue valiente y dispuso a Emilio en la posición de portero-jugador cuando todavía quedaban seis minutos para el descanso y los locales acumulaban cinco faltas. El invento, que a veces pudo suponer un mal mayor por la distancia que Emilio debía recorrer hasta Mella para hacer el cambio (más de media cancha), salió bien porque Eloy Rojas quiso. El gaditano fue el mejor de su equipo durante todo el partido, el único con iniciativa y valentía para intentar algo diferente, para sorprender. Su dominio de balón es incuestionable y palpable cuando tiene pelotas. Como último hombre, intentó un regate y, aunque salió trastabillado, halló hueco para dar con la puntera y dejar, por primera vez, a Juan Varela sin posibilidad de desbaratar el gol. Hasta ahora, el arquero cedido por el Real Betis Nazareno imposibilitó, de todas las formas y posiciones kamasutrianas, que el Jaén anotara.

Lejos de tranquilizarse la situación, Jaén evidenció fragilidad en la defensa y confusión entre los cierres y el portero. Las salidas de balón de Antequera, en dos o tres toques, partían fácilmente al equipo amarillo. Algo insólito. En las postrimerías de la primera parte, Dani Martín introdujo el balón en la meta, aunque unas décimas después de que los colegiados soplaran su silbato. No subió al marcador (justamente) a pesar de las protestas del salmantino.

Tras la reanudación, los locales se volcaron al ataque. No había excusas y la coyuntura exigía una reacción rápida. Se vio más dinamismo en el cuadro amarillo, algo que se constató a los dos minutos, cuando Boyis recortó a Varela tras un magnífico pase de Cuco. Volvía a La Salobreja ese ambiente que parece envolver al equipo en invulnerabilidad y se introdujeron en una vorágine de ocasiones a favor que animó a la grada. Boyis, con una vaselina; Solano, con un giro de pívot puro y otra ocasión sin oposición alguna, y Cuco, con otro remate, parecían aproximar el empate. 

Sin embargo, UMA Antequera expuso una gran capacidad de reacción y golpeó en los momentos psicológicos clave que demandaba su situación. El cuarto gol lo anotó Miguel, pero la autoría fue de Tete. El jugador más veterano de la Liga amagó con ir a la paralela (un movimiento habitual del deporte) y cuando el defensor ya se desplazaba hacia esa localización, cambió la dirección para cortar hacia el centro, crear espacio para su compañero, recibir la pelota y filtrar un pase perfecto. Jugó con y sin balón. Y le salió de escándalo. Aquello cortó la ascensión de los jiennenses y se vivieron momentos de dudas en la afición jaenera, hasta que Eloy Rojas, con otra decisión de líder, decidió moverse entre la defensa antequerana y buscar líneas de pase para sus compañeros. En una de esas encontró la definitiva, cuando Emilio le dedicó un pase en diagonal y el gaditano resolvió con maestría para reactivar, de nuevo, la plaza. Poco tardó en volver el luto. En menos de un minuto, Javi Sánchez ampliaría la ventaja visitante y daría otro mazazo. UMA Antequera respondió a un gol con gol rápido y destrozó la cordura jiennense.

Se tuvo que recomponer el Jaén FS una vez más, a base de esfuerzo e intención. En los jugadores, incluso, fue visible la ansiedad con la que manejaban la toma de decisiones. Durante todo el partido eran frecuentes los errores no forzados e incluso hubo aficionados que pitaron a su propia plantilla (algo que un servidor no recuerda haberlo vivido en otras ocasiones). Solano, con un disparo combado desde fuera del área, y la expulsión de Chillo por doble amonestación, lo que posibilitó el gol de Emilio en superioridad, empataron el partido a cinco goles a falta de cinco minutos. En la otra orilla aparecían los fantasmas de Santa Coloma: se trataba de la tercera vez en dos partidos consecutivos que el UMA Antequera dejaba escapar una ventaja de tres goles. Asimismo ahora ya había cometido cinco faltas.

