Esta historia empezará por el final, un encuentro que concluyó con los jugadores en vestuarios y la sensación de que ya habían vivido algo similar. Pero antes Anaitasuna recibió 2016 con una buena entrada para dirimir quien se adjudicaba los primeros puntos del año. El choque comenzó equilibrado, con más posesiones que acciones de peligro, con respeto y con unos pamplonicas y unos santiagueses analizándose sobre la propia pista navarra. Una vez ambos subieron la intensidad y, con ella, el riesgo, las ocasiones locales empezaron a sucederse con Carlitos como principal protagonista.

Fruto de ese mayor ímpetu ofensivo de los verdes, Rafa Usín abrió el marcador en el ecuador del primer acto tras culminar con un preciso y lejano zurdazo una estrategia tras un saque de esquina. El gol no hizo más que intensificar el dominio de los de Imanol Arregui que incluso pudieron y merecieron incrementar la renta ante unos gallegos que solo inquietaron la meta rival con un disparo de Álex Diz que se marchó desviado por muy poco. Los minutos finales volvieron a dar una pequeña tregua y llegaríamos al descanso con ese 1-0 momentáneo, muchas emociones quedaban abiertas.

Intercambio de gol[p]es

Tras el paso por vestuarios, la segunda parte comenzaría con la tónica que la acompañó durante los geniales 20 minutos que la conformaron. Rafa Usín, en el dos de la reanudación, repitió como goleador para el 2-0 tras una bonita combinación tuya-mía con Roberto Martil. La respuesta fue inmediata y solo un minuto después Santi recortó distancias al aprovechar el rechace del meta Raúl a tiro de Mel. Sin embargo el gol de Magna este año tiene un nombre, y ese no es otro que el de Javi Eseverri. El veterano volvió a poner la ventaja en dos goles con el 3-1 en el 25, pichichi en solitario el capitán con 17 dianas.

El partido merecía emoción, Iván Rumbo la ansiaba y anotó el 3-2 faltando diez minutos tras asistencia medida de Dani Chino. Pero Rafa Usín, en su hat trick personal, discutía esa sensación con un 4-2 que dio una engañosa tranquilidad a los suyos. Santiago repetía guión y, en la jugada sucesiva, se revelaba para volver a acercarse con gol de Pablo Mel. Con el empate a solo un gol los compostelanos decidieron arriesgar con Álex Diz de portero jugador y, con una paciencia pasmosa durante cinco minutos, esperaron su momento para hacer el 4-4 definitivo de Antonio Diz a 28 segundos para la bocina.

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Sobre el autor
Fer Romero de Paz
Soy Fernando Romero de Paz, redactor del Santiago Futsal para la sección Fútbol Sala.