Sergio Rivero está de vuelta. El gaditano, lesionado desde principios de enero, ya ha entrenado al mismo ritmo que el resto de sus compañeros y va a estar a disposición de Guillamón este sábado en Puertollano.

El cierre ha sufrido viendo a sus compañeros desde la grada durante ese período de lesión: “Han sido dos meses duros sin poder ayudar al equipo y sin estar en el mejor momento de la temporada, que es cuando más se disfruta. Pero estoy bien, he hecho una buena recuperación y me veo bien para poder estar ya el sábado a disposición del entrenador. Tengo algún dolor de vez en cuando, pero me permite perfectamente estar al 100%. Solo alguna vez me da algún pinchazo en la rodilla, pero estoy perfectamente para competir”.

Rechazó cualquier tipo de favoritismo de cara al duelo en Puertollano: “A estas alturas de la temporada, ningún partido es fácil. Ya lo vimos aquí cuando vino Ferrol y nos complicó la vida, vino el Betis y nos complicó la vida, y fuera es más difícil todavía. Vamos a Puertollano y la gente piensa que vamos a ganar fácil, pero no va a pasar de ninguna manera. A estas alturas de temporada es muy difícil ganar, y más fuera de casa. Nosotros tenemos dos partidos que son dos finales, y este sábado hay una”.

El ala afirmó que no piensan en Hércules y que es posible centrarse solo en su rival del sábado: “Sí es posible, y además tenemos que hacer un esfuerzo para hacerlo. Si a nosotros se nos ocurre pensar en el Hércules, perderemos en Puertollano seguro. Tenemos que pensar solo en Puertollano, olvidarnos de los demás partidos y cuando volvamos el domingo ya pensaremos en el Hércules”.

Preguntado por la posibilidad de ascender, el jugador respondió: “Me hace muchísima ilusión. Cuando me fui de aquí, el equipo estaba en Primera y en pleno apogeo, y desde que volví hace tres años la máxima ilusión del equipo es volver a la máxima categoría, que es lo que se merece esta afición”.

A sus casi 37 años, Rivero no ha perdido ni un ápice de calidad que le haga pensar en la retirada: “Yo me encuentro bien. Luego ya depende de muchas cosas como que el club quiera y el entrenador quiera, pero yo me veo con fuerzas. Cuando un equipo sube a Primera necesita tener en su plantilla jugadores jóvenes que estén empujando y veteranos que sepan estar en esa categoría. Pero ya depende del club, del entrenador y de otras cosas”.

Algunos de sus compañeros han elogiado públicamente su forma de jugar y el hecho de compartir pista con él: “Eso es un orgullo para mí. Yo siempre intento ayudar mucho a los jóvenes porque creo que son el futuro de este equipo, y más con las necesidades que hay. Tienen que seguir mejorando y yo intento ayudarles. Para mí es un orgullo que digan que están contentos de jugar conmigo”.