No podía empezar peor el 2016 en el Wssell de Guimbarda, donde se retrasaba el inicio del encuentro unos minutos por problemas con el marcador electrónico que varios empleados del club intentaban subsanar para que la segunda vuelta empezase para el Plásticos Romero Cartagena. Los jugadores volvían a calentar para no enfriarse de cara al pitido inicial. El problema del marcador se suma al que ya hubo relacionado con la luz frente a Valdepeñas, donde también se retrasó el inicio del choque cuando todo estaba preparado.

Juan Carlos Guillamón se mostró muy intranquilo a lo largo de todo el encuentro, y eso era debido a que, pese a que los naroneses no sean de los mejores equipos, el hecho de que visitasen el Wssell de Guimbarda justo tras el parón de Navidad, podía causarles muchos más problemas de los esperados. Guillamón y Roberto pedían a los jugadores sobre todo más intensidad para que, aunque fuesen con una cómoda ventaja, no se intentaran meter en el choque los gallegos.

Quizá uno de los que más sufrió durante el partido fue el técnico del Cidade de Narón, Javier Albes, quien no paró ni un minuto en todo el choque de dar órdenes a los suyos. Estuvo muy activo en el área técnica y en las ocasiones falladas por los suyos iba al instante a comentar el error que había propiciado el fallo a los jugadores suplentes para que lo tuvieran en cuenta cuando salieran a la pista.

Algo que impactó bastante durante el enfrentamiento es la cara de los jugadores suplentes de Cidade de Narón cuando la grada cartagenera comenzaba a animar con cánticos dirigidos a los jugadores locales. El gesto de los gallegos se podía traducir en ‘tremenda la afición que tiene Cartagena’.

Otro hecho que se pudo observar fue en relación con el delegado y entrenador de porteros del equipo cartagenero, Manolo Granados, quien estaba encima del colegiado que pasaba por al lado suya, recriminando las acciones que no le parecían acertadas. Granados normalmente está encima de los colegiados en cada error que desfavorecía a Cartagena, por lo que en un partido tan lento como el del sábado no iba a ser menos, muy metido en el partido, defendiendo los intereses de su equipo.

Algo que llamó la atención fue que el número de espectadores que asistieron a ‘La Bombonera’ fue menor de los que normalmente nos tiene acostumbrados. Algo puede tener que ver que mucha gente aún siga de vacaciones y que el partido, a priori, no era frente a un rival de los de arriba. La nota positiva en cuanto a afición se refiere es que se han sumado nuevas altas de abonados para la segunda vuelta y esto supone que sea una de las temporadas en las que mayor número de abonados ha tenido el club en los últimos años.

Una de las acciones a destacar negativamente del partido fue el pique entre Dani Gómez y Rober en la segunda mitad. Los jugadores ya venían calientes de una jugada anterior en la que el naronés forcejeó de malas maneras un balón y fue Dani Gómez quien entró al esférico sin mucha fortuna, haciendo que Rober se encarara con el cartagenero, teniendo que ser cambiado por Guillamón para que la cosa no fuera a más.

Uno de los jugadores que más trabajo tuvo, sin duda, fue Juve, quien tenía que achicar en todo momento los ataques naranjas. Rahali y Sergio le desbordaron por completo en varias ocasiones en las que no se materializó. El jugador gallego mandaba desde su posición a todos los compañeros, pero no estaban acertados y el Cartagena se echaba encima teniendo que paliar un ataque tras otro. A falta de seis minutos para el final, fue Juve quien se enfundó la camiseta de portero-jugador para intentar reducir las distancias y poner en aprietos a los locales, pero el movimiento de balón comandado por el jugador fue insuficiente.

Otro de los puntos a destacar del partido fueron las variables que introdujo Guillamón a lo largo del partido. Una de ellas fue ver a Pedreño de cierre en varias fases del encuentro, con Rahali de pívot al contar únicamente con Elián como pívot puro por las bajas de Blanco y Zamora. Rahali ya ocupó la campaña pasada esa posición en ocasiones, por lo que no le venía de nuevas. Hasta Sergio Rivero estuvo unos minutos de cierre y Javi Matía de ala llegando hasta el fondo de la pista. Se podría pensar que el técnico quiso probar ante Cidade de Narón estas variables por si en los próximos partidos le hace falta a causa de algún contratiempo más de los ya mencionados.

Los jugadores que no entraron en la convocatoria del sábado por lesión, Rubén Zamora y Dani Blanco estuvieron, junto al tercer portero Sergio López, en la grada viendo a sus compañeros. Al final del partido bajaron para felicitar al equipo por la victoria en un choque muy trabajado desde el minuto uno. El único que no estuvo como espectador fue Enrique, quien fue mencionado en las declaraciones post partido por Guillamón para comentar que en los próximos días le harán las pruebas médicas para saber el alcance de la lesión, pero que creen que mínimo estará dos meses fuera de las pistas.