Se vio más ánimo en los jiennenses, aunque el juego de cinco no apareció hasta el minuto 38. La primera elaboración acabó con disparo de Solano al poste (el sexto del equipo en el choque) y posterior rechace de Claudio Da Silva, cuyo destinó acabó en gol. La locura se desató en el cuadro universitario y los jiennenses no pudieron rascar más de su adversario. De esta forma, los malagueños sumaron la primera victoria de su historia en Primera División y dejaron a los jiennenses con la posibilidad de ser colistas si Peñíscola puntúa este domingo. Todo siete meses después de ganar la Copa de España en Ciudad Real.

Los entrenadores analizaron el encuentro

Manuel Luiggi Carrasco, "Moli", se presentó satisfecho con la victoria: "Lo resumiría todo en que Jaén nunca se ha puesto por delante y siempre hemos sacado fuerzas de donde no había. Evidentemente, Jaén ha tenido la posesión de la pelota y ha creado multitud de ocasiones. Defenderlo individualmente es muy complicado porque todos los jugadores tienen respuesta. El marcador siempre nos favorecía y con la inercia del éxito te sale casi todo bien. Creo que hemos merecido ganar. He visto competitividad y capacidad de reacción de mis jugadores, que después de tanto sufrimiento, se merecen un triunfo. A partir de ahora, las victorias de Jaén serán las mías". El técnico aseguró que con cada victoria gana experiencia en una competición muy igualada. "Todos los jugadores que tenemos son de Segunda y alguno de Segunda B. Yo tampoco tengo experiencia en esta categoría y los entrenadores trabajan muy bien los partidos. Dani Rodríguez ha ido a por el partido a ganarlo y ha sido valiente y creo que va a estar, con toda seguridad, entre los ocho primeros. Tengo que decir que me ha enseñado mucho Dani", seguró.

Respecto a la pretemporada, cuando se enfrentaron, admitió que le sirvió para estudiar a su adversario: "Nos ha servido mucho jugar dos partidos contra ellos. En el primero nos pasaron por encima y en el segundo fue distinta por circunstancias como la pista de goma. En la transición de balón le hemos estudiado mucho. Aun así, es un equipo difícil de defender". Confesó que la defensa zonal de la primera parte aminoró el peligro que le pudiera infligir Jaén. "Son un equipo que aparece mucho entre líneas. No podíamos correr como pollos sin cabeza para desfondarnos unos detrás de otros y ellos se liberaran rápido. Hicimos una zona en primera línea para intentar defender la diagonal. Nos ha salido medianamente bien y estábamos a gusto en defensa con dos hombres atrás de cobertura para salir a la contra. También hemos metido dos goles en los dos primeros disparos. Nuestro portero ha estado muy bien", concluyó.

Por otro lado, Dani Rodríguez no ocultó la decepción por los derroteros del encuentro. "Es un resultado injusto por lo que se ha visto en la cancha. Esto es fútbol sala y es verdad que el calendario tiene esas cosas, en las que sabes que te juegas mucho y sube la ansiedad. Hoy todo lo que han tirado, ha entrado. Cuando se te pone cuesta arriba y el rival no quiere jugar se te complica el encuentro. Necesitábamos los tres puntos, hemos arriesgado y no ha salido bien", aseveró. Restó importancia a las posibles dudas que (ya) aparecen en la meta: "Creo que es diferente defender contraataques que posicional. En la primera transición han marcado un gol y nos hemos quedado noqueados. En el segundo también ha sido un contraataque y el tercero un penalti. Son partidos que salen así".

Por último, se percibió cierto fustración en sus palabras: "Es complicado cuando un equipo se encierra en 12 metros, con el marcador a favor. El empate ha llegado tarde y son mazazos que los jugadores también sienten cuando te anotan después de marcar otro gol. Las hemos tenido, con postes y algún penalti que podrían haber pitado". Lanzó, no obstante, un mensaje de optimiso, puesto que la competición es "muy larga". "Queda mucho por delante. Sabemos que íbamos a empezar desde abajo, aunque no nos esperábamos este resultado. En cuanto encadenemos un par de resultados positivos se va a mejorar la dinámica porque estamos trabajando para ganar partidos. Sé que la afición va a seguir apoyándonos", finalizó.