El primer período de la competición doméstica acabó, y los catorce equipos que componen la Segunda División de la Liga Nacional de Fútbol Sala pueden ya hacer balance de lo que ha sido este trimestre inicial para ellos. Tiempo de valorar si los objetivos te la temporada van por buen camino o no. Unos equipos han destacado de un modo y otros, de otro.

Pero si hay algo que caracteriza a la plantilla de Plásticos Romero Cartagena y que la diferencia de las otras trece plantillas de la segunda categoría es que todos sus jugadores de campo –a excepción de los porteros- han conseguido marcar mínimo un gol durante la recién finalizada primera vuelta.

Los 53 goles del conjunto de la trimilenaria se reparten del siguiente modo, según los datos oficiales de la Liga Nacional de Fútbol Sala: nueve de Jesús, ocho de Enrique y de Sergio Rivero, siete de Eli, Pedreño con cinco, cuatro de Dani Gómez, dos de Javi Matía, Rahali, Fran y Patricio y uno con la firma de Dani Blanco y Rubén Zamora. Los dos restantes han sido en propia meta, de Yusef (Melilla) y Josema (ElPozo B).

Los asistentes al Pabellón Wssell de Guimbarda esta campaña han visto más goles de Enrique –seis- que de ningún otro. Después, cuatro de Jesús, tres de Eli, Dani Gómez y Sergio Rivero, dos de Pedreño, y uno tanto de Dani Blanco como de Patricio y Javi Matía. Por otro lado, como visitantes, los que más han sostenido al equipo sin el apoyo de su hinchada con Jesús y Sergio Rivero, con cinco goles cada uno, seguidos por los cuatro de Eli, tres de Pedreño, dos de Enrique, Rahali y Fran, así como uno de Javi Matía, Rubén Zamora, Dani Gómez y Patricio.

Estas cifras cobran aún más valor comparadas con las de la pasada temporada, cuando los goles se focalizaron más en determinados jugadores y la aportación de otros era menor. Ahora la cantidad está más repartida, con todos los componentes de la plantilla habiendo dado un paso adelante para aportar lo mejor de sí mismos. Ejemplos son los de Enrique, Sergio Rivero, Pedreño o Dani Gómez, que han incrementado su producción goleadora pese a haber sufrido, en algunos casos, diversos contratiempos físicos.

Aunque esto no deja de ser meramente anecdótico, sí que es un dato que revela la unión y el compromiso del vestuario cartagenero, en el que todos sus componentes reman en la misma dirección para brindar a la afición el premio que merecen: el ansiado ascenso.