Regularidad. Esa es la palabra que define la temporada del ascenso a Primera División de Antonio Pedreño, ala murciano de 30 años del Plásticos Romero Cartagena, quien ha sido uno de los jugadores de la plantilla que más minutos ha disfrutado a lo largo de toda la campaña. El pasado mes de junio, la directiva decidía ampliar el contrato de Pedreño por una temporada más, siendo así la cuarta campaña que el ala militaría en filas naranjas en esta etapa: "Estoy muy feliz de estar otra vez aquí. Ya me siento como en casa. Espero que este sea el año y consigamos el objetivo". Con esas palabras agradecía la confianza depositada en él para vestir un año más la elástica portuaria.

Pedreño es un jugador que pasa desapercibido en cada partido, no es un jugador que se caracterice por hacer un juego bonito, sino que las funciones del murciano están orientadas hacia ese trabajo que poca gente reconoce pero que tan importante es realizar dentro de un equipo. Sensatez, juego fácil y movimiento de balón son algunas de las virtudes que posee el murciano. Antonio ha demostrado a lo largo de este curso que sus condiciones físicas son ideales y deseadas por cualquier club, ya que las lesiones le han respetado durante toda la temporada, lo que le ha llevado, como se ha comentado anteriormente, a disputar muchos minutos, hecho que dice mucho también de la confianza que el jugador ha tenido todo el año por parte de Juan Carlos Guillamón.

Sus cifras goleadoras esta campaña se han elevado hasta los siete tantos, siendo sus víctimas Lugo, Valdepeñas por partida doble, Zamora, O Parrulo, Betis y Puertollano, aportando también en el aspecto atacante del Plásticos Romero Cartagena en las 24 participaciones que ha tenido esta temporada gloriosa. Como uno de los jugadores que más años lleva en el conjunto cartagenero de la actual plantilla, la consecución del ascenso a la máxima categoría del fútbol sala en España tendrá un valor especial tras haber vivido tiempo muy complicados en el club que, a partir de ahora, quedarán en el olvido para vivir -si el club lo desea- una nueva y memorable etapa en su carrera profesional.