"Si no encontramos apoyo y solución económica en este mes de diciembre, será el último en que el Santiago Futsal compita porque tendrá que retirarse de la Liga en enero. El plazo es este 31, no hay más plazo. Si no aparece un patrocinador/es que nos sostengan ahora para los pagos inmediatos, no tenemos opción a seguir y habrá que retirarse de la competición. La situación es extremadamente delicada porque no contábamos, a esta altura de temporada, no tener liquidez alguna. El Concello, la Xunta y la LNFS están al tanto de ello y de esta posibilidad traumática. A ver si vamos a morir cuando estábamos llegando a la orilla".

Con estas durísimas palabras se despertaban los aficionados compostelanos el pasado miércoles. Eran las que Ramón García ofrecía a los compañeros de El Correo Gallego en una llamada de socorro ante la gravísima situación económica por la que pasa el club santiagués. El presidente lamentaba que, con las que ya pasaron y superaron, entre ellas la famosa campaña “FutSalvación” en 2013 y el proceso concursal del que salió en abril y que permitió poner orden en las cuentas, el club sigue estando en un callejón de difícil salida. Nuevo y cruel palo para un año que parecía ser el de la estabilidad y crecimiento.

Y es que para que el Santiago Futsal sea viable se estima que son necesarios unos 150.000€ que garanticen su estabilidad. Un horizonte que se prevé muy negro y complicado para un club que preparó un presupuesto similar al de la campaña pasada (unos 420.000€) a los que tiene que añadir otros 100.000 para hacer frente a las obligaciones de pago contraídas en el concurso. En definitiva algo más de 5.000€ que debe abonar cada mes a Hacienda y Seguridad Social y, en diciembre con muchos meses por delante, ya empiezan a aflorar las tensiones en la tesorería. La falta de un patrocinador complica su futuro y la solución no llega.

Esta situación, evidentemente, afecta a todos los niveles. La plantilla, sin cobrar las últimas nóminas, está aguantando una excelsa profesionalidad y, con un orgullo y sacrificio inmenso, vienen de ganar un partido durísimo 5-6. El capitán Diego Quintela revela que lo logrado “en Santa Coloma”, cuando tienen “una sentencia de muerte del club a las espaldas” y no saben si en enero habrá equipo “es increíble”. “Todos le dan mil vueltas a la cabeza y abstraerte de eso…fue emocionante, qué compañeros tengo, hubo alguno que incluso lloró, eso te marca y no se olvida. Este vestuario es único y estoy orgulloso de formar parte de él”